Capítulo 6

948 76 11
                                    


Me levanto con los rayos del sol golpeando en mi cara, ayer se me olvido correr las cortinas. Me giro y veo el reloj, las 8:45. Me incorporo y con cuidado me siento en la silla arrastrándome desde la cama. Me ha resultado bastante sencillo ya que la cama es más alta que la silla. Pruebo a mover las piernas y me sorprendo al ver que puedo moverlas un poco más que ayer. Me dirijo al baño y me recojo el pelo en una coleta alta, luego voy a mi armario y tomo una camiseta de tirantes y unos jeans.

Mi madre entra en mi cuarto y me mira sorprendida. -¿Cómo te has sentado en la silla? ¿Sabes? Nunca dejas de sorprenderme.-

Se acerca a mí y me ayuda a tenerme en pie para poder ponerme los jeans, termino de vestirme y me dirijo a la cocina a desayunar, cuando ambas estamos listas salimos rumbo al hospital.

Cuando llegamos allí esperamos por el doctor.

-(T/N), ya estás aquí ¿Y usted es?-

-Su madre.-

-Ya veo, vengan por aquí por favor.-

El doctor nos conduce a una espaciosa sala con material que intuyo que es para la rehabilitación.

-Pues (T/N), podemos empezar cuando quiera.-

- Puedes tutearme y empecemos ya mismo.-

-De acuerdo.-

Comienzo con la rehabilitación, y el doctor se sorprende de la movilidad que he ganado.



Ha pasado una semana desde que he empezado la rehabilitación, estoy en los últimos días ya que casi me he recuperado. Durante la semana he recibido visitas de los miembros del equipo. He estado hablando mucho con Reid y me ha traído unos cuantos libros para que no me aburriera, a mi madre le ha caído muy bien. Se sorprendió al saber que Spencer era un genio como yo. Lo extraño es que no he recibido ninguna otra nota como las anteriores, aunque supongo que es mejor así.

-Bueno (T/N), creo que definitivamente ya estas recuperada.- Me dice el doctor.

-¿De veras?-

-Claro pero, no se te ocurra hacer una maratón ahora mismo, y evita el estrés.-

-No lo tenía pensado.- Contesto riendo. -¿El estrés por qué?-

-Porque demasiado estrés puede provocarte una recaída. Puedes hacer lo que hacías habitualmente pero no puedes correr durante mucho tiempo. La verdad te recomiendo que empieces a correr poco a poco. Primero cinco minutos al día, luego diez, quince... y así consecutivamente hasta que veas que tus piernas dejen de temblar.-

-Claro.-

-De todas formas ven por aquí en caso de que sientas que algo no va bien.-

-Lo haré gracias por todo doctor.- Me despido estrechándole la mano.-

Nos vamos y montamos en el coche.

-¿La silla sigue en el maletero?-

-Si ¿Por qué?-

-Mama vamos a la UAC.-

-Vale, ya se lo que quieres hacer.- Mi madre conduce hacia la UAC. Nadie del equipo sabe que ya puedo caminar. Cuando me venían a ver yo solo les decía que estaba mejor, pero nada más. Creo que será una agradable sorpresa.

Llegamos y mi madre me dice que espere, va hacia el maletero, saca la silla y la acerca a mi puerta. –Tiene que ser creíble ¿No?-

-Sí, tienes razón. -Contesto sonriendo.-

Te quiero a ti. (Spencer Reid y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora