Torture (Austin Mahone y tu)

Capitulo 33. Lo necesito.

-Linda-me saludó Sam al entrar a mi cuarto. Venía con cara de preocupación, y a juzgar por su mochila, acababa de salir de la escuela.

-Hola-contesté, sentándome en la cama.

-¿Por qué no fuiste a estudiar hoy?-preguntó sentándose a mi lado-¿estás enferma?

-No tenía ganas-me encogí de hombros tratando de quitarle importancia.

-¿Segura?-entrecerró los ojos, asentí sin ser capaz de mentirle-, ¿cómo te fue ayer con Austin?

Al mencionar su nombre sentí como los pocos ánimos que había logrado reunir esta mañana y parte de la tarde, se derrumbaban. Quise aclarar mi garganta para formar una frase, pero no pude porque el nudo que se hizo en mi garganta, no me lo permitió.

-Dime ahora lo que sucedió-me ordenó, cruzada de brazos y mirándome fijamente.

-Nad..-

-Sin mentiras-interrumpió.

-Bueno...-le conté todo, desde que me recogió afuera de la escuela hasta cuando tuve que venir sola a casa. Su mirada pasaba de la sorpresa a la preocupación cuando le dije que luego de haberlo dejado solo, salí del parque y para mi suerte, en ese preciso instante pasaba un taxi que me trajo a casa. Tuve que mentirle a mi madre y decirle que Austin me había traído, no quería que volviera a castigarme por andar sola a esas horas de la noche.

-No puedo creerlo-se llevó las manos a la boca cuando terminé de contarle todo.

-No he dejado de pensar en él, no puedo-confesé.

-¿Cómo pudo hacerte eso?.., no sé, pero es un idiota-dijo entre dientes.

-Lo necesito...

-Pero ya ves que él no, ______-acarició mi cabello, bajando la voz.

-No lo entiendes, yo le prometí que me quedaría a pesar de todo.

-Pero no esta aquí contigo, te dejó ir. Así que tu también déjalo ir, si de verdad te necesita, vendrá a ti.

-¿Qué pasa si no vuelve?-le pregunté desviando la mirada.

-Lo hará, y si no lo hace, yo estaré aquí-me dio un abrazo-, no quiero verte triste.

-¿Cómo es posible que una persona te haga sentir de lo mejor y, al mismo tiempo por cualquier error, te haga sentir de lo peor?-murmuré.

-Se llama amor-me contestó, separándose de mi.

-Que irónico.., se supone que yo.., yo lo odiaba y termine enamorándome-negué con la cabeza sin dar crédito a lo que me estaba pasando.

-Tal vez no se quedó contigo porque le daba miedo darse cuenta que tu lo querías como él no sabe quererse-habló luego de unos segundos de silencio.

-Esa no debería ser una razón.., yo podía ayudarlo.

-Él no lo valoró, no podemos hacer nada _______, no sigas torturándote con el pasado, ya no lo vale.

-Él si lo vale-me levanté de la cama-, si esa chica no hubiera aparecido de nuevo en su vida nada de esto estaría pasando-sin poder evitarlo, una lagrima rodó por mi mejilla al pensar que él la quería a ella.., y no a mi.

-Oh, no, no, no llores-dijo Sam levantándose de la cama tomando mi cara entre sus manos para que la mirara-, no lo hagas, él no se lo merece.

-Fui una estúpida al enamorarme de él-le dije entre sollozos.

-Él fue un imbécil al no corresponderte-dijo una voz bastante conocida desde la puerta de mi cuarto. Me giré limpiándome las lagrimas y vi a mi hermano recostado en el marco de la puerta con los brazos cruzados-. Te dije que no quería hacer esto después, pero te lo advertí.