Al día siguiente en la casa de Sebastián...
José: A DESAYUNAR!
Sebastián: Genial, panqueques, muero de ambre (se sienta)
José: Espera un momento, y tus modales?
Sebastián: Eh?
José: No comeremos asta que Amatista llegue.
Sebastián: Papá.
José: Lo siento, pero hay que tener buena educación.
Sebastián: Ag...
Llega Amatista.
Amatista: Buenos días (llevaba puesto un top negro con una estrella blanca, una licra negra, sus botas blancas y su medallón pero no tenía sus alas) (el peinado sigue siendo una cola de caballo)
José: Buenos... que le pasó a tus alas?
Amatista: Oh, eso, los ángeles elementales tenemos la habilidad de guardar nuestras alas si están heridas.
Sebastián: Que interesante, te puedes sentar? Quiero comer.
Amatista: Muy bien, que vamos a desayunar?
José: (sirviendo el desayuno) Panqueques.
Sebastián: Al fin.
Amatista: Muchas gracias.
José: Que los disfruten.
Después del desayuno...
Sebastián: Amatista, a donde vas?
Amatista: Iré a caminar un rato, tengo que despejar mi mente.
Sebastián: Pero, no te perderás?
Amatista: Descuida, tengo mis métodos (sale de la casa)
José: Ella no conoce para nada el bosque, sera mejor que vallas con ella o se perderá.
Sebastián: De acuerdo (se va)
Con Sebastián...
Sebastián: A donde podrá a ver ido?
??? y ???: (por detrás de Sebastián) SORPRESA!
Sebastián: AAAA! MARCOS Y LUIS! LES DIJE QUE NO ME ASUSTARAN ASÍ!
Marcos: Relajarte hermano.
Luis: Si, solo era una una broma.
Sebastián: Ok, pero ahora estoy muy ocupado.
Marcos: Haciendo que?
Amatista: AAAAAAAA!
Luis: Que fue eso?
Sebastián: AMATISTA! (comienza a correr)
Marcos y Luis: ESPERA! (lo persiguen)
Amatista: (con su látigo) ATRAS!
Oso: RAAAAAAAAG!
Amatista: AAAAAAA!
Sebastián lanza una bomba de humo que auyenta al oso.
Amatista: Eh?
Sebastián: Sabia que esto pasaría.
Amatista: Me estas siguiendo?
Sebastián: No, te estoy cuidando.
Amatista: No necesito que me cuides, yo tenia todo bajo control (hace desaparecer su látigo)
Sebastián: Aja... HAY BIENE!
Amatista: PROTEGEME! (se oculta detrás de el)
Sebastián comienza a reír.
