Capítulo uno : El sobre.

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Me desperté, no por el sonar de los pájaros en mi ventana, sino por el grito de mi hermana. Salí de la cama decidida a colocar una mordaza en la boca de ella para que así dejara de gritar, bajé las escaleras hasta llegar al piso inferior de mi casa, caminé siguiendo los pequeños chillidos de mi hermana, los cuales me llevaron hasta la cocina en donde se encontraba toda mi familia.

-¿¡Te podrías callar!? -le grité a mi hermana apenas estuve frente a ella.

-No lo haré, tú no me mandas. -respondió y siguió con su escándalo.

La miré mal y caminé hasta la silla entre mis dos pequeños problemas, quiero decir, hermanos.

-Uno de los dos me explica ¿Por qué Alina grita como una enferma? -pregunté viendo a los mellizos.

-Mamá le compró, -Calvin susurró y luego miró a su hermano Marco.

-Entradas para el concierto de esa banda que le gusta. -completó Marco.

Ahora todo estaba claro, mire a mi hermana, la cual veía entre sus manos el pequeño papel. No me imagino qué tuvo que hacer ella para que mi mamá se lo comprara.

Los chicos comenzaron a comer, al igual que todos, menos Alina, creo que aún está algo fuera de sí por la entrada.

-April, tengo algo para ti. -dijo mi madre, vi que se levantó y caminó hasta su bolso, del cual saco un sobre-Toma.

Agarré el sobre y lo abrí, para encontrarme con una entrada para el concierto de la banda que le gusta a mi hermana. Miré a mi madre, quien tenía una sonrisa en su rostro, luego comprendí lo que esto significaba, tenía que hacer el papel de niñera.

-No, no y no. -coloqué la entrada en el sobre y se lo di a mi madre- No seré su niñera, no iré a ese concierto en donde habrán miles de adolescentes con las hormonas vueltas locas.

-Pero April, tú también eres una adolescente.n-se quejó Alina

-Corrección hermanita, soy mayor, así que no iré. -miré a todos en la mesa, mi hermana con cara de perrito, mamá igual, papá con su periódico y mis hermanos comiendo.

-Haré lo que quieras. -suplicó.

-No.

-Por favorcito. -dijo arrastrando la 'o'

-No.

-Haré tus deberes hasta el día del concierto.

Miré a mi hermana y, pensándolo bien, no estaría mal que hiciera todo mi trabajo.

-Vale, pero no solo hasta el día del concierto, sino también dos semanas después de él. -Miré a mi hermana la cual hizo una mueca y luego miró a mamá.

-Está bien, lo haré. -aceptó.

-Bien, iré a ese concierto. -dije no muy convencida. Mi hermana saltó para así abrazarme.

Vamos April, un mes sin hacer deberes. Además dos semanas después eso, lo vale dijo mi consciencia.

Tienes razón.

Le correspondí al abrazo que me daba mi hermana y comencé a comer.


April l.hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora