lV:Hollywood

130 12 5
                                    

Hollywood
Estábamos, literalmente, con la boca abierta.
El departamento era enorme, de lo que se dice enorme.
-Madre mía- Nay me miró sorprendida-, pero... ¿cuantos cuartos tiene?
Observe el pequeño folleto que lleveba en las manos y solté un chiflido impresionado.
-Tres habitaciones con baño, cocina, sala, comedor y de pilón, un gimnasio. Bastante muy bien equipado.
-U-un... ¿Gym? ¿Enserio?
Asentí.
-Para peder un poco de kilos, que mucha falta nos hace, - me reí,-pero bueno entremos, que no nos quedaremos aquí todo el día.
Entramos y le dimos un recorrido a toda la casa, quedando aún más impresionadas de lo que ya estabamos. Los cuartos eran demasiado grandes, con estanterias repletas de libros, camas de matrimoño, muebles que parecian bastante comodos. Los baños impolutos y preciosos, con capacidad para albergar a tres personas al mismo tiempo, y el Gym ni que decir, estaba bien equipado con articulos que seguramente te harian perder peso en una sola seción.
Luego del recorrido cada una se fue a su cuarto para deshacer el equipaje.
Me puse a sacar mis ropas para meterlo en el closet que había, cogí mi guitarra y la coloque al lado de la cama, los productos de higiene personal los coloque en la baño junto con mi maquillaje. Recorde que había traido mi camiseta favorita y empece a buscarla. Queria ponermela de una vez pero no la hayaba, así que acabe botando toda la ropa que ya había acomodado.
-Pero... ¿Qué estas haciendo Vicki? -entro Nay a mi cuarto- ni creas que te ayudare a doblar la ropa de nuevo.
- ¿Quién te ha pedido tu ayuda? - Arquee una ceja. -Solo estoy buscando mi camiseta favorita.
Nay se acercó y empezo a buscar junto conmigo la playera.
- ¿Cuál? No me digas que de tu banda Black Veil Brides.
Se echa a reí y sigue buscando.
Frunzo el ceño.
-No te rías... me encanta su música.
-No mientas- me miro con cara de fastidio- que a ti el que te gusta es el Andy. Te trae vuelta loquita.
Mordí mi labio y seguí buscando.
-Shhh... calla y ayudame a buscar.
Era verdad que Andy me traía vuelta loca, pero vamos, seamos realistas, ese tipo traía vuelta loca a media población femenina del Army, así que bueno... yo solo era una más que quería tenerlo atado a su cama para poder violarlo todos los días.
-Creo que te las dejado en España. -Dijo Nay mientras se echaba a un lado de la cama con pereza.
Dejé caer mis manos agotada. Creó que sí la había dejado en España, porque ya habia volteado media habitación y nada que la encontraba.
-Mejor me doy una ducha para que luego comamos, estoy famélica.
-Ya... pero que el frigorifico esta vacio y nosotras no hemos comprado nada.- Se puso de pie mientras ataba su cabello rojo en una coleta.
Cogí mi ropa y me meti en el cuarto de baño.
-Pues salimos a buscar que comer. Pero de que esta hambre que tengo se me quita, se me quita. -Grite mientras abria la regadera y me metía debajo del chorro de agua caliente.
-Vale, como digas.- Escuche la puerta cerrarse, signo de que Nay ya se habia marchado.
Me di una ducha rápida. Lo único que queria era quedar limpia, así que unos minutos después ya estaba saliendo del baño con una ropa cualquiera. No tenía muchas ganas de verme bien, solo quería estar cómoda.
Al llegar a la sala me encontre con Nay todo despatarrada en el mueble viendo las noticias.
-Así como quieres que no te pese el culo si siempre estas echada viendo la televisión.
Nay volteo a verme con cara de desagrado y me aventó un cojin en la cara.
-Serás estúpida, deja de reirte de mi culo, y mejor mueve el tuyo para que compremos comida cuanto antes que ahora yo también muero de hambre.
Me eche a reír al ver a mi amiga sacarme el dedo corazón. En verdad que Nay molesta era lo más gracioso con lo que te podías topar.
-Vale Nay lo que digas.
Salimos de la casa y empezamos a buscar una tienda cerca pero no la encontrabamos. La casa estaba en las afueras, por lo tanto no habian muchos lugares en los cuales podiamos comprar. Luego de unos buenos veinte minutos de estar andando como idotas, por fin dimos con una tienda.
Compramos todo lo necesario para al menos dos noches y nos fuimos a la casa de nuevo. Al llegar quedamos que como Nay estaba de floja para la cocina, yo haría la pasta y ella pondría la mesa y luego fregaria los cacharros.
-Vicki creo que debemos alquilarnos un coche. Se nos haria más fácil movernos así.
Nay ponía la mesa mientras yo servia la pasta recien acabada.
-Vale pero tu manejas que yo no me he sacado el carnet.
-Serías una psicopata al volante Vicki...
Tome una servilleta de papel, la hice bolita y se la aventé a Nay que se reía de mí.
