Kagami Taiga

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-Pásame el tomate de la nevera _____.

-A sus órdenes señor Chef.

Te acercas a la nevera, sacas el tomate triturado y se lo das al pelirrojo que está delante de los fogones con el ceño fruncido. Siempre es así cuando cocina, se concentra tanto que temes que algún día le explote alguna vena de la frente. Para evitar que tus temores se hagan realidad decides acercarte al chico por detrás y posar tu mano en su trasero para después apretar ligeramente.

-¿Q-qué haces?.-Te pregunta mientras sus mejillas se van poniendo del mismo color que su pelo.

-Haciendo que te relajes y dejes de fruncir el ceño, si sigues así te saldrán arrugas.-Dices sin dejar de manosearle el trasero.

Kagami cierra los ojos e intenta seguir cocinando, fallado estrepitosamente cuando se le cae el bote de la sal o cuando corta las verduras en trozos demasiado grandes o muy pequeños. Sonríes maliciosamente cuando pasas las manos por su cadera lentamente, metiendolas por debajo de su camiseta, le acaricias el vientre lentamente y después bajas las manos hasta el bulto de sus vaqueros, que se vuelve más grande cuando lo acaricias ligeramente por encima del pantalón.

Kagami emite un sonido entre un gemido y un chasquido de frustración, apaga los fogones de golpe, se gira hacia ti, te coge por las caderas y te sienta en la encimera, haciendo a un lado todos los instrumentos de cocina y colocándose entre tus piernas.

-No me provoques así cuando estoy intentando cocinar, es peligroso...-Susurra mientras acerca su boca a la tuya.

-Confío en tus dotes culinarias...

Tus labios encuentran los suyos y comenzáis con un beso lento y dulce que poco a poco se va volviendo más agresivo mientras que vuestros cuerpos se van calentando. Tus manos agarran el bajo de a camiseta del pelirrojo y se la pasas por la cabeza, dejando su torso al descubierto, paseas los dedos por sus abdominales bien definidos y después por sus anchos hombros; como respuesta, el chico te desabrocha la camisa con lentitud, debajo de esta solo llevas tu ropa interior, ( la noche anterior fue muy movida y esta mañana te has puesto la primera camisa de Taiga que encontraste). El chico te cubre el pecho con su mano y empieza a masajearlos lentamente, abriendo y cerrando sus manos.

-Caben a la perfección en mis manos, parece que fueron hechas para que yo las tocara...-susurra.

Te sonrojas ente el comentario del chico y te limitas a asentir con la cabeza. Kagami se libra rápidamente de tu sujetador y baja la cabeza hasta tu pecho para meterse un pezón en la boca mientras juega con el otro entre sus dedos pulgar e índice. Echas la cabeza hacia atrás y arqueas la espalda, permitiéndole mejor acceso al chico. Tú bajas la mano una vez más hasta sus vaqueros, se los desabrochas e intentas bajárselos con una sola mano; una vez lo has conseguido metes la mano dentro de sus bóxer y agarras su miembro con tu pequeña mano, empezando a moverla arriba y abajo con lentitud a lo largo de su pene.

Kagami gruñe contra tu pecho y baja una de sus manos hasta tus bragas, donde te acaricia un poco por encima de la tela para después quitártelas y colar sus dedos en tu interior con relativa facilidad, comienza a moverlos dentro y fuera de ti, simulando embestidas, lo que hace que tu te muerdas el labio con fuerza para evitar que tus gemidos salgan de tu boca. Kagami roza tu pezón con los dientes , muerde ligeramente y después lo succiona con fuerza provocando que todo tu cuerpo empiece a temblar. Tú en cambio mueves tu mano más rápido, dejando el dedo índice sobre su glande. Los gemidos de Taiga empiezan a resonar en toda la estancia, y cuando parece que ya no va a durar mucho más, te aparta la mano de su miembro, se baja los calzoncillos del todo y te abre más de piernas mientras empuja suavemente dentro de ti, tan lentamente que está consiguiendo volverte loca, intentas mover las caderas para agilizar el proceso, pero el pelirrojo te detiene y sigue con su tortuoso ritmo.

-Kagami...por favor...no me hagas esto.-Gimes mientras lo miras a los ojos.

El chico se limita a dedicarte una sonrisa de medio lado y cierra los ojos cuando  mete de golpe en tu interior el resto de su miembro. La cabeza te da vueltas y tienes que agarrarte a él para no caerte encima de la encimera, pasas los brazos por sus anchos hombros y apoyas la cabeza en su pecho, él te besa la coronilla y empieza a entrar y salir de tu interior mientras que con una mano estimula tu clítoris. Cierras tus piernas al rededor de sus caderas y gimes sobre su piel.

-Se siente tan bien en tu interior ______, es tan cálido y estás tan mojada...

-Cállate Bakagami, es vergonzoso...

Dices escondiendo la cabeza en su cuello y él ríe ligeramente mientras sigue con sus acometidas, no te da ni un respiro. Empiezas a morder con suavidad el cuello del chico y lo succionas ahí donde la piel es más fina. Kagami cierra los ojos y como respuesta a tus acciones empieza a moverse con más rapidez en tu interior, al ganar velocidad también gana profundidad, haciendo que notes su miembro chocando contra tus paredes.

-K-kagami...me falta poco...-Avisas.

-A mi también...

Muerdes su cuello y pasas la lengua por la marca, todo para intentar mantener tus gemidos bajo control. Los gruñidos de Kagami se vuelven cada vez más guturales, lo que te hace saber que está a punto de correrse. La mano que tiene sobre tu clítoris empieza a pellizcarte este con más fuerza mientras su miembro no deja de entrar y salir de dentro de ti, sin descanso, cada vez más rápido y profundo. No puedes evitarlo, notas en tu estómago una sensación de vacío, como si estuvieras cayendo de un bloque de 100 pisos y entonces dejas que tu orasmo te domine.

-Kagamiii~.-Gimes con fuerza apretando con fuerza sus hombros mientras dejas caer tu cabeza hacia atrás.

-Mierda, joder.-Dice el pelirrojo mientras sale de tu interior y termina corriéndose sobre tu vientre.

El chico te mira con una sonrisa tímida de disculpa y coge la camisa que hay a tu lado y comienza a limpiarte lentamente.


Kuroko no basket lemon one shots.~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora