Otra oportunidad. [Code Geass/Yaoi/SazuLulu]

Sinceridad.

Suzaku.
Dios, Suzaku.
No pudo creer que el siguiera vivo para verlo de nuevo.
Oh, y Nunally.
Es una bendición que también estuviera bien, ahora que, si no mal recordaba, ya podía caminar y ver. Siempre pudo.
La pregunta era ¿por qué seguía vivo?, ¿por que lo rescataron?, ¿quién, a pesar de todo lo que hizo, fue capaz de no sólo perdonarle la vida, sino, de devolvérsela?
Ni siquiera el se salvaría a sí mismo, a una persona que antepuso sus ambiciones sobre todo lo demás, sobre las personas que lo amaban. Debían de tener algún tipo de interés en el, algún asunto que requería de el con vida, porque nada explicaba su situación.
¿Qué tendrían en mente para el? Si buscaban el poder del Geass, seguramente se decepcionarían, pues ya no sentía que su ojo tuviera alguna función, ni la básica como el de permitirle ver. Ya no tenía valor, ni siquiera el, como persona.
¿Entonces, qué? Y no sólo era eso, si no también recordó que Suzaku estaba con el, explicándole cosas que ya no lograba recordar, sólo el hecho de estar bajo su merced. Y eso si era algo terrible. Podía imaginar las cosas que podría estar deseando Suzaku hacerle a él para castigarlo, para liberar todo el rencor guardado, por haberlo utilizado, engañado, herido, destrozado...
Pero, la verdad era que nadie estaba más destrozado que el, por perder lo único que siempre tuvo valor en su corazón, su amistad. Jamás se perdonaría por haberlo traicionado así,  si tan sólo pudiera demostrarle cuan arrepentido estaba, cuánto sufría por no ser capaz de recuperarlo.

—Leoluch— escuchó no muy lejos. —¿cómo te sientes, te duele algo?
Suzaku caminaba alrededor de él. Leoluch puso atención en su cuerpo y se examinó mentalmente, sin contar lo pesado que sentía el pecho, todo se sentía normal.
—Estoy bien, Suzaku.
—Perfecto, en pocos días podremos ser capaces de alimentarte correctamente.
—¿Quienes?
—Yo y tu hermana.
Aunque estaba felíz por el hecho de que las únicas dos personas estuvieran ahí, cerca de él, no contrastaba el hecho de asumir que aunque estuvieran ahí, los había perdido. ¿Qué pasaría con el, incluso después de recuperarse? No le quedaba nada en este mundo por resolver y a lo mejor, hasta en una de esas, sale de aquel lugar y se encuentra con gente que quiera cobrar su maravillosas acciones.
—¿Leoluch?
Pero por el momento, después de tanto tiempo, podía permitirse dormir.
—Leoluch, esto es importante. Lo repetiré. Mañana vendré a cambiarte los vendajes. Te aviso porque enserio no quiero encontrarme con tu ojo diabólico, sí intentas algo, va a doler. Mucho.
Al terminar, Suzaku se giró, dándole la espalda. En su interior se cuestionaba ¿por qué aún es capaz de sentirse tranquilo teniendo aquel monstruo atrás? El se había ofrecido a darles los cuidados restantes a Leoluch porque no quería poner en riesgo a nadie. ¿Verdad?
—Yo voy a monitorearte. Nunally vendrá una vez que yo así sienta prudente, pero tu no puedes...
—Mi ojo. Ya no sirve mi ojo.
Suzaku se giró rápidamente y encontró a Leoluch, medio sentado, viendo a la pared fijamente, tapándose el ojo "normal". Dejando al descubierto que se había quitado la venda y no sólo eso, estaba exponiendo el Geass. O lo que quedaba de él.
—¡Leoluch, te dije que no te la quitarás!—Suzaku estaba enojado, escondiendo aquel pequeño brote de lástima, de preocupación. De compasión. ¡Que bueno quería perdiera aquel inhumano ojo!
Entonces lo vió dejar cae una pequeña gota, casi imperceptible. Y quiso abrazarlo.
Pero Leoluch pareció erguirse un poco después.
—Debí suponerlo. A lo mejor es el precio a pagar. O un simple recuerdo. No lo sé.
Leoluch se giró a ver a Suzaku. ¿Pero qué más podía decir? El Geass sólo se llevó su vista, no sus pecados.
—Suzaku, ahora escúchame tú a mi. ¿Todo lo qué pasó, lo recuerdas? Cada movimiento, cada acción fue hecha por mi y sólo por mi. El Geass no es enemigo, yo lo soy. Qué estupidez regresarme a este mundo.
Y Suzaku se rió, ese si era Leoluch.