Pasamos a nuestros respectivos salones, el me dejo en el mío y el se fue al suyo, ya saben, la diferencia de grados no nos permite estar en un mismo salón.
Reviso mi celular y veo 3 mensajes: 1 de Scott, otro de David y el último de mi mamá, regañándome por estar en línea cuando estoy en clases.
El mensaje de Scott decía: "Tenemos que vernos, tengo que decirte algo, te espero en la salida 😉😚😏"
Y el mensaje de David decía: "Buenos días, perdón si dije algo inapropiado el otro día, es que me sigues gustando y cuando te vi ese día, me percate de tu belleza y lo bonita que te has puesto en los últimos años y bueno... Quería intentar algo, lo siento hermosa, lindo día."
No conteste ningún mensaje debido a que el profesor de física me quitaría el celular pero bueno.
David es un viejo amigo de Kínder y primaria, cuando salimos de primaria, no podíamos contactarnos ya que no sabía su número telefónico, correo, Facebook, nada. Hasta que por casualidad lo encontré en un Starbucks de una plaza, hablamos por horas y me pasó su whatsapp para seguir en contacto, ya había olvidado lo gracioso, lindo y caballeroso que era conmigo. Recuerdo que de pequeños, yo le gustaba y me compraba dulces y me mandaba cartitas, como todo niño pequeño enamorado, pero nunca correspondí, era mi época de: ¡Iugh! Niños.
El Viernes pasado, salimos a comer un helado y me pregunto si me podía robar un beso, yo no tenía idea de que hacer o que decir y lo primero que dije fue: no, perdón, me da pena.
¡ME DA PENA! Fue todo lo que se me ocurrió, que vergüenza pasé, me puse roja y bueno, salí corriendo con mi helado en la mano y casi tropiezo, gracias a esto, sin querer lancé el helado a un hombre de traje y me empezó a insultar de varias formas, pero juro que no era mi intención. (A eso se refiere con "el otro día")