Opuestos

Capitulo 6

-Demonios Emily- Gruñe la castaña a mi lado.

Estamos sentadas en la parte de atrás de la universidad tomando aire fresco para poder esperar nuestra siguiente clase. Es estresante tener que aguantar a los profesores y sus malos tratos con los alumnos.

-Pesas mucho mujer- Estoy acostada encima de ella. Me duele la cabeza y la mejor forma de aliviarlo es estar molestando a la castaña que esta aquí al lado mío.

-No seas exagerada- Río por la mueca en su cara. Me empuja con sus dos manos y me tira al césped.

La miro mal y me sacudo mis pantalones negros quitando el pasto pegado en ellos. La castaña se levanta y me ayuda a quitar el pasto de mi cabello.

-Jodes mucho Thompson- Mueve su cabeza a los lados negando, entre cierro mis ojos mirándola seria.

-Tu seras muy tranquila rizos- Digo con sarcasmo y le jalo un mechón de su cabello.

Ignora mi comentario y se quita sus lentes Carolina Herrera guardándolos en su estuche con cuidado.

-Sera mejor que regresemos Rizos- Asiente y me empuja a un lado con su cadera.

Agarro mi mochila del pasto y me la cuelgo en mi hombro derecho caminando hacia la castaña esperándome tecleando en su celular.

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Camino por las silenciosas calles de mi vecindario escuchando a Halsey por mis audífonos conectados a mi celular de mi Playlist.

Un escalofrió recorre mi cuerpo entero estremeciéndome, me quito los audífonos de mis orejas volteando a los lados sin ver a nadie por la calle. Me giro y desconecto los audífonos del celular por si tengo que hacer una llamada de emergencia, no quiero volver a pasar por lo mismo que hace unas noches atrás y estar de nuevo en un hospital.

Nuevamente la sensación de ser observada me alarma y acelero mis pasos tratando de ocultar mi nerviosismo y mi miedo.

Llego a la puerta de mi casa y saco las llaves de mi bolso pero se me resbalan de las manos cayendo a un lado de mis tenis.

Respiro hondo tranquilizándome pensando que solo es mi paranoia y me pongo de cuclillas para recoger las llaves. Me levanto con las llames en la mano y abro la puerta sintiendo una rafaja de viento pasar por mi lado estremeciéndome.

Entro al interior de mi casa con todo apagado sin rastro de mi madre. Extrañada enciendo las luces de la sala de estar, cuelgo mi chamarra en el perchero al lado de la puerta y dejo mi mochila en el asiento del sofá.

Camino hacia la cocina encendiendo las luces fijándome por si dejo alguna nota pegada por algún lado. No veo nada ninguna nota o algún papel avisándome si mamá estuvo aquí, desde que me fui no la he visto y no me ha mandado ningún mensaje.

Le he dicho muchas veces a mi madre que me llame a mi celular si tiene que avisarme que llegara mas tarde o hasta el día siguiente, me enoja que deje notas pegadas en el refrigerador o en el comedor ya que casi nunca las veo o luego las deja debajo de la comida o de alguna medicina sin que pueda yo verlas. Pero esta ves no hay nada, me preocupa la idea de que algo le pueda pasar a mi madre.

Mi celular vibra en mi bolsillo trasero, lo saco para ver si es algún mensaje de mamá o algo pero solo es Amy mandando fotos de su cara haciendo muecas.

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Me encuentro recién bañada con mi cabello oliendo a coco y mi cuerpo a frutas por mi crema. Voy al tocador y me cepillo el cabello desenredandolo lentamente con pereza.

La puerta de mi habitación se abre con fuerza azotando contra la pared asustándome por el impacto de este. Me levanto con rapidez de la silla de mi tocador y tomo mi celular de la cama apretándolo en mi pecho por el susto. Mi corazón palpita con rapidez retumbando en mis oídos.

¿Qué demonios esta sucediendo?

El viento frió de la noche entra por mi ventana estremeciendo cada fibra de mi cuerpo cubierto por una blusa y short de corazones rojos cubriendo muy poco la pálida piel de mi cuerpo.

Cierro mi ventana sin hacer mucho ruido poniéndole seguro tratando de evitar que vuelva abrirse.

Me quedo congelada, mi respiración poco a poco se va acelerando. Unas grandes y heladas manos rodean con fuerza enterrando sus dedos en mi cintura lastimándome.

-Nos volvemos a encontrar Emily-