Cápitulo 31

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Zoe

Nadamos alrededor de 1 hora cuando salimos a la superficie note que estábamos en la costa de Sudamérica, se me hizo extremadamente raro, porque siempre supuse que el olimpo estaría en Grecia o cerca del mar Mediterráneo, entonces mire a Ner y comencé a reír.
-El olimpo esta en Sudamérica?
-Sí, ya sé, uno pensaría  que esta en Grecia o algo parecido, no? -sonrio conmigo - pero después del intento de ataque de los Titanes, decidieron mudarse a un lugar que no fuera para nada predecible.
-Sí, lo lograron, jamás me lo hubiera imaginado.

Salimos y llegamos a un edificio, la verdad no sabia exactamente en donde estábamos pero no me preocupé mucho por eso, yo solo seguía a Ner
-Ya habías venido al Olimpo?
-No, bueno se donde esta y todo, pero nunca había venido
-Ahh vaya
- Hace mucha humedad aquí, no crees?- le dije acomodando mi cabello en una coleta como me había enseñado Hera
-Sí, pero el clima es exquisito-dijo ella sonriendo ampliamente
Nos detuvimos cuando llegamos a un edificio alto, creo que era el edificio más alto de la ciudad. Ner nos hizo entrar y con una sonrisa señaló al guardia y  me dijo
-Convencelo para que nos deje entrar
Yo sonreí y me acerqué al guardia, este me miró sin emitir ningún ruido ni cambiar su cara. Yo sonreí de manera coqueta
-Disculpe, vine a visitar a mi hermana....- justo después iba a empezar a cantar cuando
-Guarda tus truquitos niña, se reconocer a un descendiente de Zeus cuando lo veo, hasta hueles a él- dicho esto se quitó las gafas de sol que traía y dejó a la vista unos ojos morados que se veían increíbles.
-No los veas Zoe, él  puede jugar con tus emociones y entrar a tu cabeza- dijo Ner poniéndose frente a mi como escudo, el guardia del cual no sabía el nombre sólo  volvió a ponerse las gafas
-Ninfa- dijo con desdén
-Dejamos pasar-fue lo único que dijo Ner.
-Suban al ascensor, en el último piso, Zeus  ya las espera.
-Gracias- contesté
Ner y yo subimos  al ascensor y este comenzó a subir, cuando llegamos al último piso el ascensor siguió subiendo, eso me puso nerviosa, pero justo después se detuvo se abrió y llegamos a una parte donde se veía un pasillo que estaba iluminado por antorchas, eso se veía tan tétrico.
-Vamos -me dijo Ner
-Esto es tenebroso Ner
Después de decir eso las antorchas se apagaron  y un enorme salón apareció frente a nosotras todo se iluminó y hasta el final estaban unas sillas enormes parecían de reyes, como la silla del trono que ocupaba mi padre, estaban acomodadas en forma de circulo. No había nadie en la sala, pensé que estábamos solas cuando en eso se escucho un rayo y apareció Zeus
-Te esperaba niña- dijo refiriéndose a mi
-Nerendia, no sabia que también venías
-Hola padre- dijo Ner con frustración en su voz, ella me había contado que odiaba que le dijeran así, cuando ella se presentaba sólo decía Ner, y sabía que hablar sobre el tema de que Zeus era su padre solamente empeoraba las cosas.- Zoe te espero afuera, de cualquier modo, no te sería de mucha ayuda.
-Sí Ner, no te preocupes gracias por traerme hasta acá
-Entonces niña, ¿a qué vienes? ¿Ya vas a darme mi poder?- dijo Zeus sentándose en la gran silla que estaba, era la más grande de todas las que estaban ahí
-Vine hacer un trato contigo
-En cualquier trato que quieras hacer conmigo, voy a salir perdiendo, que te parece sí mejor te quito mi poder, así dejamos de perder el tiempo
-No le preocupa al menos un poco que Océano quiera regresar?
- Eso es problema de mi hermano, sólo sí  Océano llega a venir para acá, entonces ya me preocuparía, el mar es problema de Poseidon, porque no mejor vas y le quitas poderes a él?
- No recuerda cuando intentaron regresar y recuperar el mundo?, que necesitaron  de Calipso para vencer a los Titanes? Recuerda al menos que ella llegó a odiarlo de verdad por paralizar la? - Zues se quedó callado, toda su fachada de ser el ser supremo se había acabado.
-Cómo sabes todo eso niña?- preguntó después de pensar bien que decir
-Ner, ella me mostró un antiguo libro donde cuentan la historia, también hay algo que no sabes - al decir eso él recupero su confianza y con sonrisa burlona dijo
-No hay nada que yo no sepa ya niña.
-Entonces sabes que el poder es mío?, yo jamás te lo quite me fue heredado.- su cara se torno blanca
-De donde sacas tantas tonterías niña? , del misterioso libro que te dio Nerendia, no dice toda la verdad- me hizo ademán de sentarme al lado de él, me pareció extraño pero aún así lo hice- Calipso era una ninfa realmente hermosa, muy inteligente y fuerte; pero quería pasarse de lista, nunca dije que no estaba agradecido con ella por ayudarnos a salvar al mundo, pero tampoco era para mí muy agradable que se quedara con mis poderes, porque en algún  momento me amo.
- Qué? Calipso te amaba
- Sí, yo también la amaba, pero cuando ella obtuvo sus dones cambió mucho, dejó de ser ella para convertirse en una guerrera, no estoy diciendo que eso me haya molestado ni mucho menos. Me sentía orgulloso de ella, el problema fue cuando estaba embriagada de poder, quería más, ella decía que necesitaba más poder para que su plan saliera perfecto, fue entonces cuando robó mi rayo, y esque no fue una parte, lo robó todo. Una noche estábamos durmiendo y al siguiente día ya no estaba ni ella ni mi rayo. No te voy a negar que me enfureció saber lo que había hecho, me calmó un poco cuando logró hacer que los Titanes volvieran a los hoyos donde están, pero hubo un gran problema cuando su ambición no le dejaba regresar mi rayo, es por eso que la congele. Obviamente ella jamás me perdonó eso, por lo que yo crei que me había regresado todo mi poder, pero al parecer no fue así. Después de eso la desterre y jamás volví a verla. Pero demuéstrame que es lo que haces con mi poder- me hizo ademán de que me parara para demostrarle, yo lo hice, me aleje un poco de las sillas y me concentre.
Primero cerré mi ojos y comencé a invocar el rayo, no me fue difícil ya que ahí, el rayo estaba presente en todas partes, ya cuando lo hice comencé a sentirlo por los manos y mis brazos era una sensación tan vigorizante, me sentía llena de poder como cuando estaba en la bahía. De un momento a otro abri los ojos y solté el rayo, cayó en una escultura que esta frente a mi, lo destruto por completo,para después trasladarse a otra escultura y así hasta que acabe con toda una hilera de esculturas. Diablos seguro eran valiosas.
Cuando miré a Zeus, primero tenía una cara de asombro total para después convertirse en la típica cara que él  siempre tenía.
- Vaya niña tú en serio me acabas de sorprender.
-Ahhh ¿gracias?
- No fue un cumplido- eso me saco mucho de onda
-Cómo, no crees que fue magnífico?
- Sí, no dije que no, pero no sabes controlarlo, para nada. Digo, serías de muchísima ayuda sí tu das el primer golpe, pero y luego? Te has dado cuenta que tardas un poco en volver a cargar? ¿Qué toda la energía que tu desprendes  te va consumiendo?
Esto no es un juguete Zoe, esto es un arma y tienes que aprender a utilizarlo, no a que el te utilice a ti. Y no estoy diciendo que te lo dejaré, pero puedo prestartelo  por un poco más - sonreí cuando él dijo eso, lo había convencido lo había logrado, podíamos salvar al mundo.
-Gracias
-No agradezcas, te vas a quedar hoy, para que te ayude a entrenar y no espero un No como respuesta. Puedes decirle a Nerendia que venga por ti mañana o algo por el estilo, te doy 5 minutos para despedirte y después a entrenar.- dijo eso y desapareció por una puerta.
Fue fácil, es extraño yo me imaginaba algo más difícil, con todas la historias que cuentan de un dios para nada comprensivo ni mucho menos, se comporto de una buena manera conmigo. Salí y vi a Ner en la puerta, se acercó y le sonreí
-Bueno, sigues viva, es un gran avance - dijo y me abrazo- vámonos
- No me puedo ir aún Ner, Zeus me va a entrenar
- Ohh, Zeus jamás había entrenado a nadie, debiste caerle realmente bien
-No lo sé Ner, pero tengo que hacer esto; por favor busca a Hera y avisale, dile que estaré bien, que siga practicando y que cuide bien de Athan.
- Ohhh claro, ese humano te hace muy feliz verdad Zoe
-Me hace muy feliz Ner- sonreí y ella volvió abrazarme
- Cuídate mucho
-Tambien tú Ner.
Regrese a la habitación y en una de las sillas había ropa para mí, era una licra y un top con una sudadera. Me cambie, me puse unos tenis y esperé a que regresara Zeus.
Se abrió una gran puerta y una voz grave dijo
-Ven y prepárate.
Me dio un poco de desconfianza pero aún así camine hacia la habitación, cuando entre se cerraron las puertas tras de mi, estaba en oscuridad total, hasta que una luz se encendió y logré ver a varios guerreros, tenían diferentes colores de uniformes.
-Aniquila solamente a los rojos
Fue cuando sentí como muchas figuras venían hacia mi, unos de color azul y otros rojo
-No voy a matar a nadie!
-No son personas, son figuras de barro, pero sí pueden hacerte daño sí yo así lo dispongo, adelante Zoe!
Corrí a la esquina para intentar controlarme, Zeus dijo que tenía que canalizar mi energía, tenía que darle solamente a los rojos. Me concentre y lance un rayo, procure que fuera pequeño este le dio a la figura roja más cerca de mi, logré matarlo a la primera, sonreí, pero me desconcentra por lo que otro rayo más potente salió disparado dándole a dos figuras rojas y una azul.
-Diablos!- todo se detuvo y la voz grave regresó
-No te irás de aquí hasta que lo controles, ¡De nuevo¡

SirenasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora