Algo más que amistad✧ [Zelink]

Capítulo 5

La noche había llegado. Aún seguía preocupada por Link, ¿qué le pasará? Necesito saberlo, necesito animarle, no soporto verle así. Pero, ¿cómo? Ni siquiera sé lo qué le pasa y pretendo ayudarle. ¿Mi padre sabrá algo? Tengo la sensación de que hay un detalle que se me pasa... Lo confirmaré, iré a hablar con él.
Salí de mi habitación y cerré la puerta cuidadosamente. Me dirigí hacia el despacho de mi padre, seguro que aún sigue ahí. Llamé a la puerta y me dijo que entrase.

-¿Zelda? ¿Ocurre algo? -me preguntó preocupado, pues no es propio de mí salir de mi habitación cuando es tan tarde ya.

-Bueno, sí... Es sobre Link. -le dije cabizbaja.
Al oír esto, mi padre se levantó.

-¿Link? ¿Has tenido algún problema con él? -su tono de voz cambió al de un padre protector.

-No, no exactamente. Es solo que desde que se acerca el festival de invierno... Él actúa de forma fría, es muy extraño... Y no sé por qué se comporta así. Por eso te quería pedir ayuda, ¿sabes algo acerca de esto?

La expresión de mi padre cambió totalmente y se sentó. Ahora parecía triste.

-Zelda... Supongo que como eras muy pequeña no recuerdas lo que pasó. -dijo mientras miraba hacia abajo. Esto me preocupó más aún. ¿Eso quiere decir que sé el motivo y no lo recuerdo?

-¿P-Padre? ¿Puedes continuar, por favor? -mi voz temblaba, empecé a sudar. Me sentí realmente mal.

-Erais pequeños. Link tenía 6 años y tú 5, es normal que no lo recuerdes... Ese año, justo el día del festival de invierno, hubo una gran ventisca, la mayor que ha habido hasta el momento. El padre de Link era un caballero que surcaba los cielos a lomos de su pelícaro junto a los demás. Su trabajo era proteger Altárea de cualquier peligro. Ese día estaban trabajando como siempre, pero la ventisca les pilló de sorpresa. Nadie se esperaba lo que ocurrió aquel fatídico día. El padre de Link y los demás caballeros... murieron. La ventisca los engulló.

Al oír esas palabras, me quedé de piedra. Un escalofrío me recorrió todo el cuerpo. Bajé la cabeza y varias lágrimas comenzaron a deslizarse por mis mejillas.

-Zelda, hija... -dijo mi padre haciendo amago de consolarme, pero no pudo. Salí corriendo del despacho y me fui a mi habitación. No lo puedo creer... He olvidado algo así. Yo estaba tan emocionada por el festival que no tuve en cuenta eso. Soy horrible... He herido a Link sin saberlo.
Me tiré en la cama y me cubrí con la almohada, no quería despertar a nadie con mi llanto. Intenté dormir, pero mi sentimiento de culpa me atormentaba. Tengo que disculparme con Link... Debo hacerlo...