Dear Michael [M.C.]

Capítulo 5

Anoté el pedido que me habían hecho recién y pasé al próximo cliente.
Había empezado a trabajar en un starbucks a la vuelta de mi casa desde hace un par de semanas. Mis padres ya estaban hartos de mantener todos mis impuestos por lo que me obligaron a trabajar o si no vivir en la calle.
-¿Qué hace una chica tan bonita como tu trabajando en un lugar como este?
Ya estaba cansada de este tipo de comentarios.
-Ganar dinero, ¿tal vez?- Dije obvia, para luego levantar la mirada.
-¿Por qué no estas abrazándome ahora mismo?- Preguntó Calum, y así lo hice, aunque fue algo incómodo por el mostrador.
Hace tiempo que no hablaba con los chicos, estaban muy ocupados con el tour. Y para aclarar, con Luke las cosas no habían terminado tan mal, aunque a penas me habla.
-¿Cómo estas? Oh por dios, hace tanto no te veo.
-Te he echado de menos, pero no vine hasta aquí por mi- Dijo mientras se hacia a un lado y me dejaba confundida.
Y entonces entró el.
Prácticamente toda la gente del lugar comenzó a tomar fotos y a gritar.
-Michael...
-No sabes cuando te he extrañado.
Había esperado tanto para poder verlo de vuelta. Ya había pasado un año sin el, pero al volver a ver sus ojos, me di cuenta que todas las noches de insomnio y de lágrimas valieron la pena.
Sin importar todo lo que nos rodeaba, corrí hacia el y nos dimos el beso que estuve esperando durante meses, dándome cuenta que fue mucho mejor de lo que esperaba al verlo de vuelta.
-He esperado demasiado para este momento, no te imaginas cuanto. Pero todo el dolor que hemos atravesado valdrá la pena. Así que, ¿quieres ser mi novia?
En ese momento las lágrimas comenzaron a caer, pero eran de felicidad.
No podía hacer otra cosa que asentir frenéticamente con la cabeza, ya que no tenía palabras para expresar la emoción que sentía.
-Si, Michael, quiero ser tu novia.
La felicidad me invadía al tratar de asimilar que después de tanto tiempo, volví a ver y era novia del amor de mi vida. De aquel hombre por el que sufrí pero me completaba día a día, sin importar la distancia.
Aunque con el tiempo, no todo fue color de rosa.