Acampada en la cabaña.

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Y aqui me encontraba yo.

En una excursión de cuatro días a las afueras de la ciudad, en una cabaña, íbamos alrededor de unas 150 personas. Era bastante grande. Después de un rato observando las maravillosas vistas decidimos entrar a la grande cabaña.

Un lado de la cabaña era para las chicas y la otra mitad de la cabaña para los chicos.

Mis cuatro amigas y yo elegimos una habitación justo enfrente del chico que me gustaba .

Elena, Andrea, lucía, Gabriela y yo elegíamos las camas en la que, yo elegí la parte de arriba de la litera.

Mientras nos dividiamos las literas, charlabamos y entre risas acabamos de ordenar las maletas y nuestra ropa en un pequeño armario que había.

Tras unas dos horas en las habitaciones los tutores se fueron pasando por cada habitación avisando que teníamos que ir al precioso jardín que se encontraba detrás de la cabaña.

Cuando nos dieron la bienvenida los guapos tutores estuvimos charlando un rato de lo bien que no lo pasaríamos en este pequeño "campamento".

Se hizo de noche.

Decimos que ya era hora de irnos a la cama ya que era más de media noche.

Los ruidos de Andrea roncando nos levantaron a las demás

Mi brillante idea de meterle un calcetín usado de Gabriela en la boca funcionó.

Despertamos por el ruido que provenía de pasillo, el tutor hacia sonar varias veces una bocina mientras abría las puertas de las habitaciones. Mientras nos levantamos no pudimos evitar reírnos como focas retrasadas
ya que Andrea se sacaba el calcetín que le habíamos metido en la boca, de debajo de su almohada.

-¿ Chicas alguien me explica de quien es este calcetín ? - lo dijo con cierto aire de diva.

Nosotras seguíamos riendo mientras salíamos de la habitación y nos dirijiamos al baño a asearnos

- Andrea la próxima vez que ronques no seré tan amable de ponerte sólo un calcetín en la boca usado -

Yo pensaba que no había nada más asqueroso que eso. Y salí de la habitación mientras Andrea fingía arcadas.

Entre al baño, había una ducha vacía y entre, me duche un poco asqueada ya que nunca me había duchado en duchas publicas.

Salí del baño en toalla sintiendo las miradas de los chicos que tenian el baño justo enfrente del nuestro.

Yo media un metro sesente, pelo castaño y ojos marrones, delgada y con una cintura muy marcada para mi edad.

Antes de entrar a la habitación alguien me sujeto la mano me giré y le vi

- Bonito cuerpo- fue lo que me dijo con una voz picara antes de entrar a su habitación.

Yo entre a la mía sonrojada y con una sonrisa tonta, cogí mi maleta y me vestí. suéter negro y ajustado, vaqueros azules y unas vans azules. Mientras me maquillaba un poco entraban el resto de las chicas.

- Joder ____ que rápido te vistes - Dijo Gabriela

Mientras las cuatro tontas de mis amigas se vestian, yo terminaba de maquillarme, no me maquillaba mucho así que termine rápido. Cuando por fin acabaron bajamos a desayunar.

Cojimos el desayuno que estaban sobre una bandeja y las cinco nos sentamos en la unica mesa que había libre y justo enfrente del chico que me gustaba.

Sentí esa sensación incómoda de que me miraban. Odiaba que me mirasen mientras comía así que esta no sería la primera vez, le dije a lucia por lo bajo.

- Lu, porfa cambiame el sitio que ya sabes quién me esta viendo - Dije esto en susurro y con esperanza de que cediera a cambiarme el sitio

- Si claro - Dijo ella con cierto aire de indiferencia.

Charlamos un rato y acabamos de desayunar.

Miéntras recojiamos el desastre que dejamos por la mesa se acerco la idiota de turno, la que se creía la dueña de todo y de todos y me dijo.

- Eh ____ recoje esto , así te entrenas para cuando trabajes de basurera de mayor. - Lo dijo con una voz bastante chillona la cual me estresaba.

Yo por supuesto no pensaba quedame quieta ni mucho menos callada

- Si claro que te lo recojo - Le dije con cierto voz de dulzura a lo que nis amigas se quedaron extrañadas, yo no era de esas que me callaba.

- Así me gusta - Dijo la idiota de Michelle

Coji su bandeja y habia restos de un puré que yo tampoco había tocado, tenia una pinta asquerosa, coji el cuenco y lo derrame por su camiseta rosa fuscia, su cara de asco era todo un cuadro.

Cogí una servilleta y le dije mientras extendía todo por su ropa

- Ay pero que tonta soy, espera que te lo limpio - Dije mientras se lo derramaba más.

Ella se apartó insultando por lo bajo y me dijo

- Ohhh que estúpida eres no vales ni para limpiar - y se empezó a limpiar su camiseta.

- Eso es porque a ti se te da mejor - le dije

Después del numérito en el desayuno la idiota de Michelle se había ganado una de mis venganzas.

Mis amadas e inmaduras venganzas.

Salimos a jugar un rato mientras los demás acababan de desayunar Erik se acerco a mi, me empezaron a temblar las piernas mientras mis amigas se apartaban lentamente.

- Me ha encantado lo que has echo ahí dentro. - Dijo con esa voz que tanto me gustaba.

- Oh eso no ha sido nada, tranquilo - Dije con voz de diva vengativa

- Me temo que tienes sed de venganza - Dijo con una voz ronca

- oh si, por supuesto- Respondi frotándome las manos en plan malévola.

Después de dos horas haciendo estúpidas actividades nos dejaron tiempo libre.

Andrea, Gabriela, lucía, Elena y yo planeábamos nuestra venganza hacia la chupipandi de Michelle.

Allí estaba ella a lo lejos mirándome con ojos de superioridad a lo que le sonrei con una risa falsa.

Anochecio y a todos estaban en sus respectivas habitaciones.

Las chicas habíamos acordado levatarnos a las tres de la mañana a cobrarnos la venganza.

La alarma sonó con la canción de "No control" One Direction una buena canción para la ocasión.

Cogimos una mochila que habíamos dejado preparada horas antes y salimos a la habitación de al lado en la que se encontraba nuestra victima y sus secuaces.

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Hasta la próxima

Una gran idiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora