Capitulo 4

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«Vamos cariño, nos están esperando.»

«No estoy muy segura de hacer esto» esas palabras salieron de mi boca involuntariamente.

«Pensé que ya habíamos quedado en algo» la voz me era familiar, pero ¿de dónde la conocía?

«Lo sé, pero no me siento cómoda con la idea de estar toda la noche en la misma habitación que... Bueno, tu familia.»

«¿Crees que yo permitiría que te hicieran daño?»

Aún nerviosa abrí las puerta de mi habitación y salí. Al final del pasillo estaba un chico parado, que no conocía. El chico que estaba ahí era alto, delgado, cabello oscuro, su piel era de un tono canela pasión con ojos cafés y realmente era muy guapo; él al verme, sonrió.

Comencé a caminar hacia él con paso lento. En el interior algo me decía que saliera corriendo, y realmente trate, pero era como sí mi cuerpo hiciera todo lo contrario de lo que yo quería.

Cuando llegue junto a él, se acercó lentamente a mi, inclinando un poco su rostro y depositó un tierno beso en mis labios.

«Te ves preciosa.»

«Esa frase está perdiendo efecto de tanto que la usas» otras vez las palabras salieron contra mi voluntad.

«Es que es la verdad. Seguramente si volvieras a nacer serias igual de hermosa.»

Me dio otro beso, me tomo de la mano y bajamos las escaleras. Al llegar a la puerta, tomo mi abrigo del perchero y me lo puso. Me tomo la mano de nuevo y salimos a la fría noche.

«¿Iremos caminando como siempre?»

«Claro que no, hoy vino tu calabaza»

Señaló un lindo auto frente a nosotros. Un Mercedes-Benz SLK 200 color blanco

«Wow, lindo» dije medio susurrando.

«No más que tú».

Una sonrisa se escapó de mi boca. Mientras él se acercaba al auto y abría la puerta del copiloto para que yo entrara, cerró la puerta y rodeó el auto para subirse.

«¿Y qué opinas?»

«Es fenomenal».

«A mi padre le encantará oir eso. Pero basta de admirar el carro, ahora hazme el favor de ponerte el cinturón que ya vamos tarde» dijo mientras abrochaba su cinturón.

Abroche el mío y el lindo auto arrancó.

Recorrimos las calles de Londres hasta llegar a nuestro destino. Cuando el auto se detuvo frente a la reja mis impulsos me llevaron a bajar del auto y correr a la casa que estaba al otro lado de la calle. Me entro una ligera desesperación y combinada con mi nerviosismo me hizo sentir náuseas. Apreté muy fuerte mis ojos para controlarme... No se cuánto tiempo paso pero ya no sentía que estuviera corriendo, abrí los ojos y me encontraba en el avión junto con Adriana.

Alguna vez en clase hablaron sobre las pesadillas, habían dicho que parecían muy reales pero nunca imagine que tanto; y yo nunca había tenido una.

Me acomodé en mi asiento y de pronto mis necesidades humanas me hicieron levantarme e ir al fondo del avión. Durante mi pequeño desfile por el pasillo sentí una mirada sobre mi pero nadie se veía sospechoso, tal vez era el cansancio del vuelo. Una vez que salí del baño comencé a buscar a alguna azafata puesto que quería algo de tomar, pero parecía que no había ninguna, gire sobre mis talones para regresar a mi asiento cuando choqué con un chico.

Tenía una piel clara, cabello rubio, ojos azules y no tan alto, tenía estatura estándar.

«Oh, lo siento. Que torpe soy» dije avergonzada.

«Descuida, me embobe un poco» dijo sonriendo «por cierto, mi nombre es Niall».

«Lindo nombre».

«¿Y tu nombre es tan lindo como tu rostro?» pregunto.

Parecía que toda mi sangre acababa de subir a mis mejillas «m-me llamo (TN)_____»

Le regrese la sonrisa y ambos nos quedamos ahí parados viéndonos.

"Señores pasajeros, estamos a punto de llegar a nuestro destino. Favor de abrocharse sus cinturones"- se escucho por todo el avión.

«Será mejor que me vaya» le dije haciéndome hacía la izquierda para pasar pero él se hizo hacia el mismo lado. Me hice a la derecha pero él igual, finalmente él me tomo por los hombros y nos giró «Espero algún día volver a verte».

«Claro» dije un poco sorprendida.

Me dio un pequeño beso en el cachete y se fue.

En cuanto llegue a mi asiento me abroche el cinturón y comencé a guardar mis cosas mientras el avión descendía. En cuanto aterrizamos mi padre y mi abuelo tomaron las maletas mientras Adriana y yo comenzamos a bajar.

Vaya que hacia frío en Londres, había nubes en el cielo pero en cualquier momento podría salir el sol. Subí completamente el cierre de mi chamarra, me puse la capucha y jale las mangas para cubrir mis manos, pero mis falanges quedaron al descubierto.

Iba caminando lentamente con las manos en los bolsillos pues quería disfrutar cada momento en este lugar, ya que no sabía por cuanto tiempo estaríamos aquí. Estaba observando el paisaje cuando vi al chico de mi sueño o pesadilla, lo que sea que fuere, que tuve durante el vuelo. Me pare en seco, pues él también me miraba, como si esperara que fuera corriendo hacia donde se encontraba.

De pronto movió los labios como si pronunciara algo, y al mismo tiempo escuche mi nombre, como si lo hubiera susurrado en mi oído; él me hablaba.

«(TN)_____»

Vidas secretas [Louis Tomlinson y Tú] (Pausada y en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora