Volviendo a vivir (Sevmione)

Curando mi dolor (segunda parte)

CURANDO MI DOLOR segunda parte

- Un momento, ¿cómo que en labor de parto? Si le faltan poco más de dos semanas Weasley, ¿qué fue lo que pasó? – le dije exaltado.

- La llevé a la Madriguera, me rompió la nariz porque no quise regresarla y le puse un hechizo antiaparición, me gritó, me golpeó y de pronto sólo dijo que era hora y que la trajera a San Mungo, la medimaga dijo que el susto hizo que se le adelantara el parto – recitó Weasley sin detenerse con el paño en la nariz.

- ¿Dónde está?

- Se la llevaron hacia allá – corrí por el pasillo hasta que la escuché, entré y la vi recostada en la cama, me vio y se le iluminó la mirada y me gritó.

- ERES UN IDIOTA, ¿CÓMO TE ATREVISTE A DECIRLE A RON QUE ME LLEVARA? TE DAS CUENTA DE LO QUE SENTÍ, TE PUDO PASAR ALGO.

- Años de mortifago, no iba pasarme nada, ¿cómo estás?

- Ni te lo imaginas – me dijo con una mueca de dolor. Entró la medimaga y se sentó en sus piernas.

- Te recomendé estar tranquila Hermione, vamos a ver cuánto tienes de dilatación – le hizo el examen – Bien estas casi lista, vamos a trasladarte, tu tranquila.

- ¿Hay algún peligro? – le pregunté.

- Ninguno, tranquilos – nos dejó solos y le tomé la mano.

- Vas a estar bien nena – intentaba creerme esas palabras – Te amo.

- Vale... ah – se acostó de lado tratando de aliviar un poco el dolor pero sabía que así no se le quitaría en lo absoluto, me acosté con ella detrás para poder darle un masaje en su espalda, se fue relajando un poco – Tengo miedo – me confesó, yo también lo tenía pero quería transmitirle seguridad.

- Aquí estoy contigo, todo saldrá bien, te darán una poción para el dolor... 

Seguí masajeándole la espalda baja hasta que se recostó bien, respiraba y se notaba nerviosa, escuche que la medimaga ya llegaba y sólo pude darle un beso en la frente y otro a su vientre.

- Muy bien Hermione es hora – se la llevaron y salí a sentarme afuera donde estaban todos, ya le habían arreglado la nariz a Weasley y todos esperaban noticias.

- ¿Cómo está, Severus? – me preguntó Danna.

- Bien, nerviosa pero bien ya se la llevaron.

- ¿Quieres que te lleve a tu casa Danna o quieres quedarte? – le preguntó Draco.

- Quiero quedarme – pasaron minutos y minutos hasta que llegó a una hora... volvieron a pasar minutos y de sentado me encontraba parado, al principio sólo la escuche poco, era una leona y muy fuerte, aunque supongo que después le dieron la poción y no escuchábamos mucho ya que la sala estaba alejada donde nos encontrábamos pero aún así estaba inquieto.

- Tranquilo Severus, el primero lleva más tiempo, estarán bien – me dijo Molly Weasley, esa mujer siempre tan... ella con todos, un carácter único de una mujer así. Yo sólo asentí en forma de agradecimiento y me recargué en la pared, Harry de acercó e hizo lo mismo.

- ¿Cómo le piensan poner? – me preguntó.

- Yo quería ponerle Jane pero Hermione va a decidir el nombre.