Mi medio limón ❝Len x Luka x Kaito❞ || En edición ||

~Capítulo 4~

Ya era de noche.
-Oye, tengo hambre. -Dijo el chico sin ni siquiera mirarla.
-Maldito seas, ¿¡por qué me obligas a hacer esto!? -Luka estaba realmente enfadada.
-Tss... Ya te lo dije, quiero comer bien, además, es bastante divertido.
-¿¡Bastante divertido!? ¡Pues yo no me divierto nada!
-¿¡Huh!? Has dormido con los dos chicos más populares de la escuela. Deberías estar agradecida.
-Pues no lo estoy. No tengo ningún interés en eso.
-Tss... Que chica más rara.
-¿¡Huh!? ¿¡Qué problema hay en que no solo busque popularidad!? Me interesa algo mejor.
-¡Ha! ¿Por qué te crees que somos populares? Fácil, porque somos perfectos.
-¡Ha!... Tú no eres para nada perfecto.
-Claro que lo soy, y ahora, hazme la cena.
-No.
-Entonces enseñaré el video.
-Entonces yo diré lo que me has hecho.
-¿Y quién te va a creer?
-¿Eh?
-Vamos, soy muy popular y seguro que todos piensan que solo tienes envidia o que quieres que salga contigo, je, no puedes hacer nada...
-Tss...
Se acercó a ella hasta que sus labios estuvieron rozandose.
-Ahora, eres mía.
Luka se separó rápidamente.
-Yo no soy un objeto.
-Ya, ya, lo que tú digas, hazme la cena.
-Tss... Me gustaba más tu lado amable.
-Yo siempre soy amable.
-Ya...
Se levantó e hizo lo que le había dicho. Cenaron.
-Me voy a mi casa, mañana tengo planes así que apañatelas.
-¿Huh? ¿Y el desayuno?
-No hace falta ser muy listo para preparar un desayuno.
-Tss...
-Me voy.
-¡Está bien, vete! ¡Pero tienes que estar aquí para la cena!
-Ya veremos.
-¡Oye!-- -El sonido de la puerta cerrandose lo detuvo. -Tss... Maldita...
Luka llegó a su casa. Era de dos pisos y con un pequeño jardín. No era demasiado grande pero tampoco pequeña, y muy acogedora. Entró en su habitación y se acostó encima de la cama.
-Maldito niño... no me dejará en paz nunca...
Sacó su movil del bolsillo de su falda. Aún llevaba el uniforme puesto ya que no había podido cambiarse en casa del rubio. Marcó el número de Kaito.
-¡Luka! ¿Ya estás bien?
-Sí...
-Oh, entonces tendremos una cita, ¿cuándo te viene bien?
-Mañana mismo...
-Está bien, dime tu dirección, pasaré a buscarte.
-Está bien...
Pasó la noche. A la mañana siguiente alguien llamó a la puerta de Len. El chico aún iba en pijama cuando abrió. Ante él estaba Neru con unos pantalones vaqueros cortos y una camiseta de tirantes finos rosa pastel. Además llevaba un pequeño bolso del mismo color. Su pelo era el mismo de siempre, pero en la coleta llevaba dos corazones.
-Buenos días Kagamine-kun. -Dijo con una gran sonrisa.
-¿¡A-a-a-akita-san!? -Estaba muy sorprendido.
-¿No te gusta que esté aquí?
-N-no es eso, e-es que no te esperaba.
-Kagamine, tú y yo nos vamos al parque de atracciones.
-¿Ahora?
-Sí, no voy a dejar que me sigas dando largas.
-Está bien, deja que me cambie.
-Vale, por cierto, ¿estás mejor?
-Ah, sí, gracias, se ve que el jueves cuando me encontraba mal estaba empezando algo.
-El viernes parecías bien...
-Ya, pero luego empeoré...
-Bueno, ¿me dejas entrar o qué? -Dijo riendose.
-Ah, claro, me cambio en seguida.
En casa de Luka, Kaito llamó a la puerta. Luka abrió. Llevaba un vestido amarillo no demasiado largo. En el pelo, dos trenzas atadas atrás. Kaito se sorprendió al verla y sonrió.
-Vaya Luka, estás muy guapa.
-¿Acaso lo dudabas?
-No, no, hehe.
Cerró la puerta.
-¿A dónde vamos?
-Al parque de atracciones.
-Un sitio muy típico...
-¿No te gusta?
-No he dicho que no me guste.
- Entonces vamos. -Dijo mientras sonreía.
-Huh... Está bien, vamos.
Kaito tendió la mano a Luka.
-¿Eh?
-Dame la mano, estamos en una cita.
-No creo que--
-Vamos...
-E-está bien...
Luka lo cogió de la mano. En el parque de atracciones Kaito insistió en entrar a la casa del terror, ya que según él las chicas se le apegan con el miedo. Aunque dentro quien parecia tener miedo era él. No paraba de sujetar a Luka.
-¿S-seguro que no tienes miedo?
-No.
-¿S-segura?
-Ah... Sí, Kaito, tengo miedo, ¿me das un abrazo? -Dijo con un tono con el cual se notaba que estaba mintiendo.
-B-bueno, como buen caballero que soy lo haré, p-por supuesto.
Un ruido detrás de él hizo que se abrazara a Luka con fuerza. La chica no pudo evitar reirse ante tal escena.
-N-no te rías de mí.
-Hehe, no puedo evitarlo.
-Eres mala...
-Y tú un miedica, jajaja.
-¿Shion-kun? ¿Megurine-san? -Len y Neru habían aparecido detrás suya. -¿Qué haceis tan apegados? No me digais que...
-¿¡Eh!? ¡No! ¡No es lo que parece! -Luka se había puesto roja y se había separado. -Este tenía miedo y le abrazado porque soy buena persona.
-¿Buena persona? ¿Desde cuando? -Añadió Len.
-Tú maldito...
De repente Kaito se avalanzó sobre Len.
-Len, Len, he tenido mucho miedo, bua, buaaa, creí que iba a morir.
-Kaito, pareces un niño.
De repente Luka se dió cuenta de Neru y Len estaban cogidos de la mano y sonrió, aunque también de que Kaito no quedaba bien en esa escena. Lo cogió de la chaqueta y lo movió, para después sostener su mano.
-Vámonos Kaito, aquí molestamos.
Pero Len dejó de sostener la mano de Neru para coger la de la pelirrosa.
-¡Luka! ¡Espera!
Ella se sorprendió. Kaito sostuvo su mano con más fuerza su mano y la separó del rubio.
-Lo siento Len, Luka es mía hoy.
Antes de que Len tuviese tiempo para reaccionar Neru tocó su espalda.
-¿Kagamine-kun?
Len se giró.
-Ah, lo siento Akita-san.
Volteó la cabeza para ver a los otros dos, pero ya habían desaparecido.
-Oye, ¿de qué conoces a Megurine-san?
-Verás... es una larga historia...
-Pero el jueves ni siquiera sabías quien era.
-Je... bueno, han pasado muchas cosas...
-Pero, la llamas por el primer nombre, y sin el -san...
-Bueno, es que eso le fastidia, hehe.
-Oh...
-¿Vamos?
Len tendió su mano sonriendo para que la pelirroja la cogiese. Ella sonrió y eso hizo. Siguieron su camino hasta acabar la casa del terror. Fuera, aunque el chico los buscó con la mirada, ya no vió a Kaito y a Luka.