No siento nada,
nada que no tenga que ver con ella.
No siento el calor o el frío de nadie y mucho menos los sentimientos que alguien tiene por mi y es por que entre diez mil demonios que atormentan mi cabeza con una y otra cosa, con cada recuerdo del pasado, ella y tan solo ella supo como relajarme, ahora es tan crítica mi situación que soy dependiente a ella: al olor de su cabello, a su sonrisa, a sus ojos mirándome, a sus manos sobre las mías, a sus labios que me aseguran que todo esta bien. Cada terminación nerviosa se altera al mas mínimo roce y simplemente pierdo la conciencia. (mantiene mi cabeza en algún lugar muy lejano).
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Historias entre poemas.
PoesiaPondré mucha literatura en diferentes formas como poemas y frases de mi invención