White lips, pale face. Breathing in snowflakes.
(Los labios blancos, el rostro pálido. Respiracion en copos de nieve)
____El frote de sus manos era constante, llevaba más de un minuto dando calor a estas, pero no daba resultado.
Resignada, metió sus frías y agrietadas manos en los bolsillos de su chaqueta negra mientras observaba por la ventana de aquella pequeña cafetería, a la que se había acostumbrado a ir esta última semana, la lluvia que caía fuertemente aquella tarde sobre la ciudad de Miami.
Miró su reloj.
7:55Aún faltaba tiempo, no había prisa. Mientras, se puso a revisar aquellas anotaciones que se había tomado la libertad de escribir en una pequeña libretita que siempre llevaba consigo. Las últimas paginas estaban llenas de tachones, garabatos e ideas relacionadas con la persona que se había dedicado a investigar esta última semana y que, si no se equivocaba, aparecería y se sentaría en la mesa del fondo a leer en cinco minutos, tal y como lo había presenciado desde el lunes pasado.
Hoy era jueves.
-Buenas tardes señorita. ¿Desea tomat algo? -Preguntó la camarera del local, quien con una amplia sonrisa, esperaba tomar nota a su cliente.
-Sí, por favor. ¿Un café está bien? A ser posible con un poco de nata.
-Por supuesto señorita. Ahora mismo se lo apunto.
-Gracia.
La camarera se dirigía a la barra, pero rápidamente giró sobre sus talones y regreso rápidamente hasta su clienta.
-Perdone que la interrumpa de nuevo señorita, pero vamos con retraso en la cocina, tardará un poco su pedido. -Dijo la camarera bajando la cabeza en señal de vergüenza. -Así que, si no le importa esperar, ¿a nombre de quien le pongo el mandado?
-¡Oh! No se preocupe, no tengo prisa. Póngalo a nombre de ...-en ese momento, la puerta del local se abrió, dejando ver a una joven morena de baja estatura que, sin alguna expresión en el rostro, se dirigía a la mesa del fondo con un libro entrebsus brazos.
Miró su reloj.
8:00Puntual, tal y como lo había previsto.
-Disculpe señorita, ¿a que nombre le pongo su pedido? Dese prisa, tengo otra gente que atender. -La camarera se veía molesta tras haber perdido la atención de su cliente por varios segundos.
-Perdón, lo olvidaba, apúntelo a nombre de Lauren Jauregui.
-¿Jau...Jauregui? -La camarera se ahogó con su propia saliva. -¿Jauregui...Jauregui? -Preguntó la camarera aún en shock.
-¿Acaso sabe de algún otro Jauregui? De todos formas, no se a que vino su reacción, no soy como si fuera una celebridad. -Opinó la joven un tanto molesta.
-Es como si lo fuera señorita. Admiro lo que hace, realmente usted hace unos reportajes fascinantes, eso sin hablar de sus increíbles fotografías. Es realmente buena en lo que hace
-Tengo que serlo, me gano la vida con ello. -Remarcó la joven con obviedad.
Después de esto, la camarera volvió a su trabajo un tanto molesta. Lo cierto es que Lauren había sido un poco grosera con ella pero no le importaba, le había hecho perder el tiempo, cosa que ella consideraba valioso.
Para Lauren no era nuevo que la elogiaran por su trabajo, no se sorprendía, pues ella sabia a la perfección que era genial en lo que hacía.
A sus 19 años de edad, Lauren tenia un puesto fijo de trabajo en el periódico de su familia. Eso a Lauren le encantaba pues adoraba escribir y dar a conocer la verdad sobre ciertos asuntos que la gente no logra ver. Además, le entusiasmaba la idea de compaginar su trabajo con la fotografía. Era algo que a la joven siempre le había gustado, poder hacer sus propias fotografías para los reportajes que escribía. Se podría decir que Lauren era alguien a la que no le faltaba de nada, era feliz y no tenia motivo alguno para quejarse.
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The A Team [Camren]
Fiksi PenggemarCambiar no entraba dentro de sus planes. No porque no quisiera, sino porque se daría cuenta demasiado tarde de que ni con toda la ayuda del mundo saldría de esta. «-No deberías juntarte con demonios. -Para mi eres un ángel.»