WALKING DISASTER

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20 de Enero de 1982
Constantemente se notaba más cansado que antes, su tristeza se había quebrado, pero aún no al borde del llanto.
-Pide un deseo- Susurró en el oído de ella mientras sostenía una moneda de plata
-Umm- Pensó -Creo que ya-
-¿Segura?- Ella asintió y el lanzó su pequeňo objeto de la suerte al enorme lago de cristal frente a ellos.
-¿Que pediste?-
-Vamos mi cielo, quiero que se cumpla- Le plantó un pequeňo beso en los labios y el simplemente dibujo una leve sonrisa en su rostro mientras seguía dibujando en el cuaderno que el sostenía entre sus manos
-¿Qué haces Gee?-
-Creando a mi invento el cual tu me inspiraste- La besó de vuelta -Vanya-

27 de Enero de 1982
-Tranquila, tranquila o van a escucharnos- Gerard cubrió la boca de su chica evitando que riera más fuerte de lo que ya lo hacía, ella sintió la tibia respiración del muchacho en su blanco cuello y su piel se erizo sintiendo cientos de cosas a la vez, dejó un pequeňo camino de besos hasta llegar a sus labios mordiendolos con delicadeza descubriendo cientos de sensaciones que aquello les hacía sentir, Helena había atraído el rostro del muchacho hacia ella, permitiéndole mirarlo por un par de segundos y rieron juntos.
-¿Qué estamos haciendo, Gee?-
-No lo sé- Tomó de la cintura a la chica apegándola más a él -Te amo tanto, Hel, te amo enserio- Unió con desesperación sus labios con los de ella para separarlos en unos instantes -Es solo que...- Ella pudo darse cuenta de que las palabras no salían con facilidad de su garganta
-Está bien, Gee- Le brindó una sonrisa calida -Estaré bien, todo irá bien- El enrredaba sus manos en el cabello corto de la chica y aquello había sido su redención, temía que sus padres le atraparan haciendolo con un hombre mayor que ella, pero nadie sabía cuán feliz el la hacía.

24 de Enero de 1982
Era el primer día que ella se encontraría con Gerard después de esa noche, sentía sus manos temblar, temía por haber hecho algo mal, pero no era así, porque ahí estaba el, esperandola como siempre en el mismo lugar, y al verla...su emoción fue más sorpresiva al tomarla por los hombros y besarla hasta dejarla sin aire, amaba cada cosa que el hacía por ella.
-La terminé , Hel, la terminé-
-¿Qué?- Mencionó riendo por la reacción de él
-A Vanya, mi cielo-
Y aquello era cierto, pues en su cuaderno se encontraba un talentoso dibujo de una dama blanca en forma de violín, las largas cuerdas colocadas en su estómago, las delgadas líneas bien estructuradas y el blanco cabello corto.
-Carajo, Gerard, te a quedado increíble- Era como si estuviesen conectados, reían al mismo tiempo, bromeaban, odiaban, amaban, y muchas veces terminaban las frases el uno del otro, era como un amor que estaba condicionado a tantas cosas.

The Ghost of You (Gerard Way)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora