I Will Protect You [IWPY#1] (Sin editar)

5.

Me desperté con un mal sabor en la boca, sentía que mi día no sería como cotidianamente es, sería diferente, hice lo típico antes de ir a al instituto. Hoy era martes, así que hoy tenía que soportar las amargadas visitas de mi padre durante dos horas, espero y no lanzarle el martillo a la cabeza por sus comentarios.

Abrí la puerta de mi habitación ya vestida y de inmediato un olor extraño penetró mis fosas nasales, no sabía que era, pero de una cosa estaba segura, olía delicioso. Era como oler el viento sin estar en un lugar que emanaba olor, era extraño.

Camine en dirección a la cocina de donde provenían unos sonidos extraños, me estremecí pensando que era un ladrón, toma el bate que siempre guardaba en un pequeño armario dónde estabas los utensilios de limpieza, lo sostuve en mis manos temblorosas y comencé a caminar hacia la cocina.

Sostenlo bien, pueden violarte si no los golpeas.
¿Por qué todas tus conclusiones terminan en violación?

Porque lo que presenta en las películas.

Tienes razón.

Mis pasos eran sigilosos y detenidos, no quería llevarme ninguna sorpresa por estar caminando rápido, el bate estaba sobre mi hombro izquierdo mientras agarraba con ambas manos el mazo, como me enseñó mi abuelo.

Abrí la puerta de la cocina preparada para atravesar la cabeza del ladrón, pero antes de que logrará golpearlo, esta se había dado la vuelta y me había arrebatado el bate de las manos.

Adiós virginidad inexistente.

Aún hay esperanzas, tal vez pueda pegarle con el salten.

Deje de hablar con la voz extraña de mi cabeza y me concentre en la persona que estaba frente a mí con el ceño fruncido y el bate en manos, por un momento me maldije por no haberlo golpeado hasta dejarlo inconsciente y haberlo llevado a la policía o al basurero más cercano, pero no viviría con el remordimiento de haber matado a alguien, por más loco que este de la cabeza.

- ¿Que pensabas hacerme? -pregunto mientras colocaba el bate recargado de la heladera.

- Pensaba que eras un ladrón. -susurre un tanto avergonzada, me sentía como una niña cuando su padre la regañaba.

- Pues no, no soy un ladrón, soy tu huésped. -dijo mientras colocaba en la mesa un plato llano con waffles.

- Más bien eres un intruso. En vista de que no puedo sacarte, tienes que pagar renta y respetar mi privacidad. -dije mientras colocaba en mi mochila los materiales del día de hoy.

- Cómo sea -susurro comenzando a decorar la comida que estaba frente a él. Me enojo un poco que haya utilizado los ingredientes que yo iba a utilizar para preparar panqueques, pero no dije nada, me aguante las ganas de insultarlo.

Me hizo unas tostada y un café, me coloque frente a él y vi su postura un tanto madura, leía el periódico encorvado hacia el frente y se le notaba concentrado, justo como lo haría mi abuelo.

- ¿Cuántos años tienes? -pregunte mientras observaba detenidamente sus facciones, no aparentaba más de veintiuno, pero no podía ser tan grande, él estaba en el mismo grado que yo.

- Es de mal hábito preguntar eso. -contesto con desinterés mientras continuaba leyendo.

Un mensaje de Sofía me saco de mis pensamientos, llegaría en pocos minutos y yo ya estaba más que lista, el chico frente a mí al parecer no quería abandonar mi hogar ya que estaba aún en pijama, se veían muy cómodo con unos pantalones largos de pijama con caritas del monstruo come galletas, cómico.