Avatar: La Leyenda de Siro

Libro 1: Errores - Capítulo 2: Un Nuevo Avatar

«Fuego, Agua, Aire, Tierra...Después de la paz y el equilibrio creados por los últimos Avatares, la injusticia vuelve a crecer en el mundo, y, tras la desaparición del Avatar Korra, todo ha caído en el caos nuevamente. Ahora, tras 34 años de completo sufrimiento, un nuevo Avatar ha nacido, y sé con toda seguridad que se verá destinado a salvarnos y a ayudarnos.»

Abrió los ojos despacio, y comenzó a visualizar los contornos de las cosas que le rodeaban, como el techo, unos cuantos cables y algunas lámparas apagadas, así es como supo que era de día. Cuando pudo orientarse mejor, fue consciente de que estaba sobre una superficie acolchada, algo parecido a una cama. También escuchó un monótono sonido a su lado.

Le dolía todo el cuerpo y le costaba muchísimo moverse, como si hubiese estado andando durante 8 horas seguidas. Se miró a sí mismo más detenidamente. Estaba, efectivamente, sobre una cama.

También le dolían los ojos, tanto, que apenas podía moverlos de un lado a otro sin que le entrase dolor de cabeza. Cuando recuperó por completo la conciencia, percató de un pequeño aparato que le retenía el dedo índice izquierdo, supuso que aquella era la fuente del ruidito que escuchaba desde hace un rato. Al mirar al frente,divisó allí a una mujer con una túnica negra. Sor Lussí le sonreía desde un sillón al otro lado de la habitación. Lo más seguro es que le fuera a decir algo como "Buenos días Siro, veo que has dormido bien" con una dulce expresión en el rostro, pero, en lugar de eso, su imagen se transformó hasta que se dio cuenta deque lo que antes era una túnica negra, se había convertido en una ajustada falda celeste, y aquella agradable sonrisa se convirtió en una seria mirada que miraba distraída hacia una revista en su regazo. Tenía el pelo castaño claro y recogido en una cola. Se desilusionó.

La mujer no pareció saber que Siro la estaba observando, cuando de pronto, alzó la vista y cerró la revista rápidamente.

- Vaya, ya te has despertado - dijo agradablemente. Es posible que aquella mujer no fuera Sor Lussí pero no se le veía como una mala persona.

- ¿Qué? ¿Por qué estoy aquí?- preguntó el niño confuso.

- Eso es justamente por lo que he estado esperando a que despertaras.-dicho esto, salió de la habitación un momento. Siro oyó unas voces, entre ellas, la de la mujer, y cuando volvió lo hizo con una libreta y un lápiz entre las manos. Esta vez no se sentó en el sillón de antes, si no que cogió una banqueta y se sentó a su lado, cruzando las piernas.

- ¿ Cómo te llamas?- preguntó.

El chico se mantuvo en silencio unos pocos segundos.

- Me llamo Siro- dijo finalmente. La mujer escribió algo en una hoja.

- Es un nombre muy bonito, dime Siro, ¿qué es lo último que recuerdas?

- ¿Porqué?- volvió a preguntar Siro, esta vez sin saber muy bien a lo que se refería.

- Unos pescadores te encontraron desmayado en la orilla de la playa de Bao Fu, por favor, intenta pensar cuando fue la última vez que estuviste consciente, Siro- le dijo amablemente. El niño comenzó a comprender mejor lo que estaba pasando.

- Consciente...estuve inconsciente, ¿verdad?-

- Así es, y queremos saber que te ocurrió.- dijo.

Siro siguió los pasos de la mujer e intentó pensar; recordaba unos temblores, unos soldados, ráfagas de fuego, y...el único suceso que no quiso recordar le llegó a la mente.

- Ah...eso....-suspiró el niño con desolación.

- ¿Qué ocurre?- le preguntó. Siro la miró con cara de "tengo que contárselo a alguien o voy a explotar" y volvió a mirar hacia abajo.