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-¡SAMANTHA! -gritó Claus en cuanto se acercó. La chica se encontraba flotando en medio de aquella aura verde. Claus derrapó e intentó no caerse en cuanto llegó hasta ella.
Se entristeció al verla, no podía deducir si seguía viva o no, sólo estaba ella ahí, con los ojos cerrados, brazos y piernas caídas, boca arriba, no se podía apreciar si respiraba o no...
-¡Samantha, despierta, por favor! -el chico sólo se quedó observando su cuerpo flotando en ese lugar...
Se había llevado una impresión al ver todo eso, aquello no era algo normal, las personas... No flotan, y menos rodeadas de una especie de aura verde. Ahí obtuvo una respuesta, aquella respuesta era que algo no andaba bien realmente, y al parecer no lo ha estado desde que aquellos lobos los persiguieron hace casi cinco años, tal vez aquellos planearon todo, tal vez querían que ese día llegase y que Claus estuviera ahí para contemplar a su amiga en ese estado...
No tardó mucho para que Ryan lo alcanzase, se acercó a Claus y le puso la mano en el hombro para tratar de tranquilizarlo.
-¿Ella es tu amiga? -preguntó, aunque la respuesta ya era obvia.
Él sólo asintió con la cabeza y se talló los ojos.
-Tenemos que poder sacarla de ahí, Claus... Debe de haber una...
Pero un aullido muy fuerte lo interrumpió.
Los dos voltearon y vieron a los dos lobos ahí, mostraban sus colmillos y el ceño fruncido.
Los habían alcanzado de nuevo, tendrían que volver a pelear, deshacerse de ellos y sacar a Samantha... O morir intentándolo. Por nada del mundo Claus querría dejarla ahí.
Ambas bestias comenzaron a acercase a ellos a pasos lentos, cada uno clavándole la mirada a alguno de los dos chicos. El más cercano iba hacia Ryan, tras unos pocos pasos se echó a correr para alcanzarlo, en cambio, el otro sólo observaba a Claus, se detuvo y lo hacía sentir presión con esos penetrantes ojos rojos.
-¿Qué quieren? -les gritó el niño asustado, casi se atragantaba.
Él extendió su mano derecha en forma de protección hacia Samantha quien seguía en ese profundo... ¿sueño?
La criatura se le echó encima pero el dio un salto hacia la derecha para esquivarlo, cayó debajo de Samantha, pero el animal no se preocupó por ella, tan sólo siguió mirando.
-¡Claus, mira lo que le ha pasado a este animal! -lo llamó Ryan desde otra parte de la cueva.
Pero Claus no podía voltear, tenía que estar atento a ese lobo. Este se le volvió a echar encima, y esta vez Claus no pudo esquivarlo, tiró al chico y ahora se encontraba debajo de ese asqueroso animal. Claus podía sentir la respiración en su cara.
Le iba a ir muy mal si no se libraba de ahí, el chico comenzaba a tomar al animal del cuello para que este se le quitara de encima, pero el lobo parecía hacer mucha fuerza sobre Claus. Él había perdido el bate a la hora de caer y ahora no podía tomarlo para golpear al lobo, se le era imposible.

El lobo aulló y salió volando de encima de Claus, cayó en el suelo, al caer su cuerpo ya no estaba convertido en un lobo, ahora en el suelo había una persona de color grisáceo, desnuda, sin rostro de pelo en el cuerpo, totalmente lampiño. Ryan había golpeado al animal, había salvado a Claus.
Se sacudió el polvo y se puso de pie.
-¿Qué demonios es eso? -se preguntó.
Ryan le señaló con el dedo el otro cuerpo.
-No lo sé... Pero personas no parecen -le aclaró Ryan.
En ese preciso instante la luz verde dejó de iluminar la cueva y todo volvió a la normalidad, o al menos eso parecía. El cuerpo de Samantha había dejado de flotar dejándola caer en el suelo y propinarse lo que pudo ser un fuerte golpe. Ryan y Claus corrieron a cargarla.
-¿Samantha? Despierta -Claus le comenzó a dar palmadas en las mejillas.
Ella no tardó en abrir los ojos, y los de Claus casi le empezaron a brillar de la felicidad que le causaba tener a su mejor amiga entre sus brazos, y viva.
No le gustaba imaginarse lo que pudiese pasar con ella, todo le hacía sentirse mal, porque creía que la había perdido, pero ahora podía sentirse mucho más tranquilo.
En donde Samantha antes flotaba se originó una esfera de luz blanca, de un tamaño considerable, que después se comenzó a comprimir, volviéndose de un color rojizo.
-¡Esta cosa pareciese que va a estalla! -gritó Ryan, y pronto salió corriendo con la chica entre brazos y Claus detrás de él.
Alcanzaron a correr hasta la salida de la cueva dejando algunas de sus cosas ahí tiradas. En cuanto salieron la esfera quedó como sólo un punto y finalmente se dedicó a estallar tragándose todo lo que se había quedado ahí dentro, como si fuese un agujero negro, pero que emitía una irritante luz blanca.
Cuando todo se tranquilizó ahí dentro echaron un vistazo. Era un círculo blanco que emitía la representación de un paisaje, se veía un gran campo bajando por una montaña, aquel circulo extraño que emitía la imagen se movía, y quedaba ahí flotando a la mitad de la cueva, los cuerpos y las cosas ya no estaban, si esa cosa se las había tragado lo más seguro era que estaban del otro lado de esa cosa. Era un...
-¡Un portal! -gritó Claus con mucha emoción- ¡Se ha abierto un portal!
-¡Woho! ¡Tranquilo muchacho! -le avisó Ryan mientras dejaba que Samantha se pusiera de pie.
-No te vayas a matar, pequeño... -sostuvo su amiga.
Los tres muchachos se quedaron viendo anonadados esa extraña cosa que flotaba, mientras se quedaban pensando si sería una buena idea acercarse... O no...

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⏰ Última actualización: Dec 14, 2015 ⏰

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