Silueta de Amor

Capitulo 10. Notas perdidas

Senti algo pesado por mi cintura, por un momento pense que era una almohada pero cuando fui a palpar que era me di cuenta que era un brazo y una mano grande abrazandome. Di un brinco, aun anonadada no habia caido en cuenta que esa noche Daniel habia durmido aqui. Me di la vuelta y vi su rostro tierno y en paz y como su respiracion era tranquila y lenta. Escuche el "tic, tic" en la ventana, un pajarrillo se poso y estaba chocando su pico con el borde de la ventana. Note que esto desperto poco a poco a Daniel. Me vio y me dio una sonrisa, era de alivio aun se le notaba la tristeza en la curva de la sonrisa.

-¿Dormiste bien? -le susurre

- Muy bien, bueno no queria despertar. Con eso te digo todo.- estabamos tan cerca y no pude evitar pensar en cuanto daria por que fuera Jason para besarlo, sentir esos labios. Esas caricias en mi espalda como aquella noche. Soñarlo era maravilloso, aterrizar y ser un poco mas realista era la perdicion.

-¿Quieres que te traiga el desayuno? Ya me llega el aroma del desayuno.

- No, no te molestes en hacer eso. Yo puedo. - le dije tratando de levantarme, tenia que admitir que mis piernas me mataban

-No, quedate en la cama. Se que estas cansada. - sin dejarme decir otra palabra salio disparado al pasillo

Daniel era un caballero y un amigo unico. Guapo, eso me da lastima. Porque se que es un chico sacrificado y el no se merecia nada de esto. En cambio yo, yo me meresco que me lleve un tsunami. Alguien toco la puerta y sonrei. Toco dos veces y luego ci nco veces repetidas. Sabia quien era.

-Pasa papá.- me sente en la cama aun con las sabanas hasta mis caderas. Dudo que tenga conocimiento de que Daniel durmio aqui, se veia muy relajado y si llega a saberlo lo sacaria con escobazos. O tal vez Giannina.

-¿Como ameneciste bebé?- se sento en el borde de la cama

-Lo suficiente bien, tengo una hambre. - eso significaba que estaba tranquila. Ya que, cuando siento que quiero morir, mi estomago entiende eso muy literal y no me deja comer.

- Que bueno, porque se que esto no es facil y no pretendo que lo superes de la noche a la mañana pero viniste aqui con un proposito y no puedes desaprovechar el tiempo aqui en Italia. Asi que esta tarde Giannina hara una cena para la familia.

-¿Familia? Osea como todas noches. Lo se papá.

- No, con tus tios y primos. Veras, tienes una familia muy extendida de mi parte. Claro yo me he alejado, pero al minuto que se enteraron que tu y yo estamos aqui llamaron a Giannina desesperados. ¡Quieren verte!

- No lo se papá, no me siento lo suficientemente bien para ser agraciada con la gente. No quiero ser grosera.

-Princesa, que olvides y trates de seguir viviendo no cambia lo que sientes. Rie hoy, llora mañana. Repite esto todos los dias. - me sonrio y me echo el brazo por mis hombros. Me acurruque en su pecho como una niña pequeña, e inhale el olor a lavanda tipico que tenia sus camisas de botones blancas.

-Esta bien papá, hare el esfuerzo. - en eso momento Daniel toco la puerta entre abierta, traia en s us manos una bandeja de madera clara. Podia ver a asomado un vaso con jugo de naranja.

-Ok, los dejo solos.- me dio un beso en la frente y cuando se levanto le toco el hombro a Daniel.- No creas que no se que estuviste aqui a noche. Pero confio en mi niña, asi que te estoy dando un privilegio.

-Si señor. - contesto nervioso. Papà asintio y salio de la habitacion cerrando la puerta.

Daniel se me acerco con una sonrisa. ¿Acaso le daba gracia esto? Esta loco, que pensara mi padre de mi.

- ¿Porque sonries asi?

-Es un poco gracioso...- dejo la bandeja en mi piernas -...que tu papá piense que hay algo entre nosotros.