Capítulo 11.

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Capítulo 11 "Ésto no es real".

-Hola, mamá.

-Hola, cariño ¿Cómo estas?

-Bien.

-Tu papá esta en el living. Ahora sirvo la cena.

-¿No tenían que hablar conmigo?

-Si. Después de comer hablamos más tranquilos.

Salude a mi papá con un beso en la frente y me senté.
Mi madre sirvió la cena. Concina riquísimo.

Mientras comíamos hablábamos de los estudios, como siempre, me preguntaban como iba todo con Ilonquee. Yo nunca le ocultaba cosas a mis papás así que les conté que andaba extraña. A ellos no les pareció raro, cuando eramos chicas solía comportarce de esa forma. Me dijeron que capaz era algo temporal, que podía estar preocupada por la universidad y todos los estudios. Siempre me dejaban tranquila cuando hablaban con tanta seguridad. Mi padre empezó a hablar de sus motos, y, como siempre, tenia una nueva idea, no era algo extraño que salga con algo nuevo y lo cumpla. Hablaba de un taller nuevo para reformar motos a su estilo. Que buena idea. En verdad sabía que lo iba a lograr y que le iba a ir muy bien. Cada vez que se propone algo lo hace y de maravilla.
Cuando terminamos de comer levantamos entre todos la mesa, lavamos los platos y los secamos juntos. Me sentí muy bien, había pasado mucho tiempo desde la última vez que hicimos eso.

Nos sentamos en los sillones del living con un café y música. Mi padre y mi madre se pusieron serios.

-Bueno, cariño. -mi madre me miro y sonrió -Sabes que siempre nos gusta mantenerte al tanto de los cambios, que sepas todo y no te quedes atras con alguna noticia nueva.

-Si, mamá. -sonrei y continúe -¿Paso algo?

-Con tu madre decidimos que es mejor separarnos. Hay cosas que no son para siempre y eso lo sabes ¿no? Estuvimos mucho tiempo pensando en ésto. Ya no es lo mismo que antes cuando vos y tu hermano eran chicos. Las cosas cambian, las personas cambian y lo sabes bien. Queríamos que lo sepas para que no te tome de sorpresa cuando ya nos hallamos separado. Hija tienes que entenderlo, eres grande ya.

Las lágrimas no dejaban de salir de mis ojos. No podía creer lo que estaba escuchando. Y si, yo ya soy grande pero... siempre creí que su amor iba a ser eterno, que nunca acabaría, y, sinceramente, me tomo por sorpresa. No puedo creerlo, no quiero creerlo. Necesitaba que esto fuera solo un sueño.

-No llores, cariño, por favor. -dijo mi mamá abrazandome.
Yo no sabía que decir, solo me levante del sillón.

-Disculpenme debo irme. -dije intentando parar de llorar. No debía irme, tenia que quedarme, estar con ellos y abrazarlos pero no quería, no quería que eso sea real. Quería salir de ahí, de esa casa. Abrí la puerta y me fui sin decir nada.
Me sentía mal ¿Por qué? ¿Por qué después de tanto tiempos juntos? Eso no tenia que ser verdad.
Mi corazón latía lento, me dolía el pecho, y los ojos de tanto llorar.
Necesitaba que alguien me abrazara. Necesitaba que mis padres me abrazaran, necesitaba que me digan que era una broma. Necesitaba verlos feliz, y sonara egoísta pero... necesitaba verlos juntos.

El frío de mi habitación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora