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Una semana sin recibir notas

La chica de los pijamas se sigue sintiendo mal, casi destrozada. Después de tiempo pensando cree saber por qué, a pesar de ser ella la que quería que parase todo, se siente vacía.

Abuela, ¿puede gustarme alguien sin conocerlo?

Una semana sin escribir notas

El vecino había tomado la aburrida rutina de llorar todo el día, paseando de un lado al otro de la habitación, escribiendo pequeñas notas que iban siempre a la basura. Notas en las que depositaba todo su amor y dolor. Ya entiende el dolor agudo que han sentido tantas personas, el dolor de un corazón roto.

Mamá, ¿sabes qué es lo peor? Que la quiero y no pienso en otra cosa que no sea ella, ella y su desvergüenza, ella y sus locuras. En ella y sus pijamas.

¡hey, chica de los pijamas! » uno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora