33.Lo que más duele.

790 54 25
                                    

Daba vueltas en circulo,los minutos pasaban lentos casi como si pasaran horas. Estaba inquieta, solo quería tener noticias que no fueran tan malas como las anteriores, ya las ganas de llorar no existían, mi interior estaba seco.

«No quiero volver a verte» Dolía demasiado, estaba tan pérdida conmigo misma, tan decepcionada con la vida que no importaba que el mundo se cayera a mi lado. Las palabras de Peter, ya las había memorizado tan bien que mi mente solo tenía lugar para eso.

Las personas al rededor gritaban,unos por comida y otros simplemente se lamentaban. Estaba asustada, en un lugar asqueroso, parecía un verdadero nido de ratas.

Bajé la mirada con frustración juntando mis labios.

-¿Mariana Espósito?-Preguntó un oficial.

Levante la vista con rapidez, viendo al hombre parado frente a mi. Tuve la esperanza de ser liberada,pero se fue al ver su expresión dura.

-Tiene una visita-Declaró.

Mis ojos se abrieron, asentí con mi vientre en un nudo ¿Una visita? Por lo visto, aun me quedaba pasar por más.

Aquel policía se fue caminando hasta el fondo del pasillo, por donde una hora antes había entrado a la celda. No podía ver claro, era lejos y estaba en mi lado contrario por lo que me resigne esperando en mi lugar.

Me limite a mirar el suelo.

-Al fondo a la derecha-Oí al hombre dar indicaciones.

Unos pasos se fueron acercando, un calor llegó hasta mi rostro y cuando vi los ojos verdes de Eugenia frente a mi, la emoción fue demasiada.

Sonrió.

-Hola...-Saludo con su mano.

Se veía hermosa, su cabello rubio caía sobre sus hombros parecía suave como la seda,era parecido a una artista famosa, viendo a su sirvienta... No, no era así pero parecía. Sus manos se apoyaron en la reja que nos dividía. No era para nada un lugar para tener una conversación.

La miré con mis ojos aguados, de seguro ella tampoco me creería.

-Hola, Eugenia-Le dije creando un mohín con mis labios.

Ella apoyo su frente en la reja y sus ojos me observaron con detenimiento. 

-Supe lo que paso-Me dijo con pesar.

Me sentí intimidada, por una vez en mi vida sentí como si por unos cuantos segundos estuviera viendo frente a mi los ojos de Benjamín, sus ojos llenos de lujuria, sus manos queriendo tocar mi cuerpo y su voz ronca llena de malos deseos.

Mis ojos se llenaron de miedo.

-El...quiso abusar de mi-Susurré aguantando mis propios escalofríos.

Sus ojos se sorprendieron,llevando las manos a sus labios sin poder comprender mis palabras.

-¿Que decís?-Preguntó llena de confusión.

Volví mi rostro al suelo.

-Lo que escuchás. Ese desgraciado me hizo ir a un hotel engañada y quiso violarme-Murmuré sin mirarla.

Guardó silencio un par de segundos que pasaron como una eternidad.Mi pecho estaba prisionero de la tensión, dolía mi alma y mi garganta estaba tan seca con demasiadas palabras a medio decir.

-¡Hijo de puta!-Maldijo por lo bajo.

Sus manos apretaron las mías fuertes mostrándome su impotencia. La mire con ojos aguados, sus ojos verdes me observaron penetrantes.

El Nuevo Paciente {laliter}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora