17.Una promesa

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En ese mismo minuto,esa enfermera tímida y frágil fue una mujer,Peter se encargó de enseñarme a querer,también a saber que era el amor verdadero.El amor que no entendía de tiempo,ese que cuando llega,llega.No importa si conocés a esa persona desde hace muchos años o si estuvo siempre para vos,porque sólo en un cruce de miradas podés caer rendida a ese sentimiento tan poderoso que escapa al control del tiempo,porque simplemente el amor,es algo que no se puede medir con nada ¿Que éramos? Peter y yo no éramos nada pero yo planeaba una vida junto a el,en todos mis planes aparecía el,con cada caricia me imaginaba nuestras alegrías y momentos amándonos sin temor.Ni amigos y mucho menos novios.Éramos ese intermedio que dolía en mi corazón pero que también lo hacía latir fuerte.

Sus labios atraparon los míos otra vez,me aferré a su cuerpo mientras sus manos subían por mis piernas con suavidad,estremeciendo mi piel.Quemando mi cuerpo fue trazando círculos en mi muslos,haciéndome gemir de la excitación.Acaricié su espalda enterrando mis dedos en ella,trazando cada tramo de ella,al tiempo que lentamente sacaba su remera,sin dejar mis labios término arrancándola de un sólo tirón, nuestros ojos se miraron fijamente,Peter acarició mi rostro y con su respiración agitada,intentó hablar.

-¿Estas segura? Yo no quiero hacerte daño-Me dijo deteniéndose en mis ojos.

Le dediqué una sonrisa, yo era virgen,jamás había tenido una relación madura con un hombre,que el fuera el primero me alegraba pero también me llenaba de temor el cometer un error.

-Estoy segura Peter,quiero estar con vos...ahora-Respondí tomando su rostro entre mis manos.

Volví a besarlo esta vez curvando mi cuerpo,mientras Peter sacaba mi pollera,con miles de caricias,cada vez se volvieron mas atrevidas,el color inundó mis mejillas cuando mi sujetador desapareció y el me examinó fijamente,tomó mis manos para volver a depositar mi cuerpo en la cama, El se puso encima de mi cuerpo haciendo jadear mi garganta,sintiendo como su amigo se endurecía al sentir mi feminidad.Empezó a besar mis mejillas bajando a mi cuello con lentitud.Peter gimió y no pude evitar dar un pequeño grito mientras sus manos apretaban las mias,el calor de nuestros cuerpos sudados,comenzaba a notarse.Me sentí excitada al punto de susurrar su nombre una y otra vez,llamándolo con amor y constantes jadeos,sentí como mi cuerpo se estremeció cuando bajo por el,llenándolo de besos para llegar a mi short,los bajo lentamente,junto con eso la ropa interior que quedaba y cuando sus labios volvieron a subir por mi cuerpo,el calor me consumió,lo bese con fuerza y pasión mientras que Peter se liberaba de sus pantalones enrede mis piernas en sus caderas,volvió a ponerse sobre mi moviéndose contra mi cuerpo. Los dos estábamos desnudos y sentir nuestros cuerpos rozándose nos hacia estremecer,El respiró agitado y todo mi mundo se volvió placentero cuando se hundió sobre mi,juntando nuestros cuerpos moviéndose hacia adentro llevándose mi castidad lejos,ahogue un grito cuando salió y volvió a entrar, me aguanté las ganas de llorar producto de ese ardor tan profundo,besé su espalda lentamente sintiendo como mi cuerpo comenzaba a deslizarse suavemente bajo el suyo,mientras mis senos rozaban su torso desnudo y sus manos acariciaban cada zona de mi cuerpo,Peter mordió mi cuello de una forma enloquecedora,haciendo que miles de emociones azotaran mi cuerpo, gemió en mi oído mientras se hundía una vez más,el dolor fue pasando poco a poco,convirtiéndose en placer y ganas de más,casi como un trago de aquellos que solíamos tomar con las chicas, moví mis caderas al compás de cada uno de sus movimientos.Yo sentía la calidez de su cuerpo,mientras sus manos acariciaban mi cintura,con sus manos recorria mi cuerpo desde mi rostro hasta mis piernas que solo pedían más de el,pasé mis manos debajo de su torso y lo acaricié lentamente mientras sus labios volvían a los míos.Fue moviéndose cada vez más rápido a la vez que apretandome a su cuerpo nos acomodaba entre las desordenadas sabanas.
Ambos respirábamos cada vez mas fuerte. Aceleró un poco el ritmo hasta que nuestros cuerpos calleron rendidos,una sensación única de los que significaba ser suya,Peter se hundió por última vez dentro de mi, diciéndome al oído lo mucho que me quería y que jamás pensaría dañarme. Tuvimos nuestro primer orgasmo juntos.Para muchas chicas tal vez era estupido que la sonrisa no se quitara de mi rostro,una tonta sonrisa que demostraba que yo jamás seria la misma,en ese momento había dejado de pertenecer a mi misma y lo más importante yo no era más una chica cualquiera, desde ese momento me había convertido en una mujer,al menos así quería verlo.

El Nuevo Paciente {laliter}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora