Capitulo 3

17 3 1
                                    

Ha pasado una hora exactamente desde que Juliana se acercó para decirme que él jefe estaba subiendo, ya acomodé los cuadros torcidos, en realidad no estaban torcidos.

Digamos que los torci y los volví a acomodar para que el tiempo pasase.

También su escritorio ahora rechina de limpio, en la radio están pasando las noticias de las once de la mañana.

Nadie ha entrado a buscarlo, tengo ganas de irme a mi casa, pero a la vez pienso en que necesito este trabajo, lo necesito de sobre manera.

No tiene en absoluto que ver con la carrera que elegí estudiar, pero confieso que me gusta saber que ojitos claros será mi jefe.

¿Sabra él qué seré su secretaria?

Quizás él no quiere venir
porqué yo estoy aquí.

Ni que fueras tan importante Mía Martínez, me sonrío a mí misma.

Cuándo leo un mensaje de María preguntando como me ha ido, no puedo contestar ya que cuando voy a hacerlo vuelve a ingresar el señor Frondizzi.

Hola nuevamente,me recuerdas tu nombre me pide.

Claro qué sí soy Mía

Bueno Mía, te comento que el señor Yunger está demorado, le ha surgido un problema en su casa, por lo cual me ha pedido que hoy estés a disposicion de Romina, ¿Sabés quién es?

Es la señora rubia, la jefa de personal.
también me ha dicho que te informe que mañana ustedes empezaran con su primer día de trabajo.

Con la odiosa, hay ojitos claros porque me condenas así.

Perdon señorita, ¿ha dicho algo?.

No claro que no. Entonces me pongo a disposicion de ella, muchas gracias por avisarme.

No sé qué es lo que esa señora tiene en mi contra pero de que algo tiene eso es seguro. Me ha hecho que sirva cafe a todas las chicas, luego me pidio que vaya a comprar el almuerzo de todas ellas, si no fuera por que necesito el empleo ya la hubiera mandado a volar.

Una hora despues de almorzar, por orden de Romina, fuí al espacio común, dónde la comida no tiene tanta pinta y almorcé rodeada de puros hombres, ya estoy volviendo desde el sub suelo donde me ha dicho que vaya a buscar un informe que lo deberia haber subido una empleada ineficiente, esas palabras me reactivaron, sé que Romina podría haberlo pedido por teléfono, cómo ha hecho con otras cuestiones a lo largo del día.

POR FIN, el ascensor había llegado y cuando sus puertas se abrieron quería que la tierra me tragara... Dos hombres estan hablando con ojitos claros, que está encapsulado en un traje negro que lo deja ver impoluto de presencia, pero es notable que trae un genio que asusta a cualquiera.

Lo escucho que está discutiendo con ambos, en cierto momento nuestras miradas se cruzan, pero su cara es inexpresiva.

El chico que estaba del lado izquierdo a mi jefe, esta rojo, se denotan sus nervios, es bajo en estatura pero se nota que se ejercita, tenía sus músculos bien marcados, en cuanto al otro chico era delgado, con unos años más encima que el otro.
Preciosos ojos y cabello rubio con un flequillo largo de lado.

El ambiente es tenso, todos estan en silencio observando discretamente lo que ocurre con aquellos tres.

Mi mirada de asombro y compasión por lo que veo se cruza con la del chico rubio que hace ademan de sonreírme pero luego vuelve a ponerse serio.

Es mejor que siga mi camino y asi lo hago, entrego a Romina el informe cuando escucho a ojitos claros que pregunta si su nueva secretaria se ha ido.

Como un rayo Juliana se para a su lado y responde que su nueva secretaria esta aquí y que se llama Mía Martínez.

"NO TODOS LOS QUE MUERDEN SON PERROS"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora