Aferrada al recuerdo (Pausada)

Capítulo 2

Ya pasaron dos semanas desde que mi padre cumplía el aniversario, no se muy bien si vio el vídeo pero yo tenía que continuar con mi rutina como todos los días.

Eran las 8.40 a.m, ya se me hacía tarde para salir a correr como lo hago todos los días en las mañanas. Rápidamente agarre mi ropa,me cambie y tome un vaso de cereales para saciar mi hambre.

Llegue al parque a las 8.57 a.m, mas bien de la usual. Comencé a mover mi cuerpo para enterarlo en calor, luego de eso coloque mis auriculares,puse música y comencé a dar vueltas alrededor del parque, era bien grande y solo tenia que hacerlo una hora.

Luego de cumplir con mi hora de entrenamiento, me dirijo hacia mi departamento. Cuando llegué subí a mi habitación y corrí las cortinas de los ventanales que dan al patio trasero para que entre un poco de claridad a la habitación. Luego de ducharme, fui directo a la cocina. Sobre la mesada resaltaba una colorida caja con círculos muy bonito, en ella había una nota que decía: 'Cuando la vida deja de empujarte a vivir, solo espera por que quizás es solo por un tiempo.Tu padre'. Guarde la caja y el sobre en la parte de arriba de mi ropero y la escondí, ya que creí que todavía no era el momento de leerla.

Iba saliendo hacía la puerta, para visitar a mi papá en el hospital cuando, sonaba el teléfono de la casa, corrí para agarrarlo y se escucho una voz muy fina y entrecortada, no la reconocía.

-Buenas tardes, ¿Emily Jeferson?- Dijo una mujer del otro lado

-Si, soy yo ¿Algún problema?

-Suspiró- Lamento decirle esto, pero su padre, Milko Jeferson, ha tenido varios problemas. El líquido de sus pulmones se esta esparciendo hacia sus riñones y no hay otra opción que operarlo. Su padre me mandó a llamarla, no quería entrar a la operación sin que usted lo supiera.

-Esta bien - Lágrimas, tras lágrimas caían, los recuerdos volvían a mi mente.

-Muchacha los horarios de visitas son: Ahora a las 10.30 hs. sino después de la operación a las 12 p.m. Usted señorita tiene un padre muy luchador.

-Sonrió- Gracias por avísame, y por lo de mi papá

-Oh pequeña va a estar todo bien, ahora te tienes que tranquilizar

-Si, sé que es muy fuerte, se que va a poder. En 10 min. estoy en el hospital.

-La esperamos, adiós- Dijo cortando la llamada.

Al escuchar los sonidos del teléfono cuando corto, salí de departamento tomando mi campera y corriendo fui hacia el hospital. Al llegar fui a su habitación donde siempre estuvo. Entre y estaba dormido, cerré la puerta lentamente y me senté en la silla a su lado, tomé su mano y note que esta no paraba de templar.

-Hija viniste- Dijo con los ojos cerrados y una voz alegre

-Dije que iba a estar contigo aunque no me necesitaras, y te prometo que todo va a estar bien.

-Hija, no se como saldrá la operación, pero quiero decirte que te amo, que nunca dejaría a mi hija sola pero tu ya eres grandes y me tienes que entender. Haré lo que pueda.- Dijo en una hilada de voz.

-Gracias por todo, te amo papa- Susurre. Mi cara estaba empapada por lágrimas y toda roja.

-Sonrió- Todo va a pasar muy rápido - susurra en mi oído mientras me abraza.

Una voz sonaba por los parlantes del hospital. 'Doctor Hehro por favor presentarse por el quirófano.'

En ese instante entró la enfermera a buscar a mi papá para llevarlo a la operación. No paraba de llorar, cuando ví salir a mi padre por la puerta comencé a gritar en mis adentros y lentamente se proyectaban recuerdos en mi mente.

Estuve varios minutos pensando su frase: 'Cuando la vida deja de empujarte a vivir, solo espera por que quizás es solo por un tiempo.' No entendía a que se refería.

Solo quiero que salga de esa operación y que volvamos a ser como eramos antes, mas que un padre y una hija, un mejor amigo y amiga.

Paso un tiempo largo, ya eran mas del medio día y papá seguía en la operación. Estaba hambrienta así que fui a la cocina del hospital, tomé una bandeja, serví mi comida y me senté en una mesa cerca de la puerta que da al pasillo del hospital.

Luego de unos minutos en silencio, totalmente sumida en mis pensamientos, entro un chico a la cocina. Se sentó justo al frente mio, su mirada estaba clavada en mis ojos y eran preciosos.