Leoluch jamás contó con enamorarse, en su vida. Nunca fue un objetivo o algún tipo de meta, su mundo giraba alrededor de Nunally, o tal vez, muy en él fondo, ella era la pobre excusa que él buscaba para poder vengarse del imperio de su padre y no fuera mal visto, pero, fuera cual fuera la razón esta lo tenía por completo.
Aunque el amor no es algo que se busca, él lo encontró.
No, no fue nada especial, de hecho, más bien fue todo horror.
Si, fue en un sueño, uno dónde sabía que se encontraba entre la espada y la pared, y lo peor era que nadie más que una persona lo podía poner en esa situación.
Suzaku, su amigo, hermano y al final...
¿Qué?Se encontraban de frente, observándose, tal vez, queriéndose grabar la imagen del otro, pero solo eso, la imagen. Leoluch estaba muy corrompido, manchado como para ser amado también por dentro, Suzaku, Suzaku era cómo un diamante en bruto.
Pero ahí estaban.
Y Suzaku, con una mirada gélida desenfundó su espada y atravesó a Leoluch.
Leoluch se dejó herir y con una sonrisa acepto él destino que le condenó Suzaku, como si fuera lo que él estuviera esperando, de el, algún tipo de salvación, esa protección que nadie jamás le habría brindado, protección de él mismo.
Era como complicado, eso estaba por lejos de la definición de amor, y sin embargo, cada vez que recordaba la pesadilla una explosión de sentimiento lo ahogaban, asfixiándolo, sumergiéndolo hasta las profundidades de su ser, cosa que lo alteraba, pues él no quería averiguar que era él realmente, lo asustaba.
Por eso, jamás quiso confesarse.
Cuando volvió a ver a Suzaku quería decírselo, revelarle sus sentimientos, sentirse en paz consigo mismo, y dejarle al destino la consecuencia, pero con todo lo de su padre y su horrible plan fue lo último que le cruzó la cabeza.
Al final, solo quería darle un final al asunto, huir, huir como un cobarde y llevarse su confesión a la tumba, pero sólo consiguió sentirse aun más mal consigo mismo, por lograr aquella asaña que era imposible, derrocar a un imperio, pero no tener el suficiente valor de intentar ser sincero.
Era absurdo.
Era ridículo.
Era absurdo y ridículo.
Era Leoluch.POV Suzaku
Aquella vez había sido como si se atravesara el mismo.
Cuando todo iba a terminar, apuñaló a Leoluch hasta el fondo.
Sin tan solo aquellos ojos violeta no hubieran mostrado esa mezcla extraña de gratitud y arrepentimiento en ellos, Suzaku hubiera logrado dormir todas esas noches frías.
Pero ahora, su capacidad estaba al límite. Leoluch estaba vivo, y en ese momento despierto y sin contar su estado, lo vería de nuevo. No estaba preparado para algo así. ¿Por qué no pudo tener un buen final, como el de los héroes?, uno donde su solo nombre se conservara.No, tenía que detener esos pensamientos. El "hubiera" no existía en ese momento, ahora, tenía que asegurarse que Leoluch no fuera una amenaza. Sería firme. Nada de remordimientos.
Y caminó, hacía un sótano bastante extenso. Pasillos con paredes de un verde típico de los hospitales, techos blanquecinos y lámparas colgantes, hasta que dieron con una de las habitaciones que ahí habían.
En esa se recuperaba su ex-compañero, con máquinas conectadas a él y sueros en sus venas.
Era de cierta manera doloroso verlo en ese estado.
-Como ha pedido, le hemos colocado la venda en sus ojos, Suzaku-sama.
-Gracias Sayoko, ¿dime, está estable?
-Si, al parecer sus signos se encuentran normales, aunque debo admitir que se ve bastante débil. Procure no esforzarlo mucho, por favor.
Suzaku lo tenía claro, no hacia falta que se lo recordaran.
-De nuevo, gracias, Sayoko. Por ahora puedes dejarnos solos.
Y así, la mujer se retiró con una leve reverencia.
Suzaku desvió su mirada a Leoluch. Lo veía muy pálido y algo delgado. Sus brazos sin fuerza reposaban a sus costados, llenos de agujas dentro de ellos.
Dió unos pasos hacia el, para poder observado mejor.
Sus labios se habían reservado bastante y, sin que le importara admitir, tenía miedo de revisar más arriba de su nariz.
Vaya que seria una mentira si dijera que no lo extrañaba.
Leoluch estaba frente a el, vivo.
¿Debía decirle algo? ¿Qué era lo que esperaba de él en ese momento? Seguramente ni siquiera se había dado cuenta de su presencia.
-Suzaku...
Leoluch lo sacó de su ensoñación con un susurro, un nombre, que de entre todos los que pudo haber mencionado, había dicho el suyo e inevitablmente se sorprendió, por no decir que se asustó.
Quería decirle que estaba ahí.
Aunque, no parecía estar muy consiente.
-¿Leoluch?- preguntó algo indeciso.
-Yo, lo siento tanto...—volvió a murmurar con cierto tono.
Suzaku escuchó esas últimas palabras mientras veía como aquella venda se humedecía.
Y así pudo decir que definitivamente estaba inconsciente, porque Leoluch jamás lloraría en frente de nadie, igual que él, pero al parecer esa era una excepción, porque estaba incosiente, y Suzaku destruido.
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Otra oportunidad. [Code Geass/Yaoi/SazuLulu]
FanficY cuando todo apuntaba a que ellos jamás conocerían un sentimiento mutuo, la desesperada decisión de Nunally lleva a Suzaku a tomar otras medidas, y ya no solo contará con una espada, sino también, con una desventaja por parte de Leoluch que podrá t...