cap 1
"La vida es corta, siempre lo supe... era la primera vez que lo sentía, en un segundo pierdes todo"
Regresábamos de un viaje largo en auto en donde fuimos a visitar a mis abuelos de Eslovenia, íbamos en camino a casa desde el aeropuerto cuando los semáforos de la calle comenzaron a volverse locos, papá no sabía si detenerse o seguir manejando hasta que decidió parar, segundos después un auto embistió al nuestro y lo sacó girando como dos cuadras, quedé inconsciente y solo pude sentir cuando un paramedico me subió a la ambulancia diciendo: "el pequeño es el único sobreviviente"
Mi nombre es Mihael Keehl pero me han llamado Mello, tengo 5 años de edad y voy en tercer grado de escuela primaria, así es, me adelantaron a tercer año porque a los 4 ya sabia leer, sumar y restar, me decían que era un niño súper dotado y eso me alegraba, aveces ayudaba a mis compañeros con las operaciones, mi vida ya no sería igual después del accidente. Estaba en una cama de hospital con mi brazo enyesado y tenía muchas ganas de asomarme a la ventana y ver la calle después de tantos días encerrado; me levanté y quité mi mano del soporte que colgaba de un tubo para poder levantarme, cuando me asomé había unos policías arrestando a un chico de unos 15 años y vi a otro que escapaba por una ventana baja, era de mi edad -¿Tan chico y se metía en problemas legales? No puede ser, que mundo- susurré para mis adentros hasta que entró una enfermera para interrumpir mi soliloquio.
-Enfermera: Mihael no puedes levantarte así de la cama
-Mello: -Decidí no responder y sólo me dirigí de vuelta a mi cama sin siquiera mirarla
-Enfermera: eres bien portado Mihael pero no debes levantarte hasta que el doctor te lo autorice ¿de acuerdo? -Dijo en un tono calmado acercándose para taparme y ponerme una charola de comida al lado- ¿podrás comer solo?
-Mello: -asentí con la cabeza tomando la cuchara y comenzando a comer hasta que ella se fue- no soy ningún inútil, puedo comer perfectamente bien solo, mi cociente intelectual es mayor al de usted y todas las enfermeras aquí -después de decir eso continué comiendo, recuerdo que mi madre siempre se preocupaba porque yo comiera bien y decía que cuando muriera seguiría viniendo a revisar que yo comiera como debía, no quería decepcionarla así que seguiría comiendo como siempre.
Salí del hospital una semana después con mi brazo curado por completo, afuera me esperaba un hombre algo mayor en un auto antiguo, supongo que es el que me llevará al orfanato.
Watari: Mihael Keehl ¿cierto? -el hombre sonaba bastante amable a decir verdad-
Mello: si, hola.
Watari: Hola, Mihael ¿Estás listo?- dijo abriendo la puerta del auto- iremos al orfanato
Mello: estoy listo -me subí y me dedique todo el viaje a mirar por la ventana respondiendo sólo a cosas como: que edad tienes, y preguntas típicas-
Watari: por cierto, en la Wammy's House, por seguridad utilizan apodos
Mello: Seré Mello...
Watari: de acuerdo, ¿alguien conoce ese apodo?
Mello: -negué con la cabeza aún mirando por la ventana- solo mi madre pero... está muerta
Llegamos al orfanato por fin, era un edificio algo grande con biblioteca y salones amplios, me llevó a mi habitación la cual compartiría con un tal Matt...
Dos semanas antes
Los señores Jeevas volvían a discutir, el estaba ebrio y ella gritaba y lloraba, tenían sólo un hijo de nombre Mail de 7 años de edad, el estaba en su habitación jugando con un videojuego portátil como siempre hacia cuando sus padres discutían, de un momento a otro los gritos de sus padres se callaron repentinamente y su madre entró llorando y cubierta con algo rojo... Sangre!
Sra: Mail! hijo, debemos irnos -buscaba entre los cajones del niño un suéter amarillo y lo sacó de ahí subiéndolo al auto-
Mail: ¿en dónde está papá?
Sra: papá tuvo un problema -decía arrancando el coche y tomando de una botella de alcohol hasta quedar ebria y adentrarse en el bosque-
Mail: ¿Dormiremos aquí? -el niño estaba asustado pero trataba de no mostrarlo-
Sra: Mail... es hora de reunirnos con tu padre
Ella condujo hasta las vías del tren y apagó el motor del auto, siguió bebiendo de la botella y llorando sobre el volante, Mail estaba aterrado e intentaba abrir la puerta sin éxito alguno; tomó su videojuego portátil, que era algo duro y rompió el vidrio de la ventana, su madre al percatarse de eso rápidamente volteo para tomarlo del suéter y evitar que escapara, la luz del tren y el sonido del silbato se acercaban cada vez mas al auto...
*CONTINUARA*