cap 4

153 13 0
                                    

Por fin es sábado, el fin de semana ha pasado muy lento y aun tengo que quedarme otro día mas soportando a andrea y ahora al imbecil de aiden.
me duche y me vesti con mi traje de baño negro, encima me pise unos shorts azul cielo y una remera blanca de los ramones que me llegaba por encima del ombligo con unas sandalias, pues Chase vive tan bien que tiene una piscina en su casa, mientras el pequeño Nick apenas tiene una piscina inflable.
Baje a desayunar un poco molesta.

—andrea y yo tenemos algo que contarles,— anuncio Chase en el comedor.

¿Acaso van a divorciarse?,— dije mientras tomaba una tostada.

—ya quisieras— dijo Andrea.

—vamos a ser papas por segunda vez,—dijo Chase con una gran sonrisa en su rostro, no recuerdo haberlo visto asi de feliz nunca.

¿¡Que!?— grite.

—van a tener un nuevo hermanito— cersioro.

¡Ese engendro no sera mi hermano, solo Nicolas lo es, acabas de joderme mas la vida!—sali de la cocina con lagrimas en los ojos y me fui al patio trasero.

—vaya al parecer solo te importa tu felicidad,—dijo aiden

¡Callate idiota! Tu no sabes por lo que estoy pasando, mi padre es un imbecil, lo odio al igual que a su golfa y a ti.—subí a mi habitacion lo mas rapido que pude y llore en silencio por un largo rato.

Ya era de noche y alguien toco la puerta.

Lárgate Chase, no quiero verte.

—soy Nicolas, sara.

Perdona pequeño ya voy,— cuando abrí la puerta aiden estaba detras de Nick y traía una bandeja de comida.

¿Que es lo que quieres aiden?

—solo vine a traerte algo de comer.

No tengo hambre vete.

—no me ire hasta que comas.

—come algo sara, yo ya ire a dormir,— dijo el pequeño Nick dandome un beso en la mejilla.

Que descances Nick, y tu deja la bandeja en la mesa.

—no me ire hasta verte comer.

Odio las calabazas rellenas,— dije al ver la bandeja,—no quiero.

—¿y que es lo que te gusta comer?

Nutella,— dije con una sonrisa estúpida en el rostro.

— entonces nutella sera.

Aiden tomo la bandeja, salio del cuarto y yo detrás de el, bajamos a la cocina donde al parecer todos ya se habían ido a dormir y buscamos en las alacenas la nutella, cuando al fin la encontramos ibamos a empezar a devorarla con un paquete de galletas cuando la golfa alfa nos descubrió.

—¿que hacen despiertos tan tarde y comiendo chocolate? Me lo esperaba de ti Sara, pero tu aiden, convivir con este diablillo no te hace bien.

Mas te vale que cuides tus palabras Andrea, podrás ser la esposa de Chase, pero para mi no eres nadie.

—no cabe duda que saliste igual a tu madre, ya entiendo por que Chase las dejo por mi.

Sus palabras me quemaban, no podía soportar que hablara asi de nosotras, me lance encima de ella provocando que cayera al suelo.

—Chase! Chase!— gritaba Andrea.

—basta Sara, te meteras en problemas, —me gritaba aiden al jalarme para que la soltara, pero yo no iba a hacerlo.

—¡Sara Greengood! Sueltala en este instante.

¡Pudrete chase!

—Chase, Sara esta loca me ataco de la nada.—dijo la muy estupida mientras chase la levantaba del suelo.

Eso no es cierto, tu empesaste!

—¡BASTA! No me importa quien empezó, Sara vete a tu habitacion y no salgas de allí hasta mañana que hable con tigo.— grito chase.

¡No sabes lo mucho que me alegra que mi mama te haya dejado! —subí a mi cuarto y me a coste en mi cama.

—¡Sara! ¡Sara!— escuche una voz susurrar mi nombre.

¿Que pasa?— abrí mis ojos forzadamente, pues me habia quedado dormida.

—soy aiden, despierta.

¿Que quieres aiden?

—te traje esto,— traía el frasco de nutella y dos paquetes de galletas con un litro de leche.

Ya no tengo hambre,— dije volviendome a acostar y taparme con la frazada hasta la cabeza.

—vamos, come algo con migo.

¡Que no!

—te enseñare mi lugar favorito cuando estoy triste o enojado.

Me quite la frazada del rostro y le sonrrei, me encantaban los lugares secretos, de hecho tenia uno en mi casa: el sotano, aunque para muchos era un lugar obscuro y terrorífico a mi me encantaba.

—llegamos,—anuncio.

Pero este es tu cuarto, ¿que tiene de secreto?

—solo sonrrio.

¿No pensaras que me voy a acostar con tigo verdad?

—no seas tonta, eres una niña, pero vaya que eres hermosa pero quiero que vengas con migo,— me tomo de la mano, salimos por la ventana y escalamos una pequeña escalera que habia al lado de esta, para llegar al tejado donde había un pequeño colchon en donde cabían dos personas.

Me encanta este lugar.

—sabia que te gustaria.

Conversamos durante toda la noche hasta que estaba por amanecer, al parecer aiden y yo teníamos mucho en comun, el practicaba boxeo y a mi me encantaba, a ambos nos encantaba nadar y andar en bicicleta.

—¿cual es tu color favorito?

¿El verde y el azul y el tuyo?

—el amarillo, oye ¿sabias que el verde y el amarillo forman el color azul?

Es cierto, que lindo es eso.

—tu y yo podriamos formar el color que quieras.

Nos quedamos viendo a los ojos y estuvimos a punto de besarnos.

¡Espera!

—¿que sucede, acaso no te gusto? Si soy irresistible.

Haha no cabe duda que tienes el ego por las nubes, pero eres el sobrino de Andrea y la odio con todas mis fuerzas, asi que no podrá pasar nada entre nosotros.

—si, me dí cuenta que no te caen muy bien, le dejaste toda la cara rasguñada la hubieses visto como lloraba del coraje, ella tampoco me cae muy bien.

¿En serio? No se nota.

—es por qué me dieron una beca para estudiar aqui en Georgia y mis padres no podían mudarse para acá y como es la única que vive aqui, no me quedo de otra.

Buen punto, pero aun asi no te voy a besar, acabo de salir de una relacion y no me fue muy bien que digamos.

—pero no todos somos asi.

Eso es lo que dicen todos.

— touche—  platicamos un poco mas y luego me fui a mi habitacion a dormir ya es muy tarde: las 5:40 am

Transtornos mentales.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora