Asesinato en Oregon

El Baile

Me puse lo que iba a ser mi vestido. Un vestido largo y blanco de tirantes finísimos. Deje mi pelo rubio suelto, y me puse un collar y pulseras doradas. Mis zapatos eran de tacón alto, pero lo suficientemente cómodos.
Al verme, Thomas me abrazo:
-Estas preciosa.
-Vamos, o llegaremos tarde para el gran anuncio.
El gran anuncio era una sorpresa que el
alcalde tenía preparado para algunos miembros de nuestro equipo.
Nos montamos en el coche y salimos hacia el que había sido nuestro instituto.
Cuando llegamos, me encontré con Scott y le abrace nada más que le vi. También salude a Kira, su novia. El resto del equipo ya estaba dentro. Cuando entramos, el alcalde ya estaba a punto de anunciar la gran noticia.
-Damas y caballeros, como no quiero molestar vuestros bailes, voy a ir directo al grano. Cinco miembros del equipo de criminología han sido admitidos en el FBI profesional. Estos son: Sophia Collins, Scott Macall, Kim Schein, Malia Hale, y Thomas Agnes. -Abrí la boca, y mucho, me giré hacia mis compañeros y vi que ellos tenían la misma expresión. El alcalde continuo -. Serán trasladados a Florida cuanto antes, mientras que nosotros buscaremos nuevos reclutas. Gracias por su atención.
¿Florida? ¿Tendríamos que vender nuestra casa? De todas formas tendríamos suficiente dinero para una lujosa casa en Florida. Abrace fuertemente a Thomas, quien estaba muy sorprendido, pues era criminólogo desde hace poco. También abrace a Kim con mucha fuerza, y a Scott y a Malia. Adam y Peter parecían decepcionados. No me extrañaba, ellos también habían ayudado mucho. Me quede aparte con Thomas:
-¿Podremos tener una casa en Florida?
-Si, pero no sé cuándo y dónde haremos la boda.
-Oh, sí, mierda. No te preocupes, encontraremos solución.
Sonaba una canción lenta, y Thomas me ofreció su mano y nos pusimos a bailar. Luego agarre a Scott, y Thomas agarro a Kira. Claro, sin ningún rencor.

La noche acabo bien, no como estaba acostumbrada, que siempre pasaba algo. Salí de la mano con Thomas antes de tiempo, pues a la mañana siguiente teníamos que solucionar temas.

Al menos, la gente de Oregon ya estaba tranquila, y sabían que ya no había asesinos en serie, o, al menos había disminuido el número.

Y así es como termina mi primer caso de asesinato que triunfo. Claro, después de esto vendrían muchos casos más, en el centro de análisis de conducta del FBI de Florida, con viejos y nuevos amigos.