Capitulo Catorce: Atados por el Amor I

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Ya era viernes, Lali llegò con una sonrisa y un libro en su mano, se dirigiò a su nuevo grupo de amigos: Candela, Rocìo y Gaston.

—¡Buen dia! —saludò.

Cande sacudiò su mano derecha en forma de saludo. Mientras que la pareja no dejaba de darse picos. Incluso la habìan ignorado completamente.

—¡Buen dìa! —repitiò.

—Hola Lali —musitò Rocìo algo avergonzada.

—Què bueno que llegaste —replicò Cande—, estos dos no dejan de besarse. Me hacen sentir mal —riò.

* * *

Peter entrò al colegio al lado de Euge, y ambos saludaron a sus amigos, Eugenia y Nicolas intercambiaron miradas, y luego ella se fue a sentar a la otra punta de la mesa.

—¿Van a ir esta noche a la playa? —preguntò luego de un rato.

—Yo no tengo problema —contestò Luz, mientras le tomaba la mano a Elìas.

—Yo tampoco —citò este, besando ambas manos unidas.

—Hey, parenle un poco con la parejita —se quejò Agustin—. Algunos estamos solteros.

—Vos estàs soltero porque sos un desastre para ser pirata —riò Peter.

—Y vos Lanzani hace rato no pirateàs, ¿Què pasò, quedaste deprimido despuès de que Guillermina te cortò? —carcajeò Nico.

—No, pasa que ahora se està enamorando de Lali —Euge le siguiò la corriente en murmullos.

—¿Lali, mi hermana? —interrogò Elias molesto— Ni se te ocurra, Juan Pedro.

—No estoy enamorado de esa —suspirò—, jamàs me enamorarìa de una nerd.

—Peter, te conozco demasiado. Sè que si no estàs enamorado, al menos te gusta. Pero boe, si no querès aceptarlo, problema tuyo.

Los chicos se levantaron ni bien tocò el timbre y cada uno se fue a su clase.

* * *

«¿Vas a ir esta noche a la playa?» fue el mensaje que le mandò Peter a Lali a la salida del colegio.

«Obvio que sì, voy con mis amigos, ¿Y vos?»

«Tambien, me muero por vert...

—¿Què te està pasando, Lanzani? —se autopreguntò.

Mirò el mensaje que estaba a punto de escribir y lo borrò:

«Tambien. Nos vemos esta noche»

Lali apoyò su telefono sobre el pecho y, al rato, se durmio. Luego de unas seis horas de siesta, abriò los ojos. Escogiò la ropa para esa noche y se metiò a la ducha. Al igual que Peter, pero en su casa.

Eugenia entrò desprevenida a la habitaciòn de su amigo y encontrò lo que al parecer estaba buscando.

—¿Asì que no te gustaba Lali, eh?

Acariciò una foto que èl tenìa sobre su mesa de luz. Eran Lali y Euge, de espaldas y en el banco de la plaza, ese dìa que los tres comieron un helado juntos luego de la muerte de Gimena. En una punta de la foto habìa un corazòn dibujado con fibròn rojo, y una ''L'' debajo. Sonriò satisfecha, ¡Sus especulaciones eran ciertas, le gustaba!

Suavemente cerrò la puerta y se dirigiò a su habitaciòn, no sin antes cruzarse con Emi.

—¿Què andas haciendo vos en la habitaciòn de Peter? —sonriò.

—Buscaba pistas —Euge le devolviò el gesto.

—¿Pistas?¿De què?

—A Pitt le gusta mi mejor amiga, Mariana.

—¿Mariana, la que se bajò a saludarnos cuando anunciabamos que nos casàbamos?

—La misma —musitò Euge. Mostràndole la foto a modo de victoria.

—Wow —riò Emi—. Bueno, esto queda entre nosotras dos. Vos sos como mi periodista.

—Trato hecho —carcajeò Euge y ambas estrecharon sus manos, antes de seguir en sus caminos.

Ya era casi las ocho de la noche, y los hermanos Lanzani-Suarez salìan de sus casas. Los Esposito tambièn, pero ellos se dirigìan a buscar a la novia de Elìas: Luz. La pareja de Rochi y Gastòn iba por otro lado. Y Cande, Nico y Agustin iban cada uno por su cuenta.

Llegaron a la playa, el sol se ocultaba lentamente entre las montañas mendocinas y se escuchaba los golpes que daba el agua contra las piedras y la arena. Habìa una temperatura templada, especial para hacer juegos, tomar algo y divertirse. Cada uno de los chicos fue llegando de a poco, primero Lali ,Elias y Luz, despues Gaston y Rocio, Candela, Nicolas, Eugenia y Peter y, por ùltimo, Agustin. Sus caras no mostraban agrado alguno.

—Eugenia, no me dijiste que vendrian estos come-libros aquì —murmurò Agustin molesto.

—A nosotros no nos dijeron que los chetitos iban a estar —dijo Cande un poco màs fuerte, mirando al grupo con desaprobaciòn. —Me voy.

—Esperen —interrumpiò Euge, mirando el suelo—, yo los junte acà pr un propòsito. Quiero que seamos un grupo de amigos.

—¿Amigos, con estos? Imposible —Nico mirò a Lali—, aunque vos estàs re buena petiza.

—Ojo con mi hermana —replicò Elìas, ponièndose adelante de Lali. Euge mirò a Peter.

—Esto es de verdad, chicos. ¿Porque no intentamos aunque sea pasar una noche juntos? La vamos a pasar genial, creànme.

—Yo creo que vamos a pasarla bien —dijeron Mariana y Peter al mismo tiempo. Ella lo mirò y al ver que le sonreìa desviò la mirada. ¡Era tan lindo!

Esta vez, todos aceptaron, aunque algunas caras de disgusto todavìa estaban presentes. Pero luego de un rato se dieron cuenta que, los ''chetos'' no eran tan malos, y los ''nerds'' tampoco eran tan aburridos. Lali sonriò satisfecha y propuso un juego:

—Miren, esto es como el juego de la botellita —Cande arqueò una ceja—, nada màs que, al que le toque, va a poder hacer una prenda para quien se le ocurra.

Asientieron y ràpidamente se empezaron a ver caras de hacer bromas pesadas. Su rato en la playa fue divertidìsimo, no dejaban de jugar.

Luego de media hora, Gastòn y Rocìo habìan chapado màs de diez veces, Nicolas y Agustìn se metieron en ropa interior al rìo, Eugenia habìa tragado un poco de arena, Cande y Luz estaban sin remera, Elias tenìa la boca llena de labial, Lali tenìa el estòmago lleno de barro, y Peter habìa tenido que darle sus zapatillas a Nicolas. La botella esta vez apuntò para Eugenia, la cual tenìa un plan maligno para hacer un buen reto.

—Està bien —comenzò, Luz la mirò expectante—, esta vez el reto va para Lali y Peter —sonriò de costado—. Lali, vos vas a atar tu mano izquierda a la mano derecha de Pitt, y van a permaneces atados durante veinticuatro horas.


Maraton 3/3

¿DONDE QUERÈS EL MONUMENTO, EUGE? GRCIAS POR TANTO PERDON POR TAN POCO, ahre.

¡Comenten, bebas!

¡Las quiero!

Juli.

PD: ¡Espero que les haya gustado!


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