Por la noche mis padres llegaron a casa con la abuela, yo estaba en mi habitación por que aún no podía creer lo que había en el sótano y no sabía a quién decirle, si se lo decía a León él le diría a mis padres y ellos enloquecerían;pero.. Yo conocía a alguien en quien podía confiar esa persona era claudia, no sabía exactamente cómo decirle eso
¿Qué tal que no me creía?, o ¿si ya no quería ser mi amiga de nuevo?. Pero debía arriesgarme, al día siguiente me levante muy temprano y me madre me llevó al colegio a las 6:30 am exactamente yo no era la primera que había llegado; Abraham igual estaba en el salón en cuanto entré y lo vi me puse roja como jitomatito, el también se puso rojizo, Abraham era un chico alto con un cabello muy lindo, lo salude y me saludo y de pronto ambos nos miramos por un tiempo corto hasta que uno de nuestros compañeros llegó al salón e interrumpió todo. De prisa desvíe la mirada y salí del aula, me dirigí a otro salón y comenze a platicar con otra de mis mejores amigas Dany, le conté lo de Abraham y se puso muy contenta.
-me da muchísimo gusto Beth. -me dijo ella
-gracias-le respondí -aún que no sé que piense el de mi.
En ese instante los ojitos de Dany se iluminaron y corrió a mi salón yo la seguí pero con paso lento, cuando llegué al aula Dany estaba platicando con Abraham. Me di cuenta de que claudia había llegado así que salí con ella y fuimos a las canchas a platicar.
Le conté todo
-no pasa nada-me dijo ella -pero quizá deberías decirle a tu abuela tal vez ella sepa algo de eso.
Al término de las clases me dirigí a casa. Estaba nublado y hacía mucho frío, cuando llegué abrí la puerta entre y lanze mis cosas sobre las sillas del comedor, no me había dado cuenta pero mi abuela estaba en una de ellas.
-hola mi niña- replicó mi abuela con su voz dulce
-Hola abuela. Y le di un beso en la mejilla
Después tomó su carrito con sus tanques de oxígeno y se dirigió a su habitación, no sé por qué pero yo solo la seguí cuando entré me senté en la orilla de su cama y mi abuela me dijo
-se lo que hiciste ayer
-¿qué? - me hice la desentendida con ella
-no te preocupes, no diré nada pero ahora debes volver - me susurró mi abuela
Hubo un silencio incómodo y de pronto comenze a contarle todo,lo que me había dicho León, que sucedió en ese tronco de árbol viejo.
-es una historia muy larga de contar querida pero... Debo... Dormir......
Y así, de la nada mi abuela se quedo dormida. No sabía por qué se quedo dormida tan repentinamente era muy temprano como para ir a la cama, pero al final solo le puse una frazada en sus piernas y salí de su habitación; de nuevo estaba sola en la casa mis padres estaban trabajando y León regresaba tarde de la escuela. Así que entre de prisa al sótano baje las escaleras, y quite un trozo de papel tapiz de la pared y la ventana seguía ahí, al abrí y salí por ella está ves tuve más cuidado, camine un segundo por un sendero de hojas y sin darme cuenta caí por un barranco y perdí el conocimiento.
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El lago secreto
Novela JuvenilElizabeth una joven de 13 años de edad intenta comprender el misterio de su vida, sospecha que sus padres le ocultan varias cosas; al ser despreciada por el chico que ella ama intenta escapar de casa justo cuando su madre enferma y sus miedos se vue...