12 de Noviembre de 1981
-¿Quieres ir a otro lugar?-
-No lo sé...- Dijó insegura -Debo llegar a casa antes de las 8-
-Llegarás a tiempo- El le brindó una sonrisa de seguridad para después tomar la mano de Helena -Vamos- Ambos caminaron y mientras lo hacían el cielo comenzaba a tornarse tal como las flamas del fuego, amaba como sus dedos se entrelazaban.
-Gerard-
Retrocedió unos cuantos pasos al darse cuenta de que a un par de metros se hallaban dos hombres saqueando uno de los estacionados autos.
-Tranquila- La tomó con rapidez ambos ocultandose detrás de unos frondosos arbustos y el cubrió su boca evitando que una risa saliera de esta.
-Shhh Helena no te rías- Susurró burlándose de su actitud, pues ambos estaban lo suficientemente cagados de miedo y aquello les causaba gracia.
-¡Vamos Leonard!- Gritó uno de los hombres seguramente apurando al tipo saqueador y en segundos un leve pero gran sonido a la vez se escuchó
-¡Carajo!- Gerard cubrió más la boca de Helena sabiendo que moriría de la risa ante aquello pues había escapado un pequeňo gas de su torpe trasero, pero no fue lo suficientemente ágil debido a que aquellos hombres habían escuchado todo.
-¿¡Hay alguien ahí!?-
-¡Ahora Helena!- Ambos salieron corriendo en dirección contraría y al voltear atrás, aquellos ladrones les miraban con cara confusa
-¡No pares!-
-¡Te pasaste Gerard!- Rió mientras las mejillas del muchacho se tornaban coloradas, ambos se detuvieron al borde de recibir un colapso por lo cansados que se hallaban sus cuerpos al tanto correr, el sudor resbalaba por la frente de Gerard mientras que Helena respiraba con dificultad
-¿Estás bien?- Colocó su mano en la espalda de ella tranquilizandola y comenzó a reír con fuerza
-¿No pudiste resistirte?-
-Querida estábamos al borde de la muerte o los golpes, así que preferí que mi trasero se despidiese, no iba a morir con un gas sostenido en mi estómago-
-Si no hubiéramos salido rápido de ahí, tu mismo nos hubieras matado-
-Mis gases no huelen mal-
-Voy a creerte- Sonrió
16 de noviembre de 1981
-¿Helena?- Gerard comenzó a preocuparse de la posición en la cual estaba ella, se hallaba sentada en la orilla del pequeňo lago en el cual habían acordado verse, sus facciones denotaban seriedad tal cual como si estuviera pérdida en un punto fijo -Helena- Recalcó él tomando el hombro de la chica y esta se exhaltó -¿Estás bien linda?- Preguntó sin nisiquiera pensarlo dos veces, a lo cual ella se abalanzó a sus brazos y pudo notar un mediano raspon en su mejilla
-¿Que sucedió?- La tomó en brazos apretandola más hacía si mismo.
-Las cosas están completamente mal-
-Tranquila, Shhh...todo está bien mientras te quedes conmigo, Hel- Besó su frente con seguridad de que no la soltaria ni la dejaría caer jamás.
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The Ghost of You (Gerard Way)
Short StoryAlgunas personas mueren todos los días, sin dejar de respirar.
