«Fuego, Agua, Aire, Tierra...Después de la paz y el equilibrio creados por los últimos Avatares, la injusticia vuelve a crecer en el mundo, y, tras la desaparición del Avatar Korra, todo ha caído en el caos nuevamente. Ahora, tras 34 años de completo sufrimiento, un nuevo Avatar ha nacido, y sé con toda seguridad que se verá destinado a salvarnos y a ayudarnos.»
Movió la ficha de madera lentamente arrastrándola 1 o 2 casillas hacia adelante. El hombre que estaba al otro lado del tablero de juego, lo miró con desinterés, y desplazó también una de las numerosas piezas que se encontraban en su porción de tablero. Así pasó el tiempo como unos 5 minutos, hasta que el desinteresado dejó de mover fichas.
— Todavía no me creo que quieras seguir con esto — dijo él.
— Ya te lo he dicho muchas veces, no dormiré tranquilo hasta que el avatar sea mi prisionero, hasta que ya nadie se interponga entre yo y mis ambiciones...
— No me refería a eso, me refería a ESTO. ¡Ya nadie juega al pai sho! ¿Tienes que hacer todo lo que el señor del fuego Iroh hacía?— se quejó.
El otro hombre sonrío levemente, siendo consciente de que estaba más obsesionado de lo que el pensaba.
— Por si no lo sabías, general Ryosuke, el pai sho es un gran juego de estrategia que ha ayudado a grandes gobernantes a ganar batallas, y no sólo eso, mejora la concentración y la autocalma...— dijo relajadamente mientras movía otra pieza.
El hombre llamado Ryosuke se tumbó hacia atrás con las manos en la cabeza.
— ¿No vas a seguir jugando?— le preguntó. El otro no le contestó, en lugar de eso, abrió un ojo y volvió a cerrarlo.
— Vale, haz lo que quieras, seguiré jugando sólo.— afirmó relajadamente.
— ¿Sabes? Para ser un enemigo de la paz y un villano eres demasiado...demasiado...poco cruel — le sugirió Ryosuke.
— Yo no me denotaría como villano, más bien, un justiciero, un gobernador, un unificador...En fin, sé lo que hago — le contestó sin apartar la mirada de la mesa.
— Ja, ja, ¿Justiciero? ¡No me hagas reír!
— Tú dí lo que quieras, cuando consiga el poder que el avatar tiene, nadie podrá reirse o ir en mi contra siquiera.
— Si matas al avatar no servirá de nada, lo sabes, ¿no?— dijo esta vez más serio.
El otro hombre le miró.
— No he dicho que vaya a matarlo, si lo hiciera sería un problema, con lo que nos ha costado encontrar a este si lo matáramos tendríamos que volver a encontrar a uno nuevo, un problema en el que no querría involucrarme.
— De todas formas, no me gustaría estar aquí cuando lo traigas, no hay que subestimarlo, han sido muchos los que han intentado capturarlo y nunca les ha salido bien.
— Hace unos años hubo un hombre que casi rompe el ciclo
— Ah, te refieres a Saheer, ¿no?, el pobre tenía buenas intenciones, pero fallaron las formas...
— ¿Que fallaron las formas? Las formas siempre fallan, incluso las mías.
— ¿Qué?
— Escúchame bien general Ryosuke, probablemente no entiendas nada de lo que te esté diciendo. La primera vez fallé, no se como el avatar pudo salir de esa, pero te prometo, y prometo en el nombre de toda la nación del fuego que esta vez nada saldrá mal. — dijo apoyándose sobre la mesa.
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Avatar: La Leyenda de Siro
AventureLa guerra ha vuelto a invadir el mundo. Mi padre me contó historias sobre gente que aún conserva el deseo de unificar la nación del fuego. Justo cuando parecía que el avatar Aang había traído una verdadera paz al mundo, todo su trabajo resultó ser e...