Capítulo 6

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Había caído en la barra de la cocina, pero no me dolió, caí y luego luego me levante.
- Qué te pasa Támara?!- Le grite cuando me levante
- Que, qué me pasa?, JA que me cres estúpida?- dijo acercándose otra vez a mí- años esperando a que este día llegara, cres que no se que eres?- ya estaba otra ves a centímetros de mi cara
- No se de que hablas- le dije alejándome lo más que pude de ella.
- ahhh no?, no soy estúpida Hera, se que eres una Sirena- dijo con una cara de asco- y no cualquier sirena sino la sirena más poderosa que creé que puede derrotar a mi padre...
-  Hera, estés tú?, Tams estas aquí- llegó medio dormido Athan - Por dios que paso?!- me dijo cuando vio toda la fruta regada en el suelo.
- Ay amor- dijo támara acercándose a mi hermano- Es que yo baje a buscar algo de agua y de repente escuche un ruido me asuste y era tu hermana que acababa de llegar, se tropezó y cayó en la barra tirando todo- dijo con una cara de mustia hipócrita
- No es cierto Athan, ella me aventó a la barra- dije con ojos de suplica. Para mi mala suerte la piña colada a la cual solo le había tomado un sorbo tenia mucho alcohol y Athan lo noto.
- Acabas de llegar Hera? Y llegar borracha
- sí y no, Athan si acabo de llegar pero no estoy borracha. Athan, Támara me aventó.
- No te creo Hera, cómo puedes culpar a Tams?- Athan me vío con la cara de decepción que había sacado de papá, esa cara que me hacia sentir pequeña de nuevo cuando papá me castigaba por romper alguna de las muchas tazas de porcelana de mamá. Athan se fue llevándose a Támara con el, dejándole con el desastre y con la confucion más grande  que antes.
Que había dicho Támara?Había dicho algo de su padre. La familia de Támara era socia de mi padre, bueno el padre de Támara era socio de mi padre, eran muy amigos entonces hace años su familia y la mía salían de vacaciones juntas, recuerdo que desde siempre mi madre y su madre querían que Athan y ella terminaran juntos, pero a mi hermano no le gustaba ella, un día ella le había robado un beso a mi hermano y el lloro tanto diciendo que odiaba a las niñas y a ella por transmitirle bacterias, después de eso Támara se fue a un internado por siete años y cuando regreso era hermosa, mi hermano se enamoro luego luego de ella y empezaron a salir, llevan  cuatro años de noviazgo y ella siempre fue muy linda conmigo. Dijo que yo no podría destruir a su padre? Me puse a recoger y limpiar todo lo que había en el suelo, pero no dejaba de pensar quién era ella?. Termine de limpiar y subí a mi habitación,cuando subí el último escalón  sentí como que alguien me observaba, supe luego luego que era Támara observándome desde la habitación de Athan, corrí por el pasillo entrando a mi habitación y cerrando con seguro. Qué tenia que hacer, me senté en mi escritorio abrí mi lap y me puse a buscar sobre Océano, Sirenas y los dioses del olimpo.
No encontré mucho, sólo lo que ya me había dicho Zoe, que antes Océano era el que gobernaba pues como su nombre dice, los océanos. Y de las sirenas pues solo que son mujeres con cola de pez que hechizaban a los marinos con su canto, nada nuevo. Me acosté en mi cama pensando todavía en lo que había dicho Támara a quién tengo que derrotar para que suelten a Adelphos, o como era?, bueno como sea, Zoe dijo que tenía que derrotar a Océano para así hacer paz en los mares o algo así; y Támara dijo que yo jamas iba a derrotar a su padre.
Esta concentrada en eso que se me olvido por completo que Alex me había hablado.
Me quede dormida hasta que un ruido extraño me despertó era como si estuvieran tocando la puerta, abrí mi ojos para ver quien estaba tocando ya que en la noche había dejado el seguro por miedo a que Támara entrara en la noche y me matara mientras dormía.
-Quién es?- dijo en medio de un bostezo
- Señorita, soy Mari, el joven Athan me dijo que tal ves necesitara que le llevara el desayuno a la cama.
Ash Athan cree que estaba borracha, me pare de la cama y fui abrir
- Gracias Mari
- De nada señorita, va a salir?
- ahh no Mari, por?
- Bueno es que se ve muy arreglada y hermosa.
Mierda se me había olvidado lo de la transformación a hermosa sirena
- Este, no Mari. Gracias por el desayuno.
Le cerré la puerta antes de que dijera otra cosa. Deje la bandeja con el desayuno en el escritorio y corrí al baño. Me  vi en el espejo y supe que nada de lo que había pasado anoche había sido un sueño. No tenia la cara como la de alguien que de acaba de despertar, la tenia como la de alguien que se na había pasado horas arreglándose para salir.
Regrese al escritorio y me dispuse a comer lo que Mari había preparado, unos huevos revueltos con chilaquiles súper picosos supuse que eso había sido idea de Athan, cuando el llegaba borracho a la casa al día siguiente no se quería parar ni hacer nada le dolía la cabeza, él decía que era "la cruda". Jamas había sentido "la cruda" y hoy no iba a ser la excepción. No me comí los chilaquiles no me justaban picaban mucho, tampoco me tome el café estaba súper cargado, parecía café con una gota de agua, también supuse que era idea de Athan.
Me metí a la regadera.
Me tarde demasiado bañandome y cambiándome ya que no quería salir y encontrarme con Támara. Parecía que ella vivía en mi casa.
Busque mi libro Under the dome. Tome la charola y baje, ni siquiera vi se Támara estaba o no sólo entre a la cocina deje la charola en el fregadero.
Agarre las llaves de mi coche y salí de la casa.
Fui hasta la cafetería que estaba frente al "antro" al que había ido la noche anterior con Zoe. Pedí un capuchino, me lo dio un chavo que estaba embobado conmigo y para colmo me dio mal en cambio. 
- Oye?- me grito el tipo antes de que me sentara- puedo saber el nombre de la dueña de mi corazón?- dijo en tono súper cursi, supuse que se dio cuenta de que no entendí a su pregunta porque después agregó- es el tuyo señorita.
- Ohhh, Perdón. Soy Hera- dije con la cara como jitomate
- Eres hermosa Hera, yo soy Lucas- dijo tomando mi mano y besandola.
La aparte
- Un placer conocerte voy a sentarme- dije asiendo caso omiso a lo que decía
- Lucas no te pago para que ligues con las señoritas!!!- le grito un señor al otro lado de la barra
- Voy a trabajar señorita, usted es la musa que me da la inspiración para hacer bien mi trabajo
Lo ignore. Me fui a sentar, abrí mi libro y me puse a leer. De repente alguien entro a la cafetería.

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