Un error más.

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Pasó el primer mes y Dylan era mi única compañía y mi único apoyo allí en ese lugar, mi mamá nunca iba y mi papá no sabía. Pasó el siguiente mes y mi vida había cambiado, yo había cambiado y mi vida conmigo. Aprendí nuevas cosas en ese lugar, que tal vez si podían servirme o tal vez no.

Hola amor, que te dijeron anoche? - me preguntó mi novio preocupado porque la noche anterior había estado hasta muy tarde en el patio por mi.

Nada, ni se dieron cuenta - le dije tranquila. - y como hiciste para entrar?

Me quedé en el patio toda la noche - me explicó el.

Te hubieras quedado mejor conmigo - sugerí.

Para la próxima - me respondió.

Señorita Leslie, la directora la solicita en su oficina - me dijo la secretaria.

Esta bien ya voy para allá - le respondí muy amable.

Me dirijí a la oficina de la directora, no me imaginaba nada, pues no había hecho nada malo, nunca había sido solicitada por la directora. Cuando llegué a su oficina, ella me dejó pasar.

Me mando llamar? - dije mientras pasaba la puerta.

Si, te tengo una buena noticia - cerró la puerta detrás de mi.

Ojalá, ya me estaba haciendo falta - giré mis ojos.

Bueno, esto te gustara. Ya te puedes ir - me dijo.

Enserio? Entonces iré a arreglar mis cosas - exclamé feliz.

Salí de la oficina muy emocionada, pero había algo que me dolía, tener que despedirme nuevamente de mi novio del que me había enamorado.

Mi amor te tengo una buena noticia y una mala. Cual primero? - le dije acercándome a el.

Dime primero la mala y así con la buena compensarás mi dolor - dijo.

Bueno. La mala es que ya no estaré más a ti lado - dije triste.

Que? Por que? - preguntó.

Allí viene la buena. Ya me puedo ir - salte de felicidad y a el sin importarle me abrazo y me levantó del piso.

Eso es maravilloso, aunque te alejas de mi, serás libre y de todas maneras podrás visitarme te sabes los días de visita - me bajó y me beso.

Si lose. Me acompañas a recoger mis cosas - tome su mano para que me siguiera.

Oye me harás mucha falta - dijo cuando estábamos en mi habitación.

Ahí mi amor lose, pero te prometo que te visitaré - me senté a su lado.

Después de terminar con mi maleta salimos juntos hacia la oficina de la directora, para entonces ella ya había llamado a mi mamá para que viniera por mi. Dylan me acompañó a la salida y cada vez que veía sus ojos podía ver la tristeza que tenía, pero el sólo lo negaba porque su hermosa personalidad no lo dejaba ser egoísta conmigo. Sabía que me extrañaría pero necesitaba aire libre y mi condena ya había acabado.

Bueno, creó que aquí nos despedimos - me miró y bajo su mirada.

Si, lose. Pero no te preocupes que te visitaré - le dije tratando de arreglar su día.

Lo prometes? - me miró con la esperanza en la cara.

Te lo juró - lo abrace.

Nuestro abrazo duró mucho tiempo pero para mi solo duró unos segundos. Luego lo mire y por último lo bese para luego irme sin mirar atrás. Cuando llegue a casa me lleve la peor sorpresa de todas, aunque no era tan sorpresa porque ya lo sospechaba.

Que hace este aquí? - le pregunté a mamá cuando vi aquel tipo acostado en la cama de la habitación donde dormía mamá.

Ay Leslie, no puedes poner problema después, al menos llega y luego peleas - me respondió mi mamá tratando de evadir la pregunta

Me dolió entrar a mi casa y ver a ese tipo de nuevo en casa. Pasó un mes y los problemas con el tipo seguían, lo único que cambio es que a mi ya no trataba de pegarme pero a mamá si, y de todas maneras yo no lo permitía. Un día iba por la calle escuchando a Justin por mis audífonos y me encontré con una vieja amiga de la correccional.

Hey Leslie - me sorprendió ella.

Mara, amiga. Como estas? - le respondí alegre de verla.

Bien, alfin sali de esa maldita cárcel - me dijo pasando su dedo por su frente.

Felicitaciones, y haora que estas haciendo? - le pregunté.

Estoy trabajando y vivo en una habitación, a veces salgo a joder con mis amigos - respondió.

Eso es bueno, pues ojalá te vaya bien - golpee dos veces su hombro en son de amistad.

Y tu que? Como has estado? - me preguntó pero yo respondí agachando mi cabeza.

Ay. Cuentame - tomó mi hombro con su mano.

Mientras caminamos le conté todo lo que me había pasado y por la razón que había estado en la correccional.

Oye, sabes que. Si quieres yo lo puedo mandar a otra dimensión para que no te fastidie más la vida, sólo es que me digas y yo te hago el favor - se detuvo.

No es que me pareciera una buena idea, pero ya no quería que mi mamá sufriera más y de paso que mi familia sufriera más.

Oye, tengo que ir al parque que esta a la vuelta. Me acompañas? - me preguntó ella.

Si, vamos.

Cuando llegamos al parque Mara saludo a tres chicos. Uno de ellos era de tez blanca, ojos marrones oscuros, cabello negro y alto. Otro era moreno, con ojos negros, alto y con cabello en crespos negros. Y el último era blanco, de cabello castaño, ojos verdes y de altura media. Mara entró al parque y los saludo a todos.

Oye, ven acá - me volteo a ver.

No, gracias. Yo te espero aquí - le dije alejándome más de la entrada del parque.

Ven, sólo es un momento - insistió.

Bueno, pero no me puedo tardar - le adverti entrando al lugar.

Mira ellos son Jonatan, Len y Josh - señaló a cada uno.

Hola, me llamó Leslie - sacudí mi mano de derecha a izquierda saludando.

Hola - saludaron los tres.

Quieres de esto? - me ofreció Mara.

Que es? - la mire extrañada.

Es un método de relajación - respondió riendo.

Que? - fruncí mi ceño.

Mira, se llama marihuana y es para olvidar los problemas - explicó ella sería.

Daña? - pregunte por última vez.

No, sólo te quema neuronas, pero es como el tinto - respondió Jonatan.

Pero no se hacerlo - negué con la cabeza.

Sólo succiona como respirar ondo y lo sostienes adentro sin exhalar - extendió su mano con algo en ella que tenía forma de tapa.

Bueno, lo intentaré - tome la pipa, así la llamaban ellos, succione aire mientras el chico llamado Len sostenía una mechera encendida justo en el otro orificio de esta. El humo entró a mi y pude sentir cuando penetró mis pulmones. No es que yo quisiera hacerlo, sólo quería dejar los problemas a un lado por un rato o por un momento y ser feliz, así que decidí hacerlo, sólo para experimentar, pero no lo podía creer, esto era un error más y yo lo sabía e igual lo estaba haciendo.

Haora exhala - me dijo Mara.

Solté el aire y el chico encendió de nuevo la mechera para que yo hiciera lo mismo de nuevo. Succione por segunda vez e hice lo mismo que el momento anterior. Todos hicieron lo mismo pero cada uno hizo más repeticiones que yo.

ÍDOLO AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora