El alma del guardián-Fairy Tail

Capítulo 2: Aika Kurenai

Aika se quedó esa noche en la casa de Lucy,principalmente por dos sencillas razones la primera no iba a dejar a la chica irse a casa de Natsu,cuando el peli-rosa se lo ofreció, y segundo, el rubio se había ofrecido sin siquiera tener un lugar donde quedarse. Así que Lucy decidió irse con Aika y Sting se quedaría en casa de Natsu y problema solucionado.

A la mañana siguiente:

Las dos chicas caminaban de vuelta al departamento de la mayor, habían ido a comprarle ropa a la de ojos burdeos, ya que no podían ir por ahí con la ropa prestada de Mirajane.Después de un cambio de ropa de ambas, se fueron al gremio, donde se escucho más de un silbido para la nueva.

-La verdad es que te queda muy bien esa ropa y el pelo recogido-comentó Lucy, sentándose en una de las bancas.

-Gracias-respondió Aika sonriendo, enredado la parte roja de sus cabellos en el dedo-me gusta llevar el pelo recogido

-Oh! Se me ocurrió algo, ya que no recuerdas tu apellido será Kurenai, significa carmesí,igual que las mechas de tu pelo-dijo feliz la rubia, cosa que pareció gustarle mucho a la otra.

-Aika Kurenai..¡me gusta!-exclamó feliz, la verdad es que le faltó tiempo a la de las mechas para contárselo a Sting y Natsu cuando entraron al gremio.

Aunque ese buen rollo no duró mucho, ya que el maestro les recordó que mañana irían de misión y que era muy importante, además el maestro creía que Aika podría descubrir si tenía magia o no, si se encontraba en la situación determinada.Al dragon slayer de luz no le hizo mucho chiste,esa especie de terapia de choque para fomentar la magia de la joven, bueno Aika y él tenía la misma edad, a la chica solo le faltaban unos centímetros para ser como el rubio de alta.

Durante el transcurso del día no pasó nada alentador, ya que Erza prohibió cualquier conflicto, entre los magos, en especial a Gray y Natsu ya que mañana les tocaba trabajar y bien.

-Entonces el chico que se desnuda..no lo hace a posta-preguntó incrédula Aika mirando a los dos rubios, que le habían presentado por encima a cada miembro del gremio.

-En efecto, es una manía extraña, tranquila no hará nada raro-dijo Lucy riéndose.