El lago secreto

Pasaron las semanas y cada vez la melancolía se hacía más grande, ese vacío jamás se llenaba, ese día claudia y Dana fueron a mi casa y me levantaron el animo; hicimos muchas locuras, pero de la nada Dana dijo
-vallamos a tu sótano
Claudia y yo no dijimos nada, así que sentí un grandísimo impulso de levantarme e ir a abrir la puerta del sótano, no lo dude más y me dirigí al sótano, claudia y Dana me siguieron muy calladas, entramos y bajamos las escaleras lentamente, caminos con algo de miedo hasta llegar a la ventana, la abrí y salimos por ella, no ocurrió nada así que caminamos, caminamos muchísimo tiempo hasta que llegamos a un pequeño lago con un tronco  grande de lado a lado para poder cruzarlo; las tres nos subimos al mismo tiempo y a mitad del tronco nos sentamos sin zapatos todo era tan Bello, era un lugar muy armónico no entiendo como my abuela dijo que estaba maldito. Platicamos mucho y después de un rato decidimos irnos de ahí, al llegar a la casa aún no había nadie. A los pocos instantes llegaron por claudia y Dana. Cuando se fueron recordé que había dejado la ventana del sótano abierta, baje de inmediato y cuando llegué a donde estaba la ventana  mi sorpresa no fue muy grata por que aquella pequeña ventana ya era una puerta blanca con enredaderas a los lados...