Esto era extraño, no había nada, absolutamente nada, ni en su buzón de voz, mensajes, llamadas perdidas... Nada. Tal parecía que se había esfumado en el aire. Si eso era verdad se moriría el primero antes de saberlo, su niño no aparecía por ningún lado.
-Shanks basta, deja de estar desordenando la casa- le dijo Makino al ver cómo iba de un lado al otro tirando lo que estaba frente a él y como el sudor bajaba por cada parte de su cuerpo.
-no puedo, mi bebe no ha llegado- Esa era la única razón por la cual se encontraba tan histérico, pero como no estarlo si habían pasado horas desde que Monet lo llamó para avisarle de la situación.
Eso se le había salido de las manos. No se esperaba que salieran corriendo y mucho menos que Luffy fuera a poner una cara como se la describió Monet. Se sentía fatal, como el peor padre del mundo.
-Ace, Sabo vengan aquí - les grito desde la sala, el último lugar en el que se detuvo. Ambos bajaron del segundo piso a una velocidad impresionante y una vez llegaron se encontraron con Shanks en la poco común pose imponente que hacía en una situación seria.
-qué pasa?- preguntó Sabo con preocupación. El al igual que Ace se alarmaron por el NO regreso de su pequeño hermano después se la escuela-
-tiene que ver con Luffy?- preguntó esta vez el pecoso por el silencio de su padre. Este no respondió a su pregunta, solo se sentó y su semblante se ensombreció y sin mas le dijo.
-busquen a su hermanito- dojo rápido y sin rodeos, dicha orden alarmó al par de hermanos que en su mente ya aparecían miles de imágenes de su hermanito en las peores condiciones que pudiera tener.
-si- sin decir nada más salieron de la casa lo más rápido que podían y de como si telepatía de tratara se dividieron los sectores para buscar al extraviado de la familia.
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Había llegado a su casa pero no se sentía en su hogar, podía respirar pero no se sentía vivo, nada le parecía igual sin el sentimiento de que Luffy estaba ahí con él.
No le daban ni ganas de entrar en su casa, por el momento solo pensamientos suicidas cruzaban por su mente.
-Oye Law- Sabo corrió como si no hubiera un mañana hacia el lugar donde sabía que se encontaría a un posible secuestrador. Law.
Una patada voladora fue lo que recibió en toda la cara. Aunque con su condición le importó una mierda el horrible dolor que provenía más que todo de su nariz. Se incorporó con dificultad en el suelo y se encontró con la botan de Sabo posada en su hombro.
Si la mirada del rubio fuera un puñal ya lo hubiera destazado. Deseaba estarlo en esos instantes para no sentir ese sufrimiento que lo tenía emo Mode On.
-que has hecho con Luffy?, donde diablos esta?- grito Sabo tomándolo del mentón. La pregunta intrigo mucho al ojeroso quien de un manotazo le apartó la mano al rubio y de un salto ya estaba de pie.
-de que estas hablando Sabo-ya?, para mi desgracia y su fortuna ya no tengo nada que ver con Mugiwara-ya- habló con la cabeza baja, recordar lo que había ocurrido hace unas horas lo hacía sentirse peor que antes.
-no te hagas el desentendido- un ya encabronado Sabo lo sujetaba del brazo por si intentaba escapar de su interrogatorio- sé que tú lo ocultas en algún lugar para... Repetir lo de hace unos días- termino la frase un poco sonrojado por el significado de la frase.
-no sé a qué te refieres con eso- su paciencia estaba llegando a su límite con las tonterías que salían de la boca del rubio. Pero algo en su interior le decía que le prestara algo de atención a sus palabras, si hablaba de Luffy y de que no sabían dónde estaba. Eso solo podía significar una cosa.
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¡No le daré mi bendición!
RandomEl pequeño Luffy inicia su relación con el sexy Law, ambos se aman mucho, sin embargo, la familia, amigos y vecinos del menor no aceptan dicha relación e intentaran acabarla a toda costa. Incluso si sus sentimientos están en juego ...