Tenemos que Aceptarlo

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– ¿En dónde estamos? – Preguntó Flor con intriga.

–No lo sé... Jamás en mi vida había visto un lugar como este, ni en fotos... Ni televisión... Tampoco en ningún libro.

–Yo tampoco– Contestó Carmen mirando a su alrededor

–Jamás verán este lugar en la "Teorra" o como sea que llamen a su planeta– Dijo Herobrina en tono de Desprecio hacia las chicas y hacia su planeta.

– Es Tierra... No "Teorra" – Indicó molesta, Andrelis

– ¡Como sea! –Exclama Herobrina

– ¿Y Por qué lo dices?... – Preguntó Carmen

–Porque esta no es la Tierra... Es mi casa, un planeta a 500 años luz de su planeta...de hecho este planeta ni siquiera está en el mismo sistema solar que el del suyo... Están demasiado lejos de casa... Bueno ni siquiera de casa, si no de su planeta... – Dijo Herobrina en tono burlón como si lo que dijera fuese algo normal.

Las chicas se quedan en silencio y de pronto... Comienzan a gritar.

-- Les dejo en su imaginación esos estruendosos ruidos agudos de una mujer cuando grita como loca --

- ¡¡¡SILENCIO!!! – Grita Herobrina con una voz que era casi de hombre y que daba mucho, mucho, mucho miedo.

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Las chicas dejan de gritar y asustadas, se abrazan y miran a Herobrina con los ojos abiertos como platos.

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– Esto va a ser más difícil que cuando le estaba enseñando a Sasha a hacer sus necesidades fuera– Dice Herobrina tocándose la frente.

Herobrina toma aire, inhala y exhala, y comienza a hablar intentando tener paciencia:

–Tranquilícense, no pienso hacerles ningún daño, solo quiero que vean lo positivo de esto... ¡Ah! déjenme explicarles... – Herobrina hace seña a las chicas para que se sienten, al igual que ella y se pongan cómodas. Ellas ven un cómodo sofá, e intentando darle un voto de confianza a la mujer de ojos brillantes, le obedecieron con curiosidad y algo de miedo – Esto dio inicio cuando era muy joven, viví gran parte de mi infancia en la Tierra, su planeta... Pero un día mis padres estaban peleando, yo no sabía por qué, de hecho no entendía nada, todo era confuso para mí en ese momento...

Aunque... Las peleas ya las veía desde hace mucho tiempo, las veía en todos lados... En la escuela, las calles, la casa, en las noticias de la televisión...

Lo cierto era que no lo soportaba, no soportaba ver cómo las personas eran capaces de dañarse de manera tan terrible unas a otras por cosas que realmente no valían la pena, no era de las que andaba de pelea en pelea, y no había nada más importante para mí que las personas que vivían a mi alrededor, en especial mi padre, a él le debo muchas cosas.

Bueno todo esto influyó bastante en mí y en todo lo que soy ahora.

Logré controlar los poderes heredados de mi padre a medida que iba creciendo y madurando. Cuando cumplí la mayoría de edad, mi padre y yo nos mudamos aquí y abandonamos por completo el planeta Tierra.

Flor la interrumpe:

– ¿Por qué? – Le preguntó

Herobrina suspira.

–Mis padres se separaron. Fue algo que me provocó mucha tristeza. Mi padre nunca quiso contarme la verdad, siempre que le preguntaba, me decía algo distinto. –

Los Corazones de la VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora