<-No hay manera de que me suba a esa cosa, nos pueden arrestar-> dijo Verónica a la vez que hablaba con la voz.
<Tranquila, lo he hecho muchas veces, si yo puedo solo es más fácil con los dos> Empezó a subir la escalera de metal que se mantenía aferrada a la torre de agua. Ella se rindió y empezó a subirla con un metro de distancia de donde Brett se encontraba.
Al llegar a la parte de arriba, ambos se sentaron en la orilla de la torre que aproximadamente medía unos siete metros. El parque se encontraba en un pequeño monte, eso favorecía la vista, las luces de las casa y de los coches pero curiosamente esa zona estaba en una calma que te podía arrullar hasta que yacieras dormida, sumida en una ensoñación profunda, casi imposible de romper.
<Esto es increíble> dijo Verónica con un lado de la comisura de los labios levantada ligeramente. El juraba que iba a sonreír pero ambos sabían que jamás lo admitiría. No sabía si era la neblina que cubría con su manto a la ciudad, no sabía si eran las luces de la ciudad en compañía con las de la luna y las estrellas, simplemente había algo en el pecho de Verónica, un sentimiento inquietante para una niña que creció demasiado rápido y perdió parte de su vida. Pero no podía ignorar el hecho de que se sentía en paz, con el pulso demasiado lento, algo que en un largo tiempo no sentía, incluso antes de la muerte de su hermana.
<¿Cuéntame de ti?> dijo Brett para después cambiar su rostro de uno feliz a uno serio, lo cual era realmente extraño porque normalmente lo veías con un rostro relajado o con una sonrisa adornando su rostro.
<¿Por qué tanto interés en mi vida?> dijo Verónica con un poco de extrañeza pero no que le molestase solo curiosidad. Brett quería sacarle de donde conoce a Kira, pero no sabía si era un tema que tocar, porque haya pasado lo que haya pasado, murió.
<Quiero saber porque eres asi, conocer tu pasado para justificar tu presente y predecir tu futuro> dijo finalmente, guardándose y meditando las palabras que iba a decir para no decir demás que era una de las especialidades de Brett.
<No creo que logres nada pero contaré un poco de mi pasado> hizo una pequeña pausa para ordenar sus ideas y seguir <Toda mi vida, he sentido que soy diferente a los demás, mientras unos se emborrachaban y fumaban a los dieciséis, yo estaba en mi cuarto, concentrada en el piano que estaba enfrente de mí, en el caballete levantado y en el lienzo vació, casi nunca iba a fiestas, pero a las que iba, me la pasaba sentada en una silla, viendo como todos arruinaban su vida con el cigarro, mientras que yo lo rechazaba. La gente se acercaba a mí, pero solo era para ir al rincón a hacer quien-sabe-que y eso realmente me molestaba, me molestaba que la gente se acercara por lo que ven en tu exterior>
Ahora lo que reinaba era el silencio de la noche, únicamente los grillos se escuchaban, y todo estaba en calma.
< ¿Sabes qué pienso? Que eres una chica maravillosa en un mundo horrible y creo que por eso eres como eres, cerrada, lastimada dentro por algo que pasó hace tiempo> Lo que dijo, la mantuvo sin palabras, con la boca cerrada, reconociendo lo que había dicho. Ella sabía que él tenía principios de profeta, lo sabía. <Vamos, di algo>
< ¿Qué quieres que diga? Me dejaste callada. Pero entonces te toca a ti>
<A los siete años quedé sordo, por meningitis, ya no recuerdo el sonido de los pájaros cantando, el sonido de mi voz, a veces quisiera poder escucharte, poder hablar con normalidad y escuchar mi voz y creer que es el mejor sonido que existe.>
<¿Ya no sabes cómo hablar?> ella se atrevió a preguntar.
<Me acuerdo de algunas palabras pero ya no sé cómo articularlas
Se quedó tranquila, tratando de asimilar si la pregunta si la había dicho, porque su conciencia había pensado en ella más no estaba la acción de decirla, sabía que la había cagado, realmente.
<Tranquila, no me molesta que me pregunten de eso> Era como si le hubiera leído la mente, o sabía lo que sus ojos reflejaban. Se encontraba encorvado, mirando al piso mientras ella lo miraba con detenimiento, en como era su nariz, respingada y derecha, sus pestañas largas y chinos, el sueño de una mujer superficial, tener las pestañas de aquel hombre que estaba a un lado de ella. Ahora miraba hacía el frente y el turno de Brett de ver a Verónica.
Tocó su hombro y empezó a hablar.
< ¿Qué te gusta hacer además de pintar y tocar el piano?> Verónica dejo mostrar una pequeña sonrisa casi notable.
<Solía bailar ballet, hace como... seis años> La miró con los ojos bien abiertos, con sorpresa reflejada en ellos. <Lo sé, extraño en una persona como yo, la gente no suele imaginarme con tutu y un leotardo acompañado con unas zapatillas, pero es una historia demasiado triste, no para mí>
< ¿Es algo que puedas contar?> hizo una cara de suplica pero demasiado tenue, no se notaba a simple vista. Ella asintió.
Flashback...
Desde los cinco años, Rossy y yo, nos metimos en la clase de ballet de la escuela, era el sueño de toda niña que amaba las princesas y las coronas y con encontrar el amor verdadero. Rossy y yo, solo éramos niñas de seis años con demasiados sueños y metas, con demasiadas fantasías en la cabeza, pero tenía mis limites. Recuerdo que amaba las historias de"La Princesa y el Sapo" y el de "La Bella y la Bestia". Ambas tenían cosas en común, en ambas, la princesa no era salvada, de hecho, era la salvadora, no como "La Bella Durmiente" o "La Cenicienta".
Una vez dentro de ballet, descubrí que era buena en eso, que ambas lo eramos y desde entonces me esforcé lo más que pude, encontré metas, ser una bailarina profesional, la más joven en llegar a la cima. Y así pasaron los años, ambas estábamos en el apogeo, éramos increíbles todas las niñas nos admiraban y me sentía bien. Hasta que los años cambian, a los once, ambas empezamos a cambiar, a madurar, nos creció el pecho, nuestras caderas ensancharon y los problemas hormonales empezaron a dominar nuestros cuerpos, Rossy no era necesariamente gorda pero para ser bailarina, necesitabas ser delgada, nada de curvas, casi sin busto y ella empezaba a tenerlo. Cuando estas desesperada, tomas medidas desesperadas.
Empezó con la anorexia, no me di cuentas hasta que una vez, comí con ella y me di cuenta de eso y luego, rendida me contó que también era bulímica. Ambas hicimos un trato después, que ambas nos saldríamos del ballet y olvidaríamos eso. Era demasiado importante para mi mantenerla a salvo, de protegerla, siempre sentí esa necesidad.
Después mi... mamá me ayudó a encontrar mi próximo pasatiempo y me enamoré del piano y de cómo la pintura reflejaba todo de mi de una manera abstracta, algo que solo la pintura y yo sabíamos, y con un años de experiencia, me volví buena en lo que hacía.
Fin Flashback
<Esa es mi historia, bueno, la de Rossy, no le digas que te conté, me mataría> el asintió <Tú, te toca>
<Adoro escribir, es mi pasión, adoro escribir fragmentos, historias, poemas, canciones, aunque solo la letra, cuando eres sordo, te olvidas de las notas, si es que alguna vez te las aprendías>
<Te puedo ayudar, sé leer la música, puedo con los tonos, trabajaremos juntos...> Lo único que Brett podía entender eran solo señas al aire, solo admiraba como su rostro se iluminaba al hablar de música. Se acercó demasiado rápido, ni siquiera lo pensó, debió haberlo pensado.
Sus labios impactaron con fuerza en los de ella, y para evitar que se alejara la tomó por la nuca. Verónica al principio se trato de alejar pero luego su mano se posicionó en su nuca, deteniéndola, luego lo siguió sin darse cuenta.
El beso fue interrumpido por una luz que pasó por la cara de ambos, se separaron y miraron desde donde venía la luz y se escuchó un grito:
-¡Bajen de ahí!- Era un policía.
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Pretty Souls
Romance"¿Recuerdas las paredes que construí? Pues cariño se están viniendo abajo. Y ni siquiera presentaron batalla, ni siquiera producieron un sonido. Encontré una manera de dejarte entrar pero, realmente nunca tuve dudas" -Beyonce "Halo" Verónica reflej...