Nos sentamos y empezamos a tragar como locas. Nos acabamos el primer plato en menos de diez minutos y luego nos servimos otro.
-Vamonos de fiesta hoy- dio un trago a su refresco de naranja.
- ¿A donde?- hable con la boca llena de pasta.
-En primera, no hables con la boca llena, es asqueroso mujer, y en segunda, a un antro que se llama Vipe Room.
Trangue mi comida y di un trago a mi refresco.
-Hablo como quiera. - Le saqué la lengua. -Y... ¿Donde esta eso?
-En Los Ángeles.
Hice una mueca. Los Ángeles no quedaba un poco muy lejos. Ya me empezaba a arrepentir de rentar una casa tan alejada de todo.
-Pero necesitamos vehículo, que no tenemos. -Deje mi tenedor a un lado y me bebi todo lo que me quedaba de refresco.
-Ya... pedimos un taxi y mañana nos alquilamos un auto. Problema resuelto. Y ahora- se puso de pie- mejor paremos y vayamos a bajar un poco de la tragamos en el Gym.
Nos pusimos de pie y recogimos todo para que Nay fregara los trastos sucios. Me fui a mi cuarto, me cambie y luego me encaminé al Gym. Empece con la caminadora y cuando Nay llego se subio a la bicicleta. Una hora después ambas estabamos todas sudadas y con la lengua para fuera. Eran las siete de la noche así que teniamos que empezar a arraglarnos para salir.
Me di una ducha rápida y salí con una toalla envuelta a mi alrededor.
Me puse un vestido corto negro de encaje, bastante sexy la verdad, medias de liguero y botas de tacón alto. Me maquille con sobra muy cargada que hacia que mis ojos verdes parecieran todavía más profundos y un suave brillo rosa. El cabello me lo alise y lo deje suelto, como me habia echado las mechas rojas pues quería que se lucieran. Cogí mi chaqueta de cuero con pinchos por la parte del cuello y cadenas en los bolsillos y me fui a ver si Nay ya habia acabado, y como era de esperarse, todavía ni se habia vestido.
Se dio la vuelta, vestida solamente con su ropa interior y me miró, tenía dos vestidos en mano.
-Vicki... ¿cuál me pongo? - Alzo su mano derecha y me mostro un corto vestido sin mangas de color rojo y luego alzo la otra que tenía un vestido de tirantes un poco más largo que el otro de color blanco y negro.
Ladee la cabeza mientras obserbava los vestidos. El blanco con negro era muy elegante para un antro, en cambio el rojo era el indicado para una noche loca como la que ibamos a pasar hoy.
-En definitiva el rojo.
-Vale-. Sonrió.
-Te espero en la sala, pulga, date prisa.
Estaba por darme la vuelta cuando me hablo de nuevo.
- ¿Qué chaqueta pega más?- me mostró una chaqueta de color cafe y otra de color azul. Ninguna combinaba con su vestido.
-Ninguna. Ponte la mía. Esta en mi habitación, ya sabes donde buscar.
Asintió con entusiasmo y se empezo a poner el vestido.
Me fui a la sala y me deje caer en el mueble. Prendí la televisión y puse un canal de música, y gracias a Zeus, se estaba pasando el video de Heart of Fire. Me puse de pie y empece a cantar y bailar como loca. Andy se veía especialmente follable en ese video. Ese tipo era el sueño húmedo de cualquier mujer.
- ¡Victoria!- grito Nay desde su cuarto- ¡Callate que me dejaras sorda! ¡Y mejor llama a el taxi para que nos recoja a las diez!
Deje de brincar y subi a mi habitación, cogí mi collar de calavera y me lo puse, luego llamé al taxi que quedo de pasar por nosotros a las diez en punto. Tome quinientos dolares y baje las escaleras con rapidez para esperar que Nay al fin acabara.
- ¡Oye tu reina de la tardanza esta aquí el taxi! - habia pasado un gran rato y mi amiga no habia bajado. -Así que aligérate o me iré sin ti.
- ¡Ya voy!
Se oyo un ligero grito y luego unas fuertes pisadas y como por arte de magía Nay habia caido de cuatro patas al suelo.
Me eche a reír con ganas mientras me agarraba del estómago, estaban a punto de saltarme las lágrimas así que trate de controlarme. Iba tan cargada de delineador negro que si me salian las lágimas acabaria echa un desastre.
-Caracola de mierda, deja de reirte y ayudame que el taxi nos espera.
Me acerque para ayudarla y salimos con rápidez de la casa. Entramos al taxi y le dijimos al conductor el lugar y enseguida nos empezamos a mover.
Nay y yo estabamos bastante muy emocionadas. Era nuestra primera noche solas y estariamos de fiesta. ¡Dios! Se sentía tan bien no tener que preocuparte por nada. Solo nos limitariamos a disfrutar como nunca. Conoceriamos tios buenisimos y beberiamos como idiotas, de eso no cabria duda.
-La pasaremos fenomenal Vicki.- Dijo Nay con los ojos brillantes por la emoción.
-Nuestra primera noche de locura de estas vacaciones Nay... nuestra primera de tantas.
Lo que no sabía, era que sería la primera y muy probablemente la última.

Vendida al Rock Star (Andy biersack)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora