Un encuento un poco abrupto.

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Capítulo 2

Terminé de alistarme mientras Mérida se probara 10 blusas diferentes para ver cual se le veía mejor, término eligiendo una verde con un arco dibujado que hacía a sus ojos lucir aún más lindos y unos jeans ajustados que le quedaban hermosos, mientras que yo llevaba un pantalón blanco, una blusa gris bastante floja que tenia un copo de hielo blanco dibujado y mis habituales converse negras.

Tomamos nuestras cosas y nos dirigimos al instituto yo estaba bastante nerviosa así que le dije a Mérida:

-Mer, y qué pasa si no quedamos juntas? ¿Qué voy a hacer?

-Hay Elsa es lógico! Has nuevos amigos, eso no te vendría nada mal, se un poco más sociable.
Y me dedico una gran sonrisa.

-Sabes que no soy nada buena haciendo amigos Mer, tengo el presentimiento de que esto va a terminar mal.
Le dije francamente preocupada.

-Tranquila, vas a ver que te va a ir bien...

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Llegamos al instituto, efectivamente ya habíamos llegado tarde, no se veía ningún otro alumno cerca... Así que nos dirigimos a la Profesora que estaba asignando casilleros rápidamente nos pidió nuestros nombres.

-Elsa Arendelle y Mérida DunBronch.

La profesora revisó su lista, nos señaló nuestros nuevos casilleros y dijo:

-Son esos, el de la señorita Arendelle es el 146 y el de la señorita DunBronch es el 150,
están separados por los de los jóvenes Frost y Haddock y el de la señorita Corona.

Y tras decir eso se fue.

Mérida me miró y sonrió de manera traviesa.

-Será que esos tales Frost y Haddock sean guapos?

-Por el amor de Dios Mer, no empieces!

-Jaja ok, ok! No te enojes sólo bromeaba un poco... Ven vamos a guardar nuestras cosas.

A un lado de los casilleros encontramos las listas de clase con sus respectivos grupos, decidimos primero acercarnos a verla antes de guardar los libros. Tarde sólo 15 segundos en verlas y darme cuenta de que Mérida sólo tenia 3 clases conmigo.
La miré completamente asustada, ella aún seguía viendo las listas así que le dije:

-Cómo es posible esto Mer!! Que voy a hacer!?

-Vamos Elsa tampoco es el fin del mundo! Ya te dije has nuevos amigos, además fíjate bien, el tal Frost esta contigo en prácticamente todas tus lecciones.

Guardé mis cosas algo molesta de que Mérida no me tomara en serio, y ella lo notó.

-Vamos Elsa, no te pongas así! Y camina que tenemos clase con la Profesora Kristal.
Dijo aún mirando el horario.

-Clase de qué?

-Mmm bueno aquí dice que de canto, vamos a ver que tal.

Y de ese modo nos fuimos para clases. Encontramos en el salón y pasamos, la Profesora nos dirigió una severa mirada, nos ordenó que tomáramos asiento y comenzó a explicar:

-Bueno, bienvenidos a la clase de educación musical. Yo soy la profesora Kristal y lo primero que deben saber de mi es que no me gusta que lleguen tarde.

Mérida y yo cruzamos nuestras miradas entendiendo que la profesora hablaba de nosotros.
Pero en ese instante la puerta se volvió a abrir...

-Lo sentimos Profesora! Es que es el primer día y nos extraviamos un poco- dijo un chico que, debo admitir era bastante guapo, su cabello era de un blanco platinado más claro que el mío y tenía una sonrisa extremadamente linda, pero lo que capturó mi atención de inmediato fueron sus ojos, unos ojos azules casi perfectos... Pero no venía sólo, a él lo acompañaba un chico con el pelo castaño y ojos del mismo color, con algunas pecas que le daban un toque tierno. También venía una chica, el cabello rubio era bastante largo, pero lo llevaba en una linda trenza; sus ojos eran verdes y se notaba algo apenada.
La profesora respiró y le dijo:

-Entren y tomen asiento, espero que esta sea la última vez que llegan a esta hora. Como les estaba diciendo a sus compañeros, no me gusta que lleguen tarde... Ahora comenzaremos con la lección.-¿Alguien de aquí canta?- varios alumnos levantaron la mano, Mérida entre ellos, me volteó a ver, tomo mi mano y la levantó también.

-Mer que te pasa?- la verdad yo cantaba bien pero nunca lo aceptaría en el instituto.

Mérida sonrió y me dijo:

-Los chicos guapos que llegaron tarde también levantaron la mano.

-Y eso a mi en que me afecta?- le susurré algo molesta.

-Elsa por favor, noté como te les quedaste viendo.

Bufé y le presté atención a la profesora que estaba explicando algo que tenía que ver con la lectura musical, y así continuó la clase hasta que algo de lo que dijo llamó mi atención.

-Para la próxima clase cada uno de los que levantaron la mano tendrán que pasar al frente y cantar una canción como solistas.
Eso es todo. Pueden salir.

Me dirigí a mi casillero rápidamente con la esperanza de que Mérida no pudiera alcanzarme, ya que me había enojado tener que cantar frente a toda la clase por culpa de ella. Metí bruscamente mis cuadernos al casillero y saqué los otros que necesitaba, una persona se había aproximado a mi sin que me diera cuenta y cuando me giré para ir a mi siguiente materia choqué contra esa persona haciendo que mis libros y los suyos cayeran estrepitosamente al piso.

-¡Maldita sea! Sólo esto me faltaba- exclamé agachándome para recoger mis libros.

-Tranquila, te noto un poco alterada- dijo la voz de un hombre, una voz que yo ya había escuchado antes. -ven te ayudo a recogerlos.

-Gracias- susurré levantando la vista, sólo para darme cuenta de que era el chico de ojos azules que había llegado tarde a la clase de música.

Cuando terminamos de recoger me preguntó:

-¿Para que clase vas?

-Matemáticas en el salón B7- contesté apresuradamente.

-Yo también voy para allá, ¿nos vamos juntos?

Al ver que Mérida no aparecía en ningún lugar dije que sí. Pidiéndole a Dios que no estuviera cometiendo un error.

-Por cierto, ¿Cuál es tu nombre?- preguntó el chico inquieto.

-Elsa, Elsa Arendell.

-Todo un placer, yo soy Jack... Jack Frost.

Hacia donde nos lleve el destino-JelsaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora