Volviendo a vivir (Sevmione)

Volviendo

CAPÍTULO 3

VOLVIENDO

Hermione

No podía creer que él, que se supone debía ser un hombre maduro, lo cual dudaba completamente, podía comportaste de esa manera, el odio que sentía hacía Harry sólo porque su padre le había quitado a la mujer que amaba se me hacía infantil y muy tonto, no sabía si en ese momento seguía leyéndome la mente, pero lo deseaba con toda la furia que había resurgido en mí en ese momento, pero me di cuenta que no lo seguía haciendo ya que continuaba extendiéndome el frasco, lo tome de sus manos observándolo, como si pudiera ver sus propiedades y los ingredientes de lo que estaba hecho, el profesor me observaba con impaciencia y cómo si alguien lo obligara a estar ahí a mi lado, cosa que no dudaba de la profesora Mcgonagall o de cualquiera de mis compañeros que buscaba que yo volviera a ser la misma de antes.

—Bueno ¿se lo tomara o no niña?, mire que tengo muchas otras que hacer, además de estar tolerando a una adolescente deprimida y teniéndose lastima de sí misma —Oh como odiaba a ese estúpido, acaso él no había tenido una perdida que lo dejo shokeado por muchos años—, Granger, se lo diré una vez más ¡Tómese la maldita poción niña tonta! O me obligara a usar esa temida magia que usted ahora detesta y verterla por su garganta —dijo el mago gritándome.

Sabía que no bromeaba con eso, pero no estaba lista para enfrentarme a todo eso, pero me plantee que si salía de ahí podría hacer mi vida a mi manera, sin que nadie más me dijera la forma de hacerlo. En serio que lo haría, realmente si iba a tomarme la poción, pero al mago se le acabó la paciencia y me inmovilizó, dándome la poción de golpe, casi me ahogo con ella, y con su sabor quemante en mi garganta, pero volvió a apuntar la varita y la tome de golpe; me regresó el movimiento de mi cuerpo y comencé a toser desesperadamente, me lleve las manos a la garganta y le mire con todo el odio que podía caber en mi persona, tratando de descargar mi rabia de todos estos meses contra él.

—Ve como es mejor cooperar Granger, sentirá el ardor por un par de horas antes de que comience a recuperar la voz, si quiere ir a gritarme todo eso búsqueme en el despacho y espero realmente no verla mañana acostada en esta cama, como si le hubiera extraído el alma un dementor, porque créame que vendré con la poca paciencia y consideración que me ha dejado hoy, y la levantare de una manera que no le gustará —concluyó saliendo de la enfermería.

Comprendía todo con lentitud, ellos lo habían intentado a la buena conmigo no logrando nada, pero mandar a Snape sabiendo cómo nos odiaba era algo imperdonable...

...

Había tenido todas esas horas para pensar lo que debía hacer, tenía voz, pero ellos se darían cuenta de la verdad tarde o temprano, necesitaba salir del castillo cuanto antes, y alejarme, cualquier plan que llegara a mi mente parecía tan difícil como el anterior.

—Herms me dijo la directora que Snape te convenció de salir de aquí, me parece perfecto quizá mañana podamos ir a la Madriguera, te hará bien ver a todos, Ginny te extraña mucho y a Ron le pondrá feliz que has vuelto —me preguntó ilusionado, pero no podía creer que el cretino de Snape llame convencerme a atacarme con la varita, ahogarme con una poción y amenazarme con hacerme no sé qué cosa más, pero no podía decirle eso a Harry.

—No Harry —me callé, mi voz sonaba áspera, apenas podía articular las palabras, traté de aclarar mi garganta —, al menos por ahora no, el profesor Snape me convenció de la manera más inteligente y sutil que encontró —espero que haya captado mi ironía—, pero no estoy lista para salir y comenzar de nuevo, creo que estaré unos días en el colegio y después regresare a Londres a... no lo sé quizá busque trabajo, y rente un cuarto, necesito hacer esto sola, espero que ustedes lo comprendan. —Esperaba sonar convincente porque mentir no era lo mío.