Hazel
Era un tema complicado, no era algo de clases, era simplemente que algo me complicaba.
-¿En que piensas?-habló rápidamente Marceline.
-Ya sabes, lo típico.
-¿Libros?
-Anime.
-Oh, claro -rió tapando su cara con una mano.
Era adorable, si no fuera mi prima, sin duda la haría mi novia.
-¿En que piensas ahora?
Me puse roja tan solo recordar que había tenido pensamientos extraños con mi prima
-En lo mismo de hace un rato.
-Que aburrida.
-Lo sé -ambas reíamos hasta que ella gritó apuntando al frente -, ¡CUIDADO!
Frené en seco. Casi choco, choque algo, oh quizás alguien.
-¿Que fue eso?-pregunté asustada.
-No lo sé.
Ambas nos bajamos para ver a dos personas inconcientes, iban en una moto.
Di un chillido del susto
-¿Les conoces?-preguntó Marceline.
-¿ESO IMPORTA? ¡CREO QUE ACABO DE MATAR A DOS PERSONAS! ¡Joder, llama a una ambulancia oh algo!
Marceline se alejó llamando a Aaron, para ver si el podía hacer algo, por lo que había escuchado salir de ella.
-¿Que pasó? -una chica me preguntó.
-Venía riendo en el auto y no los vi-iba a llorar.
-Tranquila, ve, sientate, yo me las arreglo para que sigan con vida.
-Gracias -le dí un abrazo y me limpié las lagrimas de desesperación.
-No hay problema, solo, no llores.
-Bien.
Me alejé sentandome mientras agarraba mi cabello, si esas dos personas morían, yo moriría con ese peso encima.
-No contesta-dijo Marceline.
-¿No?
-No, marca, pero no contesta.
-¡Silencio!-gritó un chico.
Una canción algo metálica comenzó a sonar desde el móvil del chico que YO había atropellado.
Miré a Marceline, ella seguía llamando, y el teléfono del caído sonaba cada vez que ella se lo ponía en la oreja.
No puede ser verdad.
Corrí hacia los cuerpos y les quité los cascos, ya que con los cascos encima, no podía ver nada.
Eran ellos. Era Aarón junto a Kendall, yo los había atropellado.
Di un chillido del horror y me abalanzé sobre ellos.
-¡No, no, no, esto no puede ser posible!
Marceline se acercó y tocó mi espalda.
-¿Que pas-?-dió un grito del horror.
Comenzó a llorar descontroladamente mientras tomaba la cara de Aarón y susurraba cosas que yo no entendía.
Se podía escuchar la ambulancia seguida de los policías.
Alguien nos alejó de los cuerpos y los subieron inmediatamente a dos camillas.