Hacia donde nos lleve el destino-Jelsa

¿Y ahora qué?

Capítulo 9

«Olvídate de él ahora, antes de que te enamores perdidamente y no haya vuelta atrás» me reprendí mentalmente, mientras miraba el hermoso azul de los ojos de Jack que comía tranquilamente en frente de mi. De vez en cuando Jack me miraba y, como si lo disfrutara (que creo que es así) me guiñaba un ojo y sonreía..., Esa sonrisa...
«No Elsa, deja de mirarlo»
Esto iba a ser realmente difícil.

-¿Qué tanto se ven ustedes dos? -preguntó Punzie riendo.

-¿Ustedes dos quiénes? Yo no estoy viendo a nadie -se sobresaltó Mérida.

-Hum, aquí hay algo extraño de lo que no tenía ni idea -dijo Jack, volteando a ver a Hiccup que estaba más rojo que la manzana que tenía en frente.

-¿Que yo qué? -preguntó Hiccup realmente nervioso, mientras que Punzie se partía de risa.

-Punzie... ¿Qué sucede? ¿Qué es tan gracioso? -pregunté.

Rapunzel no podía hablar, estaba completamente ahogada en risas.
-Pues nada, que yo me refería a ti y a Jack y los que se sobresaltaron fueron Hiccup y Mérida..., al parecer no hemos sido tan atentos.

Jack y yo nos volteamos a ver y nos dimos una fugaz mirada, ambos sin saber como reaccionar y yo sabiendo que no me podía enamorar de él. Mientras que Mérida se ocultaba bajo su melena rizada, Punzie suspiró.

-Hey Punzie, ¿En qué estás pensado, o mejor dicho... En quién? -comenzó a decir Anna, sacándonos a todos del estupor en el que estábamos.

-Flynn... -fue lo único que soltó la rubia.

-¿Flynn? ¿Y quién quiquiriquí es Flynn? -preguntó Kristoff, haciéndonos soltar una sonora carcajada-. ¿Podrían dejar de reír y contestarme?

-Flynn es el profesor de idiomas, Punzie está enamorada de él. Lo conoció antes de darnos cuenta que se trataba de uno de nuestros profesores -explicó Jack.

-¿Te enamoraste de un profesor? -le preguntó Anna a Punzie, como si eso fuera una de la peores cosas que podría hacer.

-¿Y cómo no hacerlo? -respondió Punzie-, ¡Es realmente encantador! Y la forma en la que me guiñó un ojo el primer día que lo vi...

-Jaja, esa sí que es una historia de amor -dijo Kristoff burlándose de ella.

-Oye no seas cruel, déjala, la esperanza es lo último que se pierde -comenté.

La plástica entró en la cafetería y caminó cerca de nuestra mesa, mirándonos con desprecio (o debo decir, mirándome con desprecio).

-Esa mujer necesita salir a la calle y encontrarse con una bala perdida -dijo Mérida, que amaba hacernos reír con su ofensas.

-Eres cruel, pero tienes razón -comentó Anna-, ¿Ella en verdad tiene los el síndrome de alejandría?

-No, a la plástica le gusta usar lentes de contacto -respondí.

-Pues en apodo le sienta bien -dijo Anna.

Toothiana no dejaba de mirar en mi dirección y yo ya me estaba cansando, Mérida sabe que no es bueno estar cerca cuando yo me enojo.
«Tienes que calmarte, sólo empeorarás las cosas»

Terminamos de comer y salimos de la cafetería, Jack se acercó sigilosamente a mi y me rodeo la cintura con sus brazos. Mi respiración aumentó de velocidad rápidamente cuando se acercó a mi mejilla y la besó para luego soltarme.

-Volvamos a el salón de música, quiero escuchar cantar a Mérida -dijo Hiccup, haciendo que la pelirroja se sonrojara.

-Estoy de acuerdo, ahora es tu turno Mer -agregé.