Mi medio limón ❝Len x Luka x Kaito❞ || En edición ||

~Capítulo 10~

La semana pasó rápida, y las clases del viernes acabaron. Kaito se dirigió a la clase de los otros tres chicos. Allí aún recogían.
-¿A quién esperas? -Preguntó una chica de cabellos dorados y ojos azules. -¿Vas a venir con las chicas a comer?
-Ah, Kagamine-san, lo siento, tengo planes.
En ese momento Luka llegó, interrumpiendo la conversación.
-Ya estamos, vámonos.
"¿Megurine-san?" Pensó la chica. Los cuatro se fueron de la escuela, pero no sin antes cruzarse con Neru, la cual se interesó por la marcha de los cuatro.
-Bueno, es que ayer nos dieron unas entradas al negarnos la mesa por un error.
-¿Hm? ¿Tuvisteis una cita?
-Síp.
-¿Y al final dónde cenasteis? -Preguntó la pelirroja.
-Ah... pues... -El chico guardó silencio. El rubio lo miró con enfado, imaginándose lo que podrían haber hecho. -Mejor vámonos ya.
Se fueron a la estación y tomaron un autobús. Al fin llegaron a las aguas termales.
-¡Vamos a bañarnos! -Exclamó la peli-azul.
Dejaron las cosas en su habitación, la cual tenían que compartir los cuatro, y se prepararon para bañarse. Habían dos tipos, las interiores, una para chicas y otra para chicos, y otra exterior, mixta. Era un lugar caro y no iba mucha gente, solo los que se lo podían permitir, los cuales solían ir entre semana, por eso el restaurante los daba para el fin de semana. Estaban ellos cuatro solo. Las dos chicas, que ya iban solo con toalla, ya habían entrado. "Me quedaré en la interior para relajarme." Dijo la chica de las dos coletas mientras se las quitaba. "Está bien." Contestó la otra la cual se había hecho un moño. Salió afuera, se quitó la toalla, y se metió dentro del agua. "Qué raro, el agua está muy alta." Pensó. En aquellas termas el agua exterior llegaba hasta el pecho, lo cual era extraño. Pese a eso habían como asientos en las paredes, para que pudieses sentarte a relajarte. De repente, el chico rubio entró. "¿Hm?..." La chica se volteó, sorprendida, pegó un chillido y se tapó con su toalla corriendo. Len se sentó a su lado.
-Así que tú también estás aquí eh...
-Y-yo creía que era solo de chicas...
-No, es mixta. -La miró. La chica estaba completamente roja, y tapándose el pecho, con la toalla mal puesta. -¿Sabes? La sala está insonorizada.
-¿Y por qué me lo cuentas?
-Por qué nadie podrá escuchar lo que hagamos.
-¿Q-qué?
El chico se acercó a ella y la cogió de la cintura. Se levantó, por lo cual hizo levantarse a la chica. La acercó a él y la levantó un poco, cogiéndola el brazo derecho por debajo de las posaderas y el izquierdo por la espalda. Ahora la chica estaba un poco más arriba que él, cogiéndolo por los hombros, casi al lado del cuello. Sus labios estaban rozándose. Len abrió la boca.
-L-len... -El chico no le respondía. Empezó a bajar su mano, quitándole la toalla, mientras sus respiraciones se juntaban. -L-len... suéltame... Yo... tengo novio...
Él se sorprendió y la alejó de él rápidamente.
-¿¡QUÉ!? ¿¡Quién es!? ¡Es él, ¿verdad?!
-Len... me estás asustando...
-Tú... ¡tú estás saliendo con Kaito! ¿¡Verdad!?
-Y-yo no...--
-Tss, sabía que pasó algo con él, ¡no te debería haber dejado ir!
-¿¡Pero qué estás diciendo!? ¿¡Cómo que no dejarme ir!? ¡Yo no te pertenezco!
-¡Claro que sí! ¡No pienso dejar que salgas con Kaito!
-¡No estoy saliendo con Kaito maldita sea! ¡Me lo acabo de inventar! ¡NO TE QUIERO, DÉJAME YA EN PAZ!
Len se sorprendió. Agachó la cabeza.
-Lo entiendo, no volveré a molestarte. -El chico iba a salir cuando Luka lo cogió del brazo.
-L-len... L-lo siento... -El se desenganchó y subió, la chica intentó detenerlo cogiéndolo de la toalla, pero esta se calló del tirón. Pegó un chillido y se tapó los ojos, alejándose del chico, aunque seguía teniendo la toalla en sus manos. -¡¡L-lo siento!! -Extendió el brazo izquierdo, el cual contenía la toalla, y con la otra se tapaba los ojos.
-Dios mio... -El chico se metió en el agua, y se aproximó a la peli-rosa. Extendió su brazo, pero en vez de coger la toalla, la cogió de la muñeca y la aproximó a él, quitándole la toalla. Ella gritó e intentó alejarse, pero él no le dejaba.
-¡Len! ¡Len! ¡Suéltame! -Decía mientras forcejeaba. Le besó el cuello, dejándole marcas. -L-len... -Apenas podía moverse, estaba completamente roja. -L-len por favor... suéltame...
-No. Esta vez no.
-¿Eh? -La chica se sorprendió. De repente una voz los interrumpió.
-Ey chicos...-- Kaito había aparecido, interrumpiéndolos. -¿Q-qué estais haciendo?
-Ah, Kaito... -Dijo el rubio al verlo. La chica se separó dándole un empujón, y tapándose con los brazos el pecho, mirando hacia otra dirección. Len se puso la toalla y se fue de la sala.
-Luka... yo... siento haberos interrumpido.
-N-no estábamos haciendo n-nada... Y-yo...
-Ha... Ya entiendo... Ese Len... -Guardó silencio durante un momento. -Por eso, deberías quedarte conmigo. -La chica se sorprendió.
-Y-yo... a-a mi no me gusta L-len... y-yo... -Guardó silencio durante un momento, lo miró. -Yo... te preferiría a ti antes que a él... -Volvió a mirar hacia otro lado. Kaito sonrió.
-Está bien. -Sonrió. -Luego nos vemos, Luka. -Se fue él también.
La chica se puso la toalla otra vez y se dirigió hacia donde estaba Miku, la cual reposaba en el agua casi dormida.
-Miku-san...
-Ah Luka-san. -Abrió los ojos. -¿Ya quieres irte? Creo que yo me quedaré un poco más, se está muy agusto... -Dijo sumergiéndose en el agua y volviendo a sacarla. En esa terma el agua era baja, como una normal. La peli-rosa se metió al lado de su amiga.
-Oye Miku-san... ¿Cómo sabes cuándo estás enamorada?
-¿¡Qué!? -La peli-azul cogió a Luka de los brazos y abrió los ojos como platos. -¿¡Estás enamorada!?
-N-no lo sé... -La chica estaba avergonzada, mirando hacia otro lado. Ahora se había soltado el pelo, que le tapaba un poco la cara, pero eso no evitó que Miku se percatara de su cara completamente roja. -Por eso te pregunto...
-Dime, dime, ¿quién es? ¿Shion-kun? O tal vez... ¡Kagamine-kun!
-¿¡Eh!? ¡Tú solo respóndeme!
-Está bien, está bien... pues supongo que... hay, no sabría explicarlo... digamos que... te late más rápido el corazón cuando estás con él y... pues sientes que quieres besarle o estar más tiempo junto a esa persona... je, je...
-Ah... ya veo... -Luka se quedó pensativa.
Ambas salieron de la sala y se fueron a la habitación. Al verlos, la chica no podía mirar a los ojos a los otros dos, así que se fué directa a la otra parte (ya que estaba divida en dos, una para dormir y otra para descansar).