Capítulo 27

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Hera

Desperté un poco confundida, hace tanto tiempo que no descansaba plenamente, me levanté me miré en el espejo y sonreí, me veían más tranquila y concentrada.
Ayer había llegado muy emocionada y pensaba contarle a Zoe todo, sólo  que ella se veía tan pensativa que me pidió que fuera al siguiente día y que fuera a dormir, al inicio me resultó extraño, quería preguntarle que era lo que la mantenía tan preocupada y afligida pero ella no se veía de humor, a parte no había caído en cuenta de cuán cansada me sentía, tomé un rico y un poco largo baño, y cuando menos me di cuenta ya estaba acostada en mi cama dormitando, me acomode bien y deje que el sueño me venciera.
Hoy un poco más descansada baje a la cocina y note que algo faltaba, yo recordaba que bajando las escaleras cerca de la siguiente habitación había una mesa, me quedé pensativa un momento hasta que decidí que luego le preguntaba a Athan sobre esa mesa, me serví un poco de cereal cuando algo algo en el piso llamo mi atención, era una mancha como si se hubiera dejado mucho tiempo un poco de agua, parecía que se había tallado mucho pero la mancha seguía ahí,  eso se me hizo lo suficientemente extraño como para subir hablar con Athan, había dos posibles explicaciones, una; jamás me había dado la tarea de explorar con detenimiento mi casa ó alguien había derramado algo en el piso y había movido y/o quitado la mesa.
Sin más subi a la habitación de Athan y sin tocar pase.
-Oye sabes porque esta el suelo mancha...- no pude terminar de hablar porque cuando vi en la cama estaban Athan y Zoe muy abrazados, gracias a Dios estaban vestidos, me puse roja de vergüenza y decidí cerrar la puerta saliendo de la habitación. Athan salió después con un short y sin camisa
-Hemanita, no te enseñaron a tocar?- preguntó soñoliento
-Lo siento, pero crei que estabas solo, pensé que Zoe estaba en la bahía, siempre sale temprano para refrescarse un poco.
-Lo siento Hera, me sentía muy cansada- dijo Zoe saiendo de la habitación.
-Bueno alguno de los dos sabe que paso abajo?- pregunte señalando las escaleras - estoy casi segura que había una mesa ahí abajo.
-Ahh cierto, al parecer voy a deberles una mesa, vamos abajo Hera, necesito una taza de café - dijo ella bajando a la cocina, Athan le sirvió una taza de café y prendió la estufa para preparar algo de comer.
-Me vas a explicar que paso? Te ves en extremo cansada, y no quiero imaginar si mi hermano tiene algo que ver con eso- Athan me vio y se sonrojo
-No, Hera, tranquila.
-Pues ayer querían secuestrar a ti hermano
-¿¡Qué?!- grité,  ambos me miraron desconcertados, me tranquilice y dije en tono más tranquilo- Explicame que paso Zoe.
-Bueno ayer cuando  volví  encontré a Athan en una especie de burbuja de agua  cuando intenté romperla no pude y en eso apareció  Arennis, esté  me dijo que era para protegerlo, yo obviamente  no le creí absolutamente  nada, él  me explicó que la estrategia de su padre  consistía en secuestrar a Athan, así tendrían una clara ventaja sobre ambas- dijo ella viendo a mi hermano, la mirada que tenían ambos cuando se veían era tan hermosa, profunda era como su ambos se entendieran sin necesitad de palabras, eso!, eso  quería en mi vida
-Una idea de Tamara, debo suponer- dije irritada, Zoe asintió.
-En inicio no creí  nada de lo que había dicho Arennis, pero cuando estaba amaneciendo llegaron unos guerreros, cuatro para ser exacta, venían por Athan
-Espera- la detube- O sea se que estaba muy cansada, pero como es que no escuche nada de eso en la madrugada, tengo el sueño ligero.
- Ahh bueno, le pedí Arennis que pusiera una burbuja de protección en tu habitación y también una en la habitación de Athan, como último recurso.
Mire a Zoe preocupada
-Por qué  no me pediste que te ayudara?
-No iba a poder perdonarme si llegaba a pasarte algo
-Zoe, estamos juntas en esto, ambas somos más fuertes.- le dije tomando sus mano, en realidad estaba muy molesta con ella por no pedirme ayuda.
-Lo sé Zoe, pero nisiquiera sabia si era real lo que iba a pasar, a demás no mandan a los mejores guerreros hacer trabajos como esos
-Esta bien, pero si vuelve a pasar, espero pidas mi ayuda
-Si Hera, tranquila. Bueno después Arennis se encargó de dos, el plan era noquearlos para poder interrogarlos y saber cual era el siguiente paso, pero no pude  sólo noquearlo, al parecer  utilicé mucha potencia del rayo y termine matando a uno de ellos- cuando dijo eso, se veía un poco afligida- bueno cuando mueren empiezan a convertirse en agua salada, es el  porque está  la mancha en el suelo, intente limpiarla, creí que si había logrado quitarla completamente.
-Tranquila Zoe, podemos llamar a alguien que intente quitarla, sino puedo decirle a mis padres que yo derrame algo- dijo mi hermano tomándola de la cintura para darle un pequeño beso en la cabeza, Zoe lo miro asintió y sonrió
-Bueno, después me encontré con el que estaba al mando de la misión, logró esquivar el rayo y cuando cayó, cayó en la mesa; la mesa por la cual preguntabas hace rato Hera, fue cuando Arennis dejó a sus pies las cabezas de los otros dos, los había matado, el último guerrero comenzó a fastidiar Arennis hasta que éste  lo mató, por lo que no nos quedamos con ningún interrogatorio.
-O sea que podemos confiar en Arennis?
-No, aún no, pero le doy  el beneficio de la duda- dijo Zoe poco convencida
-Dónde está él ahora?- pregunto mi hermano, se mostraba un poco celoso cuando se mencionaba el nombre de Arennis, jamás había visto así a mi hermano, nunca celo a Tamara, ella venía  varios pretendientes pero a él  siempre le dio igual, aún no se si porque no le interesaba o confiaba mucho en ella.
- Él  se queda en un hotel, es por eso que aún no confío en él,  bien puede ahorita estar advirtiendo a su padre de lo que paso aquí y que no lograron secuestrarte- dijo mirando a Athan, este la abrazo le acarició el cabello
-No se que haría si te pierdo- dijo Zoe, cuando después se puso tensa y sumamente roja, se alejó de él- lo dije o lo pensé?- pregunto con la cara completamente roja, yo comencé a reír y mi hermano le tomó la cara y la beso
-Iughh, me alegra por ustedes, pero pueden no comer pan frente a los pobres- dije riendo, ellos se separaron riendo y mi hermano ya había terminado de cocinar, estábamos desayunando cuando  sonó el timbre de entrada, pensé que podía ser Mari, pero después recordé que hoy era su día de descanso, me acerqué sigilosa a la puerta lista para cualquier sorpresa que pudiera haber del otro lado de la puerta, después un pensamiento me llegó, si quisieran venir atacar lo harían sin más,romperían la puerta o algo parecido. Me acerqué y abrí la puerta del otro lado estaba Alex sonriente con un ramo de rosas rojas.

